Fuentes: Rebelión
Guatemala enfrenta los primeros casos de contagio y muerte por
covid-19. La afectación de la pandemia dependerá de varios factores: el
modelo económico, el carácter del Estado y la orientación y capacidad
del Gobierno para contener, atender y erradicar el coronavirus de
nuestro territorio.
Entre
los resultados del modelo económico con relación a las condiciones
que hacen más vulnerable a la población en el enfrentamiento de la
pandemia sobresalen a) que más del 70 % sobrevive en la economía
informal, lo que obliga a trabajar diariamente para conseguir los
mínimos y escasos satisfactores para las ingentes necesidades; b) la
cantidad y calidad del empleo formal, que en estas condiciones se
enfrenta a la amenaza de despidos, dadas las prioridades de quienes
controlan el capital y la política económica; c) la desprotección
y falta de apoyo a los sectores económicos, que, como el campesino,
proveen la mayor cantidad de alimentos que consume la población, y
d) las condiciones imperantes de hambre y pobreza, que rondan a más
del 60 % de la población, con sus consabidos índices de
desnutrición.
Después
de casi 40 años de política neoliberal, el Estado carece de
capacidades para agenciarse recursos financieros debido a la venta de
empresas estatales rentables (como la telefónica y la de energía
eléctrica), la eliminación de su capacidad de lograr una carga
tributaria que permita garantizar derechos como la salud y la
eliminación de su carácter rector de la economía. En específico,
la salud pública es deficitaria en cobertura y calidad y está
privatizada en buena medida. En ese mismo sentido, la norma y
política de Estado en materia de economía opera en la lógica de
reproducir dicho modelo económico y de priorizar los intereses del
gran capital antes que los de los ciudadanos. Esta prioridad puede
constatarse en el llamado Programa Nacional de Emergencia y
Recuperación Económica y en la solicitud de aumento del presupuesto
para 2020, hechos públicos por el Gobierno nacional el 17 de marzo.
Dada
la dimensión de la pandemia, las condiciones reproducidas por el
modelo económico imperante y la orientación fundamental de la
política de Estado auguran un contexto complejo y complicado para
garantizar la contención, atención y erradicación del problema. La
tendencia de la afectación sanitaria que ocasionan revela que el
problema se agravará e impactará previsiblemente aún más, en
comparación con otros países que cuentan con mejores condiciones
económicas, sociales y, en particular, de salud pública.
En
este marco, siendo el aislamiento social la acción más efectiva
para enfrentar la pandemia, en Guatemala esta medida ha sido tomada
raquítica y tardíamente, nuevamente priorizando el interés
empresarial antes que la salud pública. Esto hace prever que el
avance del problema lleve al colapso al ya raquítico sistema de
salud pública, en el cual han emergido incluso contradicciones, tal
como la renuncia del viceministro de Salud Pública y Asistencia
Social, quien cuestionó la política y los procedimientos decididos
para enfrentar la crisis.
Es
previsible que, en el enfrentamiento de la pandemia, se desnude aún
más el enclenque Estado con el que contamos: sin políticas,
institucionalidad y recursos necesarios después de décadas de
neoliberalismo y saqueo. Esto se agrava con los primeros pasos del
gobierno actual, en buena medida contradictorios e incoherentes con
el carácter del problema, cuya solución requiere decisiones
contundentes para lograr lo más pronto posible el aislamiento social
y para contar con las medidas, la infraestructura y los recursos
sanitarios indispensables.
Más
allá de políticas de enfrentamiento de la crisis económica en
perspectiva empresarial, son necesarios la garantía de agua para
toda la población; provisión de alimentos y recursos financieros a
los más necesitados; combate del acaparamiento, la especulación y
el aumento de precios —en especial de alimentos y medicamentos—;
inamovilidad y garantías laborales; apoyo a las pequeñas empresas y
a los pequeños productores de alimentos; congelamiento de intereses
por créditos, y promoción de la organización, la solidaridad y la
responsabilidad social, entre otras medidas ineludibles que son
responsabilidad del Gobierno.
Los
reportes y análisis científicos sobre la evolución de la pandemia
indican que se agravará. En estas condiciones, el Estado y el
gobierno actual darán pauta sobre su desempeño, lo que permitirá
determinar la profundidad del desastre del Estado y la necesidad de
cambios sustanciales en su carácter, normativa y política
fundamentales.
Blog del autor: https://www.plazapublica.com.gt/
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