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Estados Unidos nunca vivió manifestaciones “tan masivas y sostenidas” *
Es la expresión “más intensa” del antirracismo * Que todo el mundo
pudiera ver sus últimos nueve minutos de vida, fue la “chispa” que
prendió la llama * Hablar de racismo sistémico o estructural empieza a
ser parte de la cultura dominante * Los esfuerzos deben concentrarse en
el “ahora qué” * Por qué las estructuras de la policía tienen que estar
tan saturadas de racismo y capitalismo * Queremos abolir la policía *
Queremos abolir el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas
Para
Ángela Davis no hay duda. Las dos semanas de protestas en todo Estados
Unidos contra el racismo y la brutalidad policial son un momento
histórico. En concreto, considera que es la expresión “más intensa” del
antirracismo que ha vivido nunca el país, algo que achaca en buena
medida a años de trabajo activista que ha logrado cambiar la mentalidad
de buena parte de la población. Hablar de racismo sistémico o
estructural, a juicio de la prominente activista feminista
afroamericana, ya no es algo minoritario, empieza a ser parte de la
cultura dominante.
Estas
fueron algunas de las reflexiones que compartió Davis el pasado sábado
(6-VI-20) en un debate online organizado por los colectivos Rising Majority
y el Movimiento por las Vidas Negras. A lo largo de la charla, en la
que participaron varios activistas antirracistas, la célebre filósofa
compartió su punto de vista sobre las causas que han confluido hasta el
actual estallido social, el papel del activismo o las demandas del
movimiento en estos momentos que, según aseguró la mujer de 76 años, se
siente afortunada de poder presenciar tras toda una vida dedicada a la
lucha por los derechos civiles. "Sigo aprendiendo de las generaciones
más jóvenes de activistas que están haciendo todo esto posible,
permitiéndonos imaginarnos realmente lo que, como dijo Nina Simone, se
puede sentir al ser libre", apuntó.
Son
varios los factores que, en su opinión, explican las protestas que han
llenado las calles de más de 100 ciudades estadunidenses tras el caso de
George Floyd, asfixiado por un policía en Minneapolis. “La confluencia
de la pandemia de covid-19, la presidencia actual por supuesto, la
increíble organización del feminismo antirracista durante la pasada
década, especialmente desde la revuelta de Ferguson (protestas de 2014) y los recientes asesinatos de Ahmaud Arbery, Breonna Taylor, Tony McDade
y George Floyd han creado esta combinación única”, afirmó Davis. Que
todo el mundo pudiera ver sus últimos nueve minutos de vida, dijo por
videoconferencia, fue la “chispa” que prendió la llama.
“La
organización antirracista que ha habido durante este periodo reciente,
incluso cuando parecía que no había nadie escuchando fuera de las
comunidades negras ha marcado una gran diferencia. Lo destaco porque no
siempre tenemos la oportunidad de ser testigos de los resultados, de
forma tan espectacular, del activismo y su trabajo intelectual, que
cambian la mentalidad de la gente y comienzan a modificar las narrativas
de la cultura dominante en muy poco tiempo”, agregó. “Ahora, dentro de
la cultura dominante, escuchamos comentarios sobre el racismo sistémico,
el racismo estructural, el racismo institucional”.
Estados
Unidos, prosiguió la teórica antirracista durante el debate, tampoco
había vivido nunca manifestaciones “tan masivas y sostenidas” tanto en
las grandes ciudades como en los pueblos pequeños. “A la vez, es
importante reconocer que esta conciencia del racismo es global. Nuestras
hermanas y hermanos en el continente africano, en Sudamérica...”,
aseguró Davis, que mencionó en concreto el ejemplo de Brasil: “Sufren
los mismos problemas (de violencia policial) que nosotros en este país y
con frecuencia con mayor intensidad”. Para ella, el papel de los
activistas en este momento, sostuvo una vez más, “debe ser demostrar las
conexiones entre el capitalismo mundial y el racismo globalizado, el
capitalismo racial desde la época de la esclavitud hasta el presente”.
La pregunta va a ser qué hacemos después
“Diría
que estamos en medio de la más intensa expresión de sentimiento
colectivo antirracista que este país nunca ha visto”, agregó Davis en
otra de sus intervenciones. Sin embargo, opina que, después de más de 10
días de protestas, los esfuerzos deben concentrarse en el “ahora qué”.
“Hemos
visto 11 días de manifestaciones masivas y marchas de todo tipo. Pero
esto pasará. Las manifestaciones no continuarán para siempre y creo que
es nuestra responsabilidad como organizadores y activistas”, aseveró,
como involucrar a “aquellos que han sentido que participar en las
manifestaciones es un primer paso para hablar en contra de los sistemas
racistas de siglos de antigüedad en este país”.
