Somos un Colectivo que produce programas en español en CFRU 93.3 FM, radio de la Universidad de Guelph en Ontario, Canadá, comprometidos con la difusión de nuestras culturas, la situación social y política de nuestros pueblos y la defensa de los Derechos Humanos.

lunes, 8 de junio de 2020

Unidad y solidaridad contra el racismo




La semana pasada, en medio de una crisis económica sin precedentes y un virus que asola a las comunidades afroamericanas y latinas, George Floyd fue asesinado a plena luz del día por la policía en Minneapolis. El video y las imágenes de su muerte causaron horror en todo Estados Unidos. La gente salió a las calles para exigir el fin al racismo en las prácticas policiales.
El asesinato de George Floyd es el resultado de la historia racista de Estados Unidos: siglos de esclavitud y el sistema de leyes segregacionistas conocidas como Jim Crow. Durante largo tiempo, los supremacistas y racistas blancos han controlado nuestra cultura policial que trata a las personas afroamericanas y latinas como menos que humanos. No todos los policías son culpables, pero debemos terminar de raíz con el racismo y la complicidad en nuestras fuerzas de la ley.
Sabemos por experiencia que hay fuerzas que buscan dividirnos para beneficio de sus propios intereses. También sabemos que las comunidades afroamericanas y latinas han logrado avances significativos cuando hemos trabajado juntas.
En lugar de unificar a un país en pena y mostrar la determinación para lograr justicia, el presidente Donald Trump y sus simpatizantes están avivando intencionalmente la división y el odio. Están propiciando estratégicamente enfrentamientos entre las comunidades afroamericanas y latinas, una táctica que hemos visto antes.
Cuando el Ku Klux Klan y las fuerzas policiales intentaron desacreditar al doctor Martin Luther King, desestimaron la humanidad de millones y utilizaron la ley y el orden como una excusa para la brutalidad. Cuando enviaron agentes de migración a nuestras calles para separar a los niños de sus madres, usaron la ley y el orden para justificar la deshumanización de las familias migrantes. Ahora, Trump está usando la vieja jugada de la ley y orden para enfrentar a los afroamericanos y latinos entre sí. Nueva década, mismas malas jugadas.
En lugar de ser víctimas de una división instigada, debemos resistir y enfocar nuestra energía hacia el desmantelamiento de un sistema mantenido por la supremacía blanca que es nuestro enemigo común. Ese sistema, basado en la premisa de que las comunidades afroamericanas y latinas deben conformarse con las migajas de la sociedad, está alimentado por la desconfianza, los disturbios y la división.
Ahora, más que nunca, debemos aferrarnos al amor y la justicia, de ahí proviene nuestro poder. Ahora es el momento de solidarizarse con nuestras hermanas y hermanos afroamericanos y darnos cuenta de que su lucha es nuestra lucha. Cuando la comunidad afroamericana es asesinada, nos asesinan a todos. Si ellos no son libres, nosotros no somos libres. Nuestras historias están entrelazadas y depende de nosotros escribir nuestro legado futuro.
Las vidas afroamericanas importan. La justicia importa. La solidaridad importa. Sólo si nos unimos podremos marchar hacia un cambio duradero y hacia la equidad racial en Estados Unidos.

*Congresista por el cuarto distrito de Illinois en la Cámara de Representantes de Estados Unidos; es el primer migrante mexicano de Chicago elegido al Congreso.

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