Fuentes: Rebelión
En enero de este 2020 nadie hubiera podido imaginar que en Virginia,
Alabama, Tennessee y Mississippi, estados del sur norteamericano, los
símbolos que celebran el pasado colonialista y esclavista de Estados
Unidos estuvieran siendo derrumbados, estropeados o retirados, en medio
de protestas y disturbios sociales ocasionados por el asesinato, a
manos de la policía, de un hombre negro George Floyd. Todo eso es el
resultado de cuatro siglos de vejaciones y humillaciones de los negros
esclavizados en Estados Unidos y otras partes del mundo. Todos los seres
humanos somos iguales, rezan muchas declaraciones, que después no se
corresponden con las tercas realidades. No puede ser que una parte de
la humanidad continúe siendo tratada, como si no fueran parte de la
especie humana, el proceso civilizatorio reclama la igualdad plena.
Pero
lo que está sucediendo en Estados Unidos ya ha sobrepasado lo
anterior y ahora las protestas claman por justicia. Ese arcoíris de
seres humanos que protesta en las calles estadounidenses ha dicho
basta y ha echado a andar, como dijera el Che. Enough
is Enough. Las razones de ello están en que, el sistema en
el que viven, ya no satisface a sus necesidades materiales y
espirituales. Esta pandemia calificada por Ignacio Ramonet « como un
hecho social total » ha removido la estructura social y en Estados
Unidos, millones de ciudadanos no tienen recursos económicos para
recibir atención médica y el sistema hospitalario ha sido reducido.
Y sin esa necesaria atención se muere. El reino de la incertidumbre
se ha instalado.
Estados Unidos alcanzará las 201.129 muertes por covid-19 el 1 de
octubre próximo, según la proyección del Instituto para los Parámetros y
la Evaluación de la Salud (IHME) reseñada hoy, 14 de junio, en la
prensa nacional. De acuerdo con el reporte del diario The Hill
las estadísticas salen a la luz después que la semana pasada 18 estados
registraran una tendencia creciente en el número de infecciones. Este
estudio señala a las medidas de fin de confinamiento iniciadas en las
últimas semanas como las culpables de las futuras muertes, pues se
pusieron en vigor cuando algunos estados reportaban todavía un número
creciente de casos. Los territorios son: Alaska, California, Oregón,
Nevada, Arizona, Montana, Wyoming, Texas, Oklahoma, Arkansas, Luisiana,
Mississippi, Alabama, Georgia, Carolina del Norte, Carolina del Sur,
Hawái y Florida.
Alarma e interrogantes provocan los hechos siguientes: casi a las 4
de la madrugada del pasado miércoles 10 de junio el cuerpo de Robert
Fuller, de 24 años, fue encontrado en las cercanías del ayuntamiento en
Palmdale, una ciudad de 150.000 habitantes, a una hora al norte de Los
Ángeles. “No había nadie en la escena y los paramédicos encontraron el
cuerpo colgado de un árbol”, explicó este lunes Daryl Osby, jefe del
departamento de bomberos del condado de Los Ángeles. Un transeúnte que
vio el cuerpo contactó a las autoridades. Por otra parte, a una hora de
Palmdale en dirección este, en la ciudad de Victorville, un grupo de
bomberos acudió a la escena en la que Malcolm Harsch, de 38 años, había
aparecido colgado de un árbol el pasado 31 de mayo. La muerte de dos
negros colgados de árboles desata indignación e interrogantes en Estados
Unidos. Las características de los incidentes, además, han hecho
recordar el terrible pasado de linchamientos de negros en EE.UU. a
finales del siglo XIX y durante el siglo XX.
Mientras, la violencia de grupos derechistas racistas y antimigrantes
nutrida por la retórica presidencial sigue brotando por el país. La
noche del lunes 15 de junio una milicia armada atacó a activistas que
intentaban tumbar la estatua del conquistador español Juan de Oñate en
Albuquerque, dejando en estado crítico a un manifestante.