“Hay
mucha gente nueva ahí fuera”, añadió Davis, quien puso el ejemplo de su
joven sobrina, que ha sido hasta ahora “bastante apolítica. Nos
escribió hace poco una carta a mis hermanos y a mí agradeciéndonos el
trabajo que hemos hecho y ahora está ahí, en las manifestaciones (...)
Tenemos que prepararnos para una organización tan intensa como lo han
sido estas esperadas manifestaciones.
“Así
que la pregunta va a ser qué hacemos después. ¿Cómo aprovechar este
momento? Porque todos conocemos el trabajo real, no importa cuán
impresionantes sean las manifestaciones, el trabajo real no está grabado
en video, no sale en televisión, es el trabajo que todos vosotros
habéis estado haciendo día a día organizando y concienciando, así que la
pregunta es cómo pasamos de este momento al siguiente”, señaló. También
subrayó el papel del arte y la cultura, así como de la música, en el
cambio de mentalidad y “la globalización de la conciencia antirracista”.
A
diferencia del resto de participantes, que hasta entonces no habían
sacado el tema, Davis se refirió a las próximas elecciones
presidenciales de noviembre. “Con el candidato demócrata siendo quien es
(Joe Biden), no
creo que haya mucha inclinación hacia este debate, pero tenemos que
tenerlo: hablar de cómo utilizar la política electoral de forma que nos
ayude a ampliar la arena para organizarnos. Así que no se trata de
elegir a alguien que creemos que nos va a representar, sino de elegir a
alguien sobre el que podamos ejercer el tipo de presión que amplíe el
terreno de la política radical”, opinó.
“Se arresta a policías, pero la estructura es aún racista”
La
temática del debate era cómo forjar una “estrategia abolicionista para
la defensa de las comunidades negras”. Davis, férrea crítica del sistema
penitenciario que apoya abiertamente la abolición de las cárceles,
volvió a pronunciarse sobre esta cuestión y enmarcó en este movimiento
algunas de las demandas que están cobrando fuerza en las actuales
protestas, como la desfinanciación de la
policía. “Lo que para mí es más emocionante de este momento es la forma
en que los jóvenes están construyendo sobre las luchas que tuvieron
lugar antes y llevándolas mucho más lejos de lo que cualquiera de
nosotros podría haber imaginado”, recalcó. “Me siento muy agradecida de
seguir viva en este momento para presenciar, en nombre de todos mis
camaradas que han caído, cómo todos vosotros nos estáis haciendo
avanzar”.
“Hace
muchos años, cuando empezamos a hablar de la abolición, la gente
pensaba que estábamos completamente locos. ¿Qué quiere decir abolir
nuestras prisiones, qué vamos a hacer con todos los asesinos y los
violadores? ¿Qué quiere decir controlar la policía? Toda esa demanda de
control comunitario de la policía se ha movido hacia una posición de
cuestionar por qué las estructuras de la policía tienen que estar tan
saturadas de racismo y capitalismo”, prosiguió.
“Por
supuesto, seguimos viendo que el impulso inmediato es pedir al sistema
penal, al sistema legal, que trate a los policías como a toda la gente
que comete delitos. Pero hemos hecho eso durante décadas y cada vez que
un policía es arrestado y juzgado, o incluso condenado en algunos casos,
las estructuras policiales siguen siendo tan violentas, tan represivas,
tan racistas, tan misóginas, como lo eran antes”, aseguró la histórica
activista. “Cuando miramos la historia del sistema penitenciario de este
país nos damos cuenta de que siempre se han pedido reformas y éstas se
han instituido, pero la institución se ha vuelto aún más violenta, aún
más represiva, aún más racista”, enfatizó.
En
este sentido, Davis defendió que “uno de los aspectos críticos del
complejo industrial penitenciario” hoy en día es la detención de
inmigrantes. “No solo en Estados Unidos, sino en Europa, Australia, en
todo el mundo. Cuando decimos que queremos abolir la policía, tenemos
que señalar también que queremos abolir el ICE (Servicio de Inmigración y
Control de Aduanas). ¿Hemos reformulado la pregunta, no sobre hacer las
prisiones más humanas o la policía más eficaz? ¿Qué pasa si nos
preguntamos qué aspecto tendría nuestro mundo si no existieran tales
instituciones? Necesitaríamos mejores escuelas, mejor atención médica,
desprivatizar la asistencia sanitaria, la vivienda y la comida. Si
miramos estos temas a través de una lente abolicionista, también nos
exigiría usar enfoques feministas, porque el feminismo antirracista y
anticapitalista nos ayuda a mantener todos estos temas en tensión",
subrayó.
“Demandemos
la reducción de la policía, pero al mismo tiempo tenemos que imaginar
nuevas formas de seguridad. ¿Cómo sería la seguridad si no estuviera
basada en la violencia? ¿Cómo sería la seguridad interrelacionada con
nuestras necesidades de comida, vivienda, atención sanitaria, trabajo y
cultura?”, zanjó.
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