▲ Migrantes cruzan, ayer, el Río Bravo, entre Ciudad Juárez, Chihuahua, y
El Paso, Texas, para entregarse a autoridades estadunidenses.
De continuar con el ritmo de tendencias proyectadas de
espera y retorno a México desde Estados Unidos de solicitantes de asilo
en dicho país, con la extensión del programa informalmente conocido como
Quédate en México acordado la semana pasada en Washington DC, tomaría
poco más de tres meses enviar a 100 mil migrantes a las ciudades
fronterizas de México, reportó la Oficina en Washington para Asuntos
Latinoamericanos (Wola).
En un análisis sobre las implicaciones que podrían tener los acuerdos
alcanzados el 7 de junio en Washington para frenar la imposición de
aranceles a México, las investigadoras Maureen Meyer y Gina Hinojosa,
del Wola, explicaron que bajo el programa estadunidense Protocolos de
Protección a Migrantes, quienes se presentan en los puertos oficiales de
entrada, o que son detenidos entre los puertos de entrada y buscan
asilo en Estados Unidos, pueden ser devueltos a México mientras esperan
la adjudicación de sus casos de asilo en los tribunales de inmigración
estadunidenses.
Desde el lanzamiento del programa, el 25 de enero pasado, más de 11
mil migrantes que buscan asilo en Estados Unidos han sido devueltos a
México y funcionarios estadunidenses afirman que con la expansión,
esperan devolver un adicional de mil solicitantes de asilo por día,
destacan las especialistas.
Así, este ritmo “llevaría más de tres meses enviar a 100 mil
migrantes –esencialmente, personas sin hogar, desempleados, personas
vulnerables, incluidas algunas que no hablan– a las ciudades fronterizas
de México”, se lee en el estudio.
Para las investigadoras, dichos números abrumarían por completo a las
ciudades fronterizas, que ya están bajo presión extrema debido a la
escasez de recursos, la crisis de inseguridad y un sistema de medición
implementado por los funcionarios de la frontera estadunidense, que ha
limitado drásticamente el número de solicitantes de asilo que tienen
acceso a los puertos de entrada cada día.
Ese sistema, añaden, actualmente está obligando a unos 19 mil
solicitantes de asilo a esperar semanas o meses en el lado mexicano de
la frontera para una cita con autoridades de Washington.
Exhiben que los refugios locales para migrantes administrados por
organizaciones de beneficencia privadas, generalmente basadas en
iglesias, actualmente albergan el doble, a veces el triple, de migrantes
para los que están construidos.
Agreguen mil más por día y el espectáculo inconcebible de los campamentos de refugiados en las ciudades fronterizas de México no puede estar muy lejos.
Para evitar este escenario, sugieren al gobierno mexicano
proporcionar rápidamente servicios a estas áreas y desarrollar
procedimientos para transferir a los solicitantes de asilo que
regresaron de la frontera, a otras partes de México.
Foto Ap
Ana Langner
Periódico La Jornada
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