Ante las protestas masivas y una abrumadora mayoría de la opinión
pública, el presidente Donald Trump se vio obligado a firmar una orden
ejecutiva de reformas policiacas, pero nunca menciona el tema del
racismo en el comportamiento de los uniformados. El mandatario decidió
rodearse de oficiales de seguridad pública en el acto para firmar su
orden, declaró que sin policías hay caos, señaló que sólo un número muy
reducido de oficiales han cometido actos de brutalidad policiaca y
subrayó que los estadounidenses quieren ley y orden, lema que será
central en su campaña de reelección, según David Brooks en el periódico La Jornada
del 17 de junio de 2020. Esto corrobora lo dicho recientemente por su
exasesor de Seguridad Nacional, John Bolton, quien expresa que todos sus
actos están dirigidos a garantizar la reelección presidencial el
próximo 3 de noviembre.
Garrett Rolfe [1], un policía blanco disparó y mató este viernes 12
de junio a Rayshard Brooks, un afroamericano de 27 años, en el
estacionamiento de un Wendy’s (cadena de hamburgueserías) al sur de
Atlanta. El suceso se produce en medio de la ola de protestas contra la
brutalidad policial hacia los negros en Estados Unidos. The New York Times
cronometró y analizó lo ocurrido en la denominada “la meca negra” con
los vídeos de las cámaras de vigilancia del restaurante a los que tuvo
acceso, algunos difundidos por la Oficina de Investigación de Georgia y
otros publicados por testigos presenciales en las redes sociales. Donald
Trump consideró el miércoles que la policía estadounidense ha sido
‘tratada injustamente’, en una entrevista en la televisión en la que dio
la impresión de defender de alguna manera al policía que mató a un
hombre negro la semana pasada en Atlanta. El agente de policía Garrett
Rolfe fue acusado de asesinato el miércoles, cinco días después de haber
matado a un joven afroestadounidense, Rayshard Brooks, en un drama que
reavivó la indignación contra los comportamientos racistas en el país.
En Florida tambien apareció muerta una activista contra el racismo
Oluwatoyin Toyin Salau. ¿Qué significan esos hechos? El racismo
estructural está muy anclado en el imaginario de los anglosajones y hay
miles de profascistas que deambulan armados, como hemos visto en algunas
imágenes televisivas en estos días. Esos asesinatos deben ser
investigados y esclarecidos, pues la sucesión de hechos permite pensar
que, ciertos círculos consideran que los predestinados, los ungidos o
consagrados están por encima de la ley y pueden mostrar que ellos
pelearán para mantener el statu quo, al precio que sea necesario.
Siempre ha sido extraño (e indignante) que las bases militares
estadounidenses tengan nombres de traidores, de generales confederados
que se rebelaron contra la Unión para defender la esclavitud [2]. Y los
altos mandos del Ejército parecen dispuestos a cambiárselos. La
presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi,
pidió la retirada de 11 estatuas de militares confederados del
Capitolio. Pero Trump dice que no. ¿Cómo se le ocurre asumir esa
posición en un momento en el que por fin los estadounidenses parecen
estar reconociendo la injusticia que por sistema sufren los
afroestadounidenses, lo cual ha llevado a un aumento del respaldo
público al movimiento Black Lives Matter [Las vidas de los
negros importan]? Sin duda, lo inteligente sería emular a buena parte
del Estados Unidos empresarial: hacer unos cuantos gestos baratos en
nombre de la justicia social, aunque sin cambiar nada fundamental. Por
ejemplo, hasta la Nascar [la asociación más importante de carreras de
coches] ha anunciado que prohibirá la bandera confederada en sus
competiciones. Y cambiar el nombre de las bases militares resultaría muy
barato, señaló Paul Krugman el 12 de junio en el periódico La Jornada de México.
¿Qué
significa ese movimiento que se ha extendido a otros lugares, como
Inglaterra y Bélgica? Algunos dicen que es una guerra de símbolos.
Se hace necesario examinar este fenómeno por su vinculación con la
esclavitud y el colonialismo. Es preciso evaluar ese despertar de las
conciencias en tantos lugares a la vez.
