En entrevista con un canal local de televisión detalló que para lograr ese objetivo es necesario respetar los derechos de los trabajadores y mejorar su salario, estimular al sector empresarial a través de la creación de un marco institucional y dinamizar la inversión.
Acerca de este tema prioritario en su mandato, recordó que el actual gobierno de Mauricio Funes y el FMLN logró incrementar los ingresos en la medida en que fueron mejorando las condiciones de empleo.
Para el nuevo ejercicio hay oportunidades para el despegue económico del país porque heredan más de 800 millones de dólares de la administración de Funes, dijo.
"Este gobierno tendrá un presupuesto de más de 800 millones y hay una parte de recursos, una cartera en proceso de aprobación, casi dos mil millones en proceso de negociación", precisó.
Muchas empresas internacionales están interesadas en invertir en el país, buena parte en materia energética y en ese contexto dijo que buscarán los mecanismos para que El Salvador sea parte de Petrocaribe.
Rechazó que ALBA-Petróleos El Salvador, ejerza algún tipo de injerencia en la nación como sugirió una de las preguntas.
A ALBA-Petróleos no le vamos a dar ningún beneficio del Estado, es una empresa que tiene sus propios recursos y se rige por las mismas reglas que las demás, solo que a diferencia de otras destina a la inversión social parte de sus ganancias.
Acerca de la deuda previsional (relacionada con las pensiones) aseguró que hay proyectos de ley, un conjunto de propuestas de soluciones y se exploran ya otras experiencias que les pueda servir para una respuesta.
No obstante, recalcó el gobernante electo, en todo lo relacionado con los temas de la deuda, el fiscal o la evasión, debemos crear un gran conceso.
Debe haber entendimientos, una visión de nación para generar políticas de Estado en función de esos elementos con un largo alcance, remarcó.
Sabemos que en algunos temas será difícil el entendimiento, pero habrá que poner delante los intereses del país, por eso insistió en el diálogo y en los acuerdos nacionales.
Ante una pregunta insistente del entrevistador sobre si tomaría a Venezuela como ejemplo, Sánchez Cerén resaltó que tanto él como el vicepresidente electo, Ã"scar Ortiz, han conversando con la población lo que les ha permitido reafirmar que es muy difícil tener un referente como modelo de desarrollo.
Cada país tiene sus propias realidades, no podemos soñar con ser como Estados Unidos que es una gran potencia mundial, ni como Venezuela o China, que tienen enormes recursos naturales, dijo.
Aquí en El salvador es donde debemos encontrar los elementos para nuestro propio modelo que se erigirá a partir de los problemas que tenemos que resolver como el bajo crecimiento, el enfrentamiento a los desastres naturales y disminuir sus factores de riesgos, explicó.
"Es difícil copiar modelos porque cada país tiene su propias realidades. Mi modelo será para y por El Salvador", concluyó.
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