A 60 años de la Revolución
“No
hay obra humana perfecta y tampoco lo son, por supuesto, las
revoluciones, que las hacen los hombres con sus limitaciones e
imperfecciones”.
(FIDEL CASTRO, 1976, XV aniversario de la victoria de Playa Girón y de la proclamación del carácter socialista de la revolución)
Sin
duda la Revolución Cubana es el acontecimiento político-social más
importante del siglo XX en América Latina. El 1° de enero cumple 60 años
y no ha envejecido. Por el contrario, está remozando su
institucionalidad y su sistema económico socialista. Lo hace mediante
una Constitución Política que se someterá al veredicto del pueblo el 24
de febrero.
La propuesta de 224 artículos fue elaborada por la
Asamblea Nacional del Poder Popular -el Parlamento cubano-, y se
discutió en centenares de reuniones de base. El proyecto reafirma el
carácter socialista del sistema político, económico y social de Cuba y
la conducción del Partido Comunista. En ese sentido la Revolución Cubana
no mordió el anzuelo neoliberal que Obama le lanzó el 2016 y tampoco ha
levantado bandera blanca ante la arremetida del actual César de la Casa
Blanca.
La nueva Constitución reconoce el papel del mercado en
la economía y nuevas formas de propiedad, incluida la privada, sin ceder
un ápice en el rol hegemónico del Estado. Esto representa un cambio
significativo -y realista- respecto a la Constitución de 1976. En la
isla hay una importante inversión extranjera -que aumentará al amparo de
la nueva Constitución que le garantiza estabilidad-. Asimismo está
creciendo un sector de pequeños empresarios cuya actividad abarca
numerosas funciones productivas y de servicios.
La experiencia
de Cuba asombra por muchos motivos. El principal: haber hecho una
revolución socialista a 90 millas del más grande y belicoso imperio de
la historia. La desproporción de fuerzas entre este David y su vecino
Goliat, es enorme. Cuba es una isla (mejor dicho un archipiélago) pobre
en recursos naturales. Su tamaño es menor que la Región de Antofagasta
en Chile. Su población sólo alcanza a 11 millones y medio de personas
mientras su vecino tiene 350 millones de habitantes y la fuerza militar
más poderosa del mundo.
En abril de 1961, la CIA entrenó y
pertrechó una fuerza de 1.200 contra revolucionarios que desembarcaron
en Cuba por Playa Girón. Dos días antes aviones que lucían la bandera
cubana despegaron de Nicaragua y bombardearon bases aéreas en Cuba
causando numerosos muertos y heridos. Luego aterrizaron en EE.UU.
simulando una rebelión de la fuerza aérea revolucionaria. La agresión
norteamericana gatilló una desafiante respuesta de Fidel Castro y del
pueblo que el 16 de abril proclamaron el carácter socialista de la
revolución. La invasión fue derrotada rápidamente: cien mercenarios
murieron y 1.100 cayeron prisioneros. Al año siguiente EE.UU. impuso el
bloqueo comercial y financiero que ha significado a Cuba pérdidas por
134.500 millones de dólares. La Asamblea General de Naciones Unidas
viene condenando desde hace 27 años esta ilegal medida -orientada a
asfixiar la economía cubana- sin que EE.UU. acate la opinión universal.
Cuba
ha soportado grandes penurias en defensa de su revolución. El pueblo
cubano se ha quitado el pan de la boca para ayudar a otros pueblos. Sus
médicos, maestros y soldados han derrochado amor por la Humanidad en
Africa y en numerosos países latinoamericanos, entre ellos Chile.
Implementar
una economía socialista eficiente y próspera, constituye la
preocupación más importante de los cubanos. Esto se refleja en debates
de especialistas y en críticas, denuncias y propuestas de la población.
La más frecuente se refiere a los exiguos salarios y pensiones que no
alcanzan a cubrir las necesidades de la población. La revolución acosada
ha tenido que distribuir la pobreza para enfrentar la presión
desestabilizadora del imperio. La escasez del mercado interno y las
bajas remuneraciones generan mercado negro y corrupción. El presidente
Miguel Díaz-Canel ha denunciado el robo de combustible e impulsa severas
medidas para combatir el mercado negro.
El pueblo cubano goza
de derechos fundamentales como salud y educación costeadas por el
Estado. Pero hay insuficiencias serias en vivienda y transporte que
agobian la vida de los cubanos. La población quiere mayor agilidad en
las reformas y ver resultados pronto. Muchos jóvenes emigran buscando
mejores condiciones de vida. Se incorporan a la ola migratoria que es la
sombra que acompaña a la globalización.
No obstante la
propuesta más discutida de la nueva Constitución no fue la economía sino
otra cuya aprobación habría significado un salto histórico en la
cultura cubana. La comisión redactora propuso el matrimonio igualitario,
o sea la unión de dos personas sin especificar sexo. Las corrientes
religiosas montaron en santa cólera y removieron las aguas del machismo
cubano. La mayoría de casi 200 mil opiniones impugnaron el artículo que
debió ser eliminado del texto. No obstante la diputada Mariela Castro
Espín, hija del ex presidente Raúl Castro y tenaz defensora de los
derechos de la población LGTB, afirma que la nueva Constitución
permitirá avanzar en la igualdad de derechos de las parejas gay y
lesbianas.
El socialismo que se construye en Cuba mantiene
vigente el pensamiento de Fidel. Por eso los cubanos se niegan a
convertirse en galeotes del neoliberalismo. El 2001 el líder cubano
escribió al director de Punto Final: “En los últimos años los
pueblos del continente han sido testigos de los tenebrosos efectos de
las políticas neoliberales aplicadas al impulso de los intereses de
nuestros seculares dominadores. La absoluta liberalización comercial y
la desregulación financiera, la privatización y reprivatización del
patrimonio estratégico de las naciones latinoamericanas, su entrega a
las grandes transnacionales, la prevalencia de políticas macroeconómicas
que buscan tan solo garantizar la rentabilidad del capital financiero
internacional mientras agudizan el abismo entre los más ricos y los más
desposeídos, son algunas de las manifestaciones antipopulares y
antinacionales de esas políticas, contra las que “Punto Final” ha combatido y deberá seguir combatiendo…
Por
eso, para las y los revolucionarios y todos los hombres y mujeres
progresistas y de pensamiento independiente en nuestro continente, la
tarea más urgente hoy es la de crear conciencia, denunciar la voracidad
del imperio y revelar el peligro que están corriendo los pueblos de
América Latina y el Caribe. No tengo la menor duda de que tu revista
estará en la primera línea de esta nueva batalla, como siempre ha estado
cuando se trata del futuro mejor de nuestros pueblos”. (1)
Los
cubanos han hecho de su país una fortaleza de la independencia y
dignidad en América Latina y el Caribe. Una hazaña que merece
reconocimiento y solidaridad de la Humanidad.
Nota:
(1) La Habana, 18 de junio del 2001. Ver PF N° 501 y http://www.puntofinal.cl/ 010715/esp2.html
Fuente: www.puntofinalblog.cl
No hay comentarios:
Publicar un comentario