Un agente del Departamento de Policía del Condado de Clayton
(Georgia) ha provocado indignación en parte de la población, por apuntar
con su pistola a un grupo de adolescentes afroamericanos y mantenerlos
con las manos en alto durante varios minutos. Los hechos ocurrieron el
15 de junio en los suburbios de Atlanta, donde un empleado de una tienda
llamó al servicio de emergencias 911 afirmando que unos adolescentes
intentaron robar en el local y que se les había visto jugando con un
arma, informa la
prensa local. El policía que acudió al lugar sacó la pistola, apuntó a
los menores y les ordenó que levantaran las manos y permanecieran
inmóviles. Paralelamente, varias personas enfurecidas por los hechos
empezaron a congregarse en los alrededores, exigiendo al oficial que
dejara ir a los adolescentes. Poco después el agente bajó el arma y
cuando llegó otro policía empezaron a cachear a los menores y no
encontraron ningún arma, informo la agencia Rusia Today el 18 de junio.
Según
los sondeos, la pérdida de intención de voto del gobernante
republicano se debe a su pésima gestión de la crisis sanitaria
provocada por el nuevo coronavirus y a las protestas antirracistas,
que por cierto, nadie puede atribuir al trabajo de una organización,
sino a varias y a muchos activistas, así como a las frustraciones
contenidas de los seres humanos.
Una nueva piedra en el zapato del presidente es lo publicado sobre el libro In the Room Where It Happened.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habría planteado usar la
fuerza militar contra Venezuela y consideraba «genial» la idea de
invadir el país caribeño, al que veía como «realmente una parte de
Estados Unidos», según se desprende de los extractos de un libro —que
será publicado por la editorial Simon&Schutster [3]– aún inédito del
exasesor de Seguridad Nacional John Bolton, revelado este miércoles por
el periódico The Washington Post y otros medios estadounidenses.
El presidente de Estados Unidos puede ver resurgir sus mayores miedos
por culpa de su sobrina Mary Trump [4], hija de su difunto hermano
mayor, que prepara un libro en el que desvela los trapos sucios y
oscuras historias familiares con el magnate como protagonista. Too Much and Never Enough: How My Family Created the World’s Most Dangerous Man
verá la luz el próximo 28 de julio. Vivencias que recuerda como
“pesadillas, traumas, relaciones destructivas y una trágica combinación
de abandono y abuso de influencia”. Mary Trump no está dispuesta a
olvidar ni perdonar nada de su pasado. Tanto es así que supuestamente
ella fue una de las principales fuentes en la investigación ganadora del Pulitzer sobre cómo Donald Trump amasó parte de su fortuna a base de fraudes fiscales y sociedades falsas durante los años noventa.
Para llenar la copa de las preocupaciones, el 8 de junio pasado el
National Bureau of Economic Research -la máxima autoridad académica del
estudio de los ciclos de la economía de Estados Unidos- dictaminó que
ese país entró en recesión en febrero del 2020 por primera vez desde el
2009.
Docenas de artistas han lanzado hoy nuevas canciones que detallan la
experiencia negra en medio de las protestas mundiales provocadas por las
recientes muertes de Floyd, Breonna Taylor y Ahmaud Arbery, entre
otros, ha difundido la agencia ANSA. Pero hay una en particular que
tiene mucho simbolismo, la canción de la fallecida Aretha Franklin Never Gonna Break My Faith de 2006, que la Reina del Soul grabó con Mary J. Blige y que fuera lanzada por la RCA y Sony en coincidencia con el Juneteenth, también conocido como Día de Independencia o Día de la Libertad. La canción apareció originalmente en la película Bobby,
sobre el asesinato del senador estadounidense Robert F. Kennedy en
1968, y presenta voces de fondo del Coro de Niños de Harlem.
Trump, enfrentado a una ola de críticas, aceptó la posibilidad de
perder los comicios ante Biden y declaró que perder las elecciones de
noviembre sería “algo triste para el país, porque los demócratas tienen
políticas que incluyen deshacerse de los departamentos de policía” o “no
hacer nada para enfrentar los disturbios”, reportó desde Nueva York la
cadena Hispantv el 15 de junio. Curiosa confesión, y no acorde con la
personalidad de un egocéntrico como el señor Trump, pero no hay dudas
que se le han ido acumulando tantos problemas que ahora tiene que ir
cuesta arriba en el camino hacia la Casa Blanca.
