Guatemala
Desde hace algunos años
atrás, incluso en contra de la voluntad de los tradicionales partidos
políticos de izquierda (URNG y WINAQ), algunas organizaciones y
movimientos sociales incómodos para el sistema vienen planteando la
propuesta de la creación del Estado Plurinacional en Guatemala.
Sin
embargo, en las últimas semanas, como en las románticas telenovelas
colombianas, algunos ex militares (genocidas), junto a ex guerrilleros
(como Pablo Monsanto), y algunos “mayas” fundrainser, fueron
convocados a Panamá nada menos que por el refugiado ex Presidente de
Guatemala Jorge Serrano