Giro proestadouniodense
Fuentes: Rebelión
La
cancillería uruguaya anunció la decisión del gobierno derechista de Luis
Lacalle de retirarse de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), así como
la intención de reintegrarse al Tratado Interamericano de Asistencia
Recíproca (TIAR), organismo del que había iniciado su proceso de salida en
setiembre de 2019 durante la administración de Tabaré Vázquez.
El diputado frenteamplista Daniel
Caggiani, expresidente del Parlasur, señaló que sorprende anuncio del Canciller
sobre retiro de Uruguay de UNASUR y retorno al TIAR. “Genera suspicacias que se
da luego de la llamada del presidente estadounidense Donald Trump al mandatario
uruguayo”, quien asumiera el cargo el primer día de este mes, dijo.
Lacalle representa a la llamada Alianza Multicolor, que agrupa a un conjunto
de Partidos de orientación política conservadora y alineada en materia económica
con los postulados del neoliberalismo, que desplazó a la coalición de
centroizquierda Frente Amplio, que desde el año 2004 dirigía el
Gobierno de la República.
Como era de prever, las directrices de la política exterior de la Alianza
Conservadora se subordinaron a las aspiraciones de los Estado Unidos, de
recuperar su posición hegemónica en el seno de Latinoamérica.
La presencia del Subsecretario estadounidense, David Hale, en el Uruguay,
entrevistándose con Lacalle fue significativa, al manifestar que Uruguay era un
socio vital para su país, tratando en el encuentro temas relativos al
fortalecimiento de las relaciones bilaterales y temas vinculados a la seguridad
global.
La presión de Gale fue, entre otros temas, para impedir que la estatal de
telecomunicaciones ANTEL, utilice la tecnología 5G desarrollada por empresa china
Huawei, hecho este, que generó una fuerte declaración por parte de la embajada
China con sede en Uruguay.
Consecuencias de la salida de Unasur
La
cancillería uruguaya justificó su salida de la Unasur al
considerarlo «un organismo regional, basado en alineamientos
político-ideológicos». Además, el comunicado de la cancillería señala que
ese organismo sudamericano ya fue abandonado por la «mayoría» de los
países de la región en abril de 2018, a excepción de Bolivia, Guyana, Surinam y
Venezuela.
En ese momento,
Uruguay decidió quedarse junto con Bolivia, aunque el actual gobierno dictatorial
de este último país anunció en noviembre último que estudiaba la posibilidad de
abandonar el bloque.
La
cancillería, a cargo de Ernesto Talvi, agregó en el escrito que el bloque
«ha dejado de funcionar», ya que «no cuenta con sede y carece de
secretaría general operativa». De hecho, en 2017 los países miembros no
pudieron ponerse de acuerdo para nombrar a un secretario general, por lo que
desde ese entonces el bloque está acéfalo. El último presidente fue el
colombiano Ernesto Samper.
El gobierno
de Luis Lacalle Pou anunció que se pidió interrumpir el proceso de salida del
TIAR que Uruguay había comenzado en setiembre de 2019. La salida del país iba a
demorar dos años en concretarse, por lo que estaba previsto que Uruguay
estuviera afuera para 2021. Talvi se comunicó a través de una nota con el
secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el uruguayo
Luis Almagro, para interrumpir el proceso de salida y pedir el reintegro.
El TIAR, que
funciona en la órbita de la OEA, es un pacto bélico multilateral de la época de
la guerra fría, que tiene como objetivo dar ayuda para enfrentar ataques
armados o amenazas contra estados americanos. La intención de los miembros de
la OEA de invocar el pacto de defensa por la crisis de Venezuela fue lo que
provocó el rechazo de Uruguay y la salida de ese tratado.
La
resolución aprobada por la mayoría de los miembros proponía
«perseguir» y «capturar» a «entidades asociadas al
régimen de Nicolás Maduro», que estuvieran «involucradas en
actividades ilícitas» además de hacerlo con «altos funcionarios»
del gobierno que participaron en «hechos de corrupción». Para
eso se resolvió crear una red en la que las autoridades de «inteligencia
financiera» y «seguridad pública» de los estados partes sumen
esfuerzos en la investigación y persecución.
Luego de esa
reunión de la OEA, la cancillería, por entonces encabezada por Rodolfo Nin
Novoa, anunció que se retiraría del TIAR al entender que la situación de
Venezuela no presentaba «ninguno de los elementos que podrían
fundamentar» la convocatoria de un pacto de defensa, ya que el espíritu
del tratado es defender a los países americanos de amenazas externas y no para
«permitir conflictos internos entre países del continente».
«Nos
salimos del tratado por obsoleto, por inconducente, (y) por uso inapropiado del
mismo», dijo entonces el ministro Nin Novoa. Este martes, en tanto,
la cancillería comunicó que con la permanencia en el TIAR el país
«refuerza también su compromiso histórico con el sistema
interamericano», mientras que seguirá haciendo oír «sus
posiciones» en el marco de ese tratado.
El
comunicado también señala que la primera misión oficial del canciller Talvi
será para asistir a la Asamblea General de la OEA en Washington el próximo 20
de marzo, con motivo de la elección del nuevo secretario general. El gobierno
de Lacalle Pou anunció en las últimas semanas que apoyará la reelección de Luis
Almagro.
Este realineamiento con Estados Unidos, inevitablemente generará cambios
sustanciales como el apoyo a la reelección de Luis Almagro como Secretario
General de la OEA, contribuyendo aún más a que este organismo siga estando al
servicio de la potencia hegemónica en la región, señala el exdiputado Roberto
Chiazzaro, secretario de relaciones internacionales del Partido Slocialista.
Dado que resulta necesario a los intereses de Washington que caiga el gobierno
de Maduro en Venezuela, Uruguay reforzará las acciones que se están
instrumentando al tal efecto y seguramente pasará a integrar la Alianza de Lima
y el Prosur, tras abandonar la Unasur. Asimismo, también abandonará todas las
gestiones, llevadas a cabo, junto a México y el Caricom, buscando una salida
pacífica para solucionar la crisis por la cual está atravesando el pueblo venezolano.
No sería de descartar que Uruguay pase a engrosar el coro de naciones que
impulsan una solución militar para culminar con este conflicto y derrocar al
gobierno constitucional venezolano, tras reconocer como presidente al
autoproclamado (y hoy muy devaluado) Juan Guaidó.
Luvis Pareja. Periodista uruguayo, analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
No hay comentarios:
Publicar un comentario