Senadores lo llaman
fascistay
dictador
Movilizaciones en más de 140 ciudades
Solidaridad en un país afectado por pandemia y crisis económica
No puedo respirar, la consigna
▲ Miembros de la familia de George Floyd participaron ayer en una marcha
que fue de Discovery Green al ayuntamiento en Houston, Texas, con el
apoyo del movimiento Black Lives Matter. Floyd vivió hace tiempo en un
distrito de Houston.Foto Afp
David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 3 de junio de 2020, p. 23
Nueva York. El estallido de furia nacional se expresa
ahora en más de 140 ciudades, donde miles desafían amenazas de represión
militar, toques de queda y fuerzas policiacas, y aunque las imágenes
más dramáticas son las de saqueos y confrontación con autoridades, la
mayoría de las protestas contra la violencia oficial racista son
pacíficas, repletas de encuentros solidarios en un país azotado por una
pandemia y la peor crisis económica en casi un siglo.
La respuesta de Donald Trump sólo ha avivado la furia por su amenaza,
el lunes, de desplegar a las fuerzas militares contra sus ciudadanos
para aplastar las expresiones disidentes masivas en el país, algo que
provocó no sólo denuncias de sus opositores políticos, sino incluso de
líderes religiosos y hasta de comandantes militares retirados.
El ex jefe del estado mayor Martin Dempsey publicó en un tuit:
Estados Unidos no es un campo de batalla. Nuestros conciudadanos no son el enemigo. El general retirado Tony Thomas, ex jefe del Comando de Operaciones Especiales, también criticó la orden de Trump, cuestionando su retórica sobre represión al afirmar: “no es lo que Estados Unidos necesita escuchar… nunca, a menos de que seamos invadidos por un adversario o suframos un fracaso constitucional, o sea, una guerra civil”.
Después de ordenar la represión de cientos de manifestantes pacíficos
a una cuadra de la Casa Blanca por fuerzas federales y hasta un
helicóptero Blackhawk, y despejar esa zona para que el
presidente pudiera caminar y posar con una Biblia en frente de una
iglesia, contra los deseos de los encargados de ese templo, Trump
decidió ayer presentarse en la Capilla Nacional de San Juan Pablo II. El
arzobispo católico de Washington, Wilton Gregory, deploró la visita
que viola nuestros principios religiososy en referencia al acto del lunes, recordó que el papa Juan Pablo II
no hubiera avalado el uso de gas lacrimógeno y otros actos disuasivos para silenciar, dispersar o intimidara manifestantes “para lograr un photo op para el presidente”.
Las cúpulas políticas no tienen respuesta por ahora a la ira
–acumulada durante años por las injusticias raciales sistémicas–
detonada por el asesinato del afroestadunidense George Floyd a manos de
un policía blanco que colocó una rodilla sobre su cuello hasta
asfixiarlo en Minneapolis, hace más de una semana.
Pero muchos están denunciando la respuesta de Trump, incluso algunos senadores que se atrevieron a usar las palabras
fascistay
dictador.
El ex vicepresidente Joe Biden, virtual candidato presidencial demócrata, denunció las respuestas de Trump al declarar que
el presidente de Estados Unidos debe ser parte de la solución, no el problema. El mandatario es hoy parte del problema y lo acelera.
Algunos republicanos y destacadas figuras conservadoras como el
columnista George Will se atrevieron a expresar su desacuerdo con las
declaraciones de Trump, incluido el ex presidente George W. Bush, quien
comentó que
hay un camino mejor: el de la empatía.
En Washington, fuerzas militares se desplegaron en varios puntos de
la ciudad con vehículos de guerra Humvee y efectivos en camuflaje
portando armas de alto poder. Sin embargo, las protestas continuaron a
una cuadra de la Casa Blanca.
En Nueva York, el primer toque de queda ordenado desde 1943 (después
de que un policía blanco mató a un soldado afroestadunidense) no logró
frenar más saqueos en el pleno corazón comercial de la ciudad, Herald
Square, la noche del lunes. Ahí, cientos de jóvenes lograron romper
entradas a la tienda departamental Macy’s, junto con decenas de otras de
marcas de lujo, al igual que en partes de la Quinta Avenida y en
Broadway, desde Union Square hasta la calle Canal. Se reportaron más de
700 arrestos. Como resultado, el alcalde anunció que el toque de queda
empezará más temprano, a las 8 de la noche (hora local), mientras más
tiendas colocan tablas de triplay para proteger sus ventanas por toda la
ciudad.
Pero como ha sido el caso en casi todas las ciudades, durante el día
las manifestaciones han sido generalmente pacíficas. Ayer en Nueva York
un contingente de miles de personas marchó de Foley Square a Washington
Square, coreando las consignas:
no puedo respirary
manos arriba, no disparen, mientras recibían aplausos y gritos de apoyo de gente en las ventanas en edificios cuando pasaban por Broadway en la misma
zona de guerrasaqueada durante la noche. Choferes de camiones tocaron el claxon y trabajadores de la construcción expresaron solidaridad a contingentes multirraciales que marchaban por varios puntos de la ciudad, incluyendo Times Square, donde se sumaron médicos y enfermeras que combaten la pandemia para expresar su apoyo.
Escenas parecidas se vieron en decenas de ciudades por todo el país.
De hecho, continúa el debate entre activistas en las calles sobre las
tácticas, algunos impiden actos de vandalismo o saqueo de sus
compañeros.
De esto no se trata la protesta, repiten, señalando que hasta la familia de Floyd, cuyo asesinato por un policía blanco colocando la rodilla sobre su cuello hasta asfixiarlo detonó este movimiento, han solicitado no recurrir a la violencia y poner fin al saqueo. Algunos argumentan que actos de saqueo y vandalismo benefician a Trump y la derecha más que al movimiento.
Más de 125 incidentes de violencia, arrestos, y hostigamiento de
periodistas que cubren las marchas, principalmente a manos de policías,
han sido registrados por el Comité de Protección de Periodistas.
Músicos, artistas, modelos y deportistas profesionales se han sumado a las protestas o han expresado su apoyo. Ayer se proclamó
el Martes de Apagón(Blackout Tuesday) y #TheShowMustBePaused por músicos y antros que apagaron sus cuentas y plataformas de difusión de su música en solidaridad con este movimiento, en el cual participaron Rihanna, Green Day, Katy Perry, Beastie Boys, Christina Aguilera, Radiohead y muchos más.
En Chicago, la fotógrafa Amber Marie Green cuenta que estaba tomando
imágenes de las protestas “cuando se arrimó un auto justo a mí tocando
el claxon en solidaridad. Lo que vi en el asiento trasero de inmediato
me provocó lágrimas… Una mujer sosteniendo a su hijo pequeño mientras
ella lloraba. Lo estaba alentando a ver a toda la gente luchando y
protestando por la existencia de su pequeño, mientras lloraba porque
sabía de la realidad para su hijo. Yo también soy madre de un niño
afroestadunidense, sabía exactamente qué significaban sus lágrimas. No
conozco a esta mujer, pero nuestras lágrimas hablan el mismo lenguaje de
ira, dolor y, sí, temor, por nuestros hijos. Sin embargo, estábamos
ambas ahí, preparadas para luchar por ellos. Al empezar a irse el coche,
yo y la madre cruzamos miradas, asentimos con nuestras cabezas, y ambas
levantamos el puño en el aire”. (https://twitter.com/yourphotobae/status/1267918440263794689?s=20).
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