Por Deisy Francis Mexidor
Pretoria,
12 may (PL) La hipótesis de un plan para debilitar a los países del
Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) cobra fuerzas tras
conocerse hoy que finalmente que la presidenta Dilma Rousseff será
sometida a un juicio político.
Durante su reciente visita de trabajo a Sudáfrica el vicepresidente
ejecutivo de la República Bolivariana de Venezuela, Aristóbulo Istúriz,
advirtió al respecto, porque el objetivo es "desmontar a los Brics".
Argumentó que esa asociación de economías emergentes es una esperanza
que fortalece el escenario pluripolar. "Los integrantes del Brics son
líderes en regiones importantes del mundo", subrayó Istúriz.
Por
eso no deben ser casuales los ataques en los últimos tiempos también
"contra Rusia, contra el presidente Vladimir Putin e igual en
Sudáfrica", añadió el dirigente venezolano, quien cumplió una ajustada
agenda de dos días en Pretoria.
Hace poco el presidente del
gobernante Congreso Nacional Africano (ANC) en la provincia de
KwaZulu-Natal (este), Sihle Zikalala, coincidió con tal punto de vista
cuando afirmó que existe una conspiración de los países occidentales
para sacar del poder tanto a Rousseff como a Jacob Zuma, en Sudáfrica.
Las potencias occidentales ven al grupo Brics como una amenaza a su
control geoeconómico. No es solo un mero juicio político (a Dilma), sino
que es parte de una agenda más amplia en el mundo, enfatizó Zikalala,
durante una conferencia impartida en Khululekani Mhlongo, Universidad de
Zululand.
En el mapa global los Brics representan más de tres
mil millones de personas o el 42 por ciento de la población mundial y
generan de manera combinada aproximadamente el 20 por ciento del
Producto Interno Bruto (PIB) del planeta.
Y si se analiza bien
la formación del Brics "fue un cambio de juego" por parte de estas
grandes economías emergentes en medio de la telaraña de las
instituciones financieras internacionales.
Para algunos
analistas, el potencial de naciones como Brasil, Rusia, India y China es
tal que podrían convertirse en las cuatro economías dominantes hacia el
año 2050.
Al mismo tiempo los observadores opinan que ahora los
parlamentos ocupan el lugar de los fusiles para asestar golpes de
Estado y sacar a presidentes democráticamente electos.
Contra Dilma es lo que se está haciendo, pero fue la fórmula aplicada antes en el caso de Manuel Zelaya en Honduras, señalan.
El vicepresidente Istúriz fue incluso más allá. Planteó que el
propósito es además acabar con los movimientos de emancipación en
América Latina y el Caribe que cobraron fuerza con un nuevo liderazgo.
Tal vez es esa la respuesta al por qué de las embestidas sobre el
presidente venezolano, Nicolás Maduro, Dilma o el expresidente Lula, y
también contra Rafael Correa, en Ecuador; Evo Morales, en Bolivia,
incluso contra la expresidenta argentina Cristina Fernández.
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