Mi campaña no ha empezado todavía. ¡Empieza la noche del sábado en Oklahoma!”,
expresó el mandatario norteamericano en un mensaje publicado el viernes
19 de junio en su cuenta de Twitter. El mitin de la campaña electoral
del actual presidente de Estados Unidos se realiza esta jornada en un
estadio con capacidad para 19.000 personas que la campaña
de Trump planea llenar por completo. Tal medida ha provocado diversas
críticas, entre ellos, el diario local Tulsa World advirtió que
este mitin en una ciudad que está viviendo una fuerte tensión por las
masivas manifestaciones antirracistas puede empeorar la situación
sanitaria en un estado que también está en pleno pico de contagios de la
COVID-19. Ironías de la vida, se habla que Trump y la hija salieron muy
disgustados porque ni siquiera 10.000 partidarios estuvieron en el
estadio. Malos augurios, pero, me pregunto si pensaron bien el
escenario, pues Tulsa [5] está ligado a la historia de las luchas
raciales en Estados Unidos.
El
19 de junio se conmemora el fin de la esclavitud en Estados Unidos
[6]. La semántica y la vista corta brindan una imagen distorsionada
de la realidad, porque continúan las protestas callejeras contra el
racismo estructural y por establecer el imperio de la justicia.
Notas
1) El agente Garrett Rolfe, que trabajaba en el Departamento de la
Policía de Atlanta desde 2013, fue despedido y el otro policía
involucrado, Devin Brosnan, será relegado a labores administrativas.
Menos de 24 horas después el suceso la jefa de policía de Atlanta, Erika
Shields, renunció a su cargo.
2)
Las estatuas de los generales Wickham (Richmond, Virginia) y Lee
(Montgomery, Alabama), de Jefferson Davis, presidente de los Estados
Confederados durante la Guerra de Secesión (Durham, Carolina del
Norte) y del periodista y político racista Carmack (Nashville,
Tennessee) fueron derribadas. En Portland, Oregón, cayó la imagen
en bronce de Thomas Jefferson, quien firmó la Declaración de
Independencia de Estados Unidos y fue el tercer presidente de ese
país. Escribieron encima: «esclavista» y «dueño de esclavos»
3) Simon& Schuster, Inc., una división de CBS Corporation, es una
editorial fundada en la ciudad de Nueva York en 1924 por Richard L.
Simon y M. Lincoln («Max») Schuster. Es una de los cuatro mayores editoriales y casas editoriales en
idioma inglés, junto con Random House, Penguin y Harper Collins.
Publica más de dos mil títulos al año bajo al menos 35 sellos
diferentes.
4)
Única sobrina de Donald. tiene 55 años, es licenciada en Literatura
inglesa y tiene un doctorado en Psicología clínica. Vive en Long
Island y ha preferido mantenerse alejada del foco mediático hasta
ahora, que está dispuesta a resolver cuentas pasadas, presentes y
futuras con la familia.
5) La ciudad de Tulsa fue la sede de una de las peores masacres de
afroamericanos de la historia, cuando en 1921 unos 300 negros fueron
asesinados por grupos blancos. Por otra parte, el mitin de Trump
coincide con la conmemoración del 155 aniversario de Juneteenth
o la liberación de los últimos esclavos negros en 1865 y la abolición
de la esclavitud, que se realizó el viernes. Publicado por Resumen Latinoamericano, 20 de junio de 2020
6) La esclavitud en los Estados Unidos se refiere a la institución
legal que existió en los Estados Unidos durante los siglos XVIII y XIX.
El 19 de junio se conmemora una de las fechas más relevantes en la
historia de la Unión Americana. Abraham Lincoln fue elegido decimosexto
presidente en 1860 y el primero del Partido Republicano. Antes de que
tomase posesión de su cargo los siete estados esclavistas declararon su
secesión de los Estados Unidos, formando los Estados Confederados de América. El gobierno federal arguyó que la secesión era ilegal y pronto se produjo el ataque por parte de los secesionistas a Fort Sumter, iniciándose así la Guerra Civil Estadounidense. Tras la victoria de la Unión en 1865
se añadieron tres enmiendas a la constitución para garantizar la
libertad de los casi cuatro millones de afroamericanos que habían sido
esclavos. Al finalizar la guerra Lincoln estableció la reconstrucción,
tratando de unir rápidamente al país a través de una política de
reconciliación.
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