Washington rechaza el
programa abusivode la isla
Países sancionados piden a la ONU intervenir para que la Casa Blanca retire las medidas en su contra
▲ Médicos y paramédicos cubanos al llegar el domingo pasado al aeropuerto de Malpensa de Milán, Italia, para ayudar con el tratamiento del coronavirus.
La Habana. El canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, denunció ayer a Estados Unidos por entorpecer la ayuda médica internacional que la isla brinda en varias naciones, en la lucha contra la pandemia por el Covid-19. En este contexto, ocho países que enfrentan sanciones unilaterales de Estados Unidos y la Unión Europea, incluidos Cuba y Venezuela, solicitaron al secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que pida el fin inmediato y total de esas medidas para que puedan enfrentar la crisis sanitaria.
El jefe de la diplomacia cubana tuiteó:
Lamentable que mientras el Covid-19 amenaza a la humanidad, el gobierno de Estados Unidos, en vez de poner fin al sistema ilegal de aplicar medidas coercitivas unilaterales, como el bloqueo a Cuba, dificulte el combate contra la epidemia, atacando a países que practican la solidaridad y cooperación internacional.
El estadunidense Departamento de Estado tuiteó que Cuba
ofrece sus misiones médicas internacionales a los afectados con Covid-19 sólo para recuperar el dinero que perdió cuando los países dejaron de participar en el programa abusivo.
La isla denunció en el seno de la ONU las campañas emprendidas por Estados Unidos, al que responsabiliza por las presiones ejercidas para poner fin a las misiones médicas cubanas en Bolivia, Brasil, y Ecuador.
El Departamento de Estado envió un claro mensaje a las naciones receptoras de la ayuda médica cubana, al asegurar que
los países anfitriones que buscan la ayuda de Cuba para el Covid-19 deberían analizar los acuerdos y poner fin a los abusos laborales.
El canciller cubano agregó en Twitter que
los mensajes del Departamento de Estado contra la cooperación internacional cubana constituyen acto inhumano y de irrespeto y afectan la ya deteriorada credibilidad del gobierno de Estados Unidos, que sobre pretextos falsos y por razones políticas, es capaz de penalizar y perseguir la solidaridad internacional.
Rodríguez denunció además las medidas coercitivas unilaterales impuestas por Washington a la isla, que padece de un bloqueo económico, comercial y financiero desde 1962.
A todo esto, la alta comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, llamó a Estados Unidos a levantar las sanciones económicas a Cuba, Venezuela, Siria e Irán, en medio de la pandemia.
El pasado 3 de marzo un grupo de médicos cubanos viajó a China, para colaborar con sus pares asiáticos en el enfrentamiento al nuevo coronavirus.
Otro contingente médico de la isla arribó a Venezuela el 15 de marzo con el mismo propósito, y tres días después Cuba envió otra brigada sanitaria a Nicaragua.
Surinam y Granada recibieron a médicos y especialistas cubanos el 20 de marzo, el 21 llegó a Italia otro contingente de 52 profesionales, y el miércoles pasado partió un contingente médico a Belice.
Estas brigadas están conformadas por especialistas en medicina general integral, clínicos, intensivistas, virólogos y epidemiólogos, muchos con experiencia en el tratamiento de enfermedades transmisibles, e incluye a algunos que participaron en la lucha contra la epidemia de ébola en África.
Según cifras ofrecidas por el Ministerio de Salud Pública, de los 59 países donde están presentes brigadas médicas de Cuba, en 37 de ellas se reporta presencia del nuevo coronavirus.
En tanto, en una carta conjunta obtenida por la agencia The Associated Press, los embajadores de China, Cuba, Corea del Norte, Irán, Nicaragua, Rusia, Siria y Venezuela exhortaron al jefe de Naciones Unidas, Antonio Guterres, a que
rechace la politización de la pandemia.
Los embajadores no mencionaron por su nombre a los países responsables de lo que dicen son
medidas ilegales y coercitivas de presión económica.
Sin embargo, Estados Unidos ha impuesto sanciones a todas las naciones mencionadas salvo China, y la Unión Europea ha hecho lo mismo con todas, salvo Cuba.
Los embajadores dijeron que sus gobiernos tienen
la voluntad política y moralde prepararse para la lucha contra la pandemia, pero señalaron que esta acción es difícil, si no imposible, para los países que enfrentan sanciones.
Los ocho países dijeron que sus planes para combatir el Covid-19 se ven obstruidos por
las consecuencias destructivasde las sanciones a escala nacional, “además de sus implicaciones extraterritoriales, junto con los fenómenos del excesivo cumplimiento y el temor a ‘sanciones secundarias’”, que impiden a los gobiernos acceder regularmente al sistema financiero internacional o comerciar libremente para adquirir equipo y materiales médicos, incluidos kits de pruebas para detectar el coronavirus.
Los embajadores subrayaron que los expertos independientes de la ONU han concluido que las sanciones unilaterales afectan a poco más de un tercio de la población mundial.
Foto Ap
Prensa Latina, Spunik y Ap
Periódico La Jornada
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