Ohio suspende comicios por el coronavirus
El ex vicepresidente llama a los simpatizantes del senador a unirse a su campaña;
los he escuchado
▲ Joe Biden y Bernie Sanders, aspirantes a la candidatura presidencial
demócrata, se saludaron conforme a los protocolos por el Covid-19 en el
debate del domingo en Washington.
Nueva York. El ex vicepresidente Joe Biden consolidó su
ventaja sobre el senador Bernie Sanders al conquistar las elecciones
primarias de Florida, Illinois y Arizona.
Estos resultados en los tres estados en juego ayer intensificarán la
presión de la cúpula del partido y sus aliados sobre Sanders para ceder
la nominación a Biden. “Esto ya se acabó… creo que eso quedó claro”,
afirmó anoche David Axelrod, ex estratega de Barack Obama, en CNN.
Al festejar sus triunfos, Biden invitó a los simpatizantes de Sanders a unirse a su campaña:
los he escuchadoy
sé lo que tenemos que hacer.
En las próximas horas Sanders dará indicaciones sobre sus intenciones
inmediatas. Vale señalar que su campaña tiene ya equipos desplegados en
varios estados con primarias programadas hasta abril.
La crisis del coronavirus ha contagiado el proceso electoral. Ohio,
estado clave en el mapa nacional de los comicios, suspendió de último
momento sus primarias programadas para ayer, declarando una emergencia
de salud. Ya son cinco los estados que han postergado las primarias.
También ha infectado el debate y la batalla electoral, y ahora se
supone que la evolución de esta epidemia, su impacto social y económico y
el manejo de todo este desastre por los políticos estadunidenses podría
ser factor decisivo –uno recién introducido– en la elección
presidencial.
De hecho, en el sondeo más reciente, sólo 46 por ciento de los
estadunidenses opina que el gobierno federal está haciendo lo suficiente
para enfrentar el coronavirus, un desplome de 15 puntos comparado con
el mes pasado (NPR/PBS NewsHour). Sin embargo, otros analistas señalan
que si Trump tiene la suerte de superar la crisis antes de la elección
en noviembre, probablemente sería recompensado con la relección.
En parte por eso, varios líderes demócratas dicen que urge un frente
unido, o sea, el fin de la pugna por la nominación, lo antes posible.
Con la contienda por la nominación como candidato presidencial del
Partido Demócrata reducida a dos (de los más de 20 aspirantes
originales), Biden y Sanders ahora representan una pugna por el futuro
del partido, entre nuevas generaciones y una vieja alianza de cúpula,
con el ex vicepresidente prometiendo un regreso a la
normalidadpretrumpiana, y Sanders invitando a una
revolución políticaimpulsada por lo que llama una
coalición multirracialencabezada por jóvenes.
Todos entienden que el ganador de la pugna interna necesitará de las
bases de su contrincante para enfrentar a Trump en la elección general
de noviembre.
A pesar de los deseos de los analistas y asesores cercanos a la
cúpula política y económica del país, incluidos algunos de los grandes
medios, que desde hace un par de semanas cerraron filas en favor de
Biden, proclamando que Sanders ya no tiene ruta viable para ganar los
delegados necesarios y obtener la nominación, el candidato antiestablishment aún no ha cedido.
Algunos señalan que Sanders ya ganó, aun si no obtiene la nominación,
por el hecho de que ha logrado impulsar hacia la izquierda el debate
sobre la agenda nacional del partido, obligando a casi todos los
candidatos centristas a abordar sus temas de una transformación
ecológica de la economía ante el cambio climático, el acceso a la salud
como derecho, abordar la deuda estudiantil y la desigualdad económica.
De hecho, Biden elogió ayer a las fuerzas de Sanders, reconociendo que
han girado la conversación fundamental en este país.
Varios observadores consideran que Sanders no ha cedido el paso a
Biden no sólo porque cree que aún tiene posibilidades, sino para
asegurar que estos temas permanezcan el centro del debate demócrata, y
queden dentro sus propuestas electorales.
Pero los intereses alrededor de Biden y su historial no indican que
podrá convencer a las bases de Sanders, sobre todo los jóvenes, de que
podrá representarlos, y por ahora, aunque se está disputando la
nominación, es una pugna por el futuro del partido.
Sin embargo, ambos candidatos han repetido que en una cosa están
absolutamente de acuerdo: la prioridad es derrotar a quien consideran
uno de los presidentes más peligrosos de la historia.
Foto Afp
David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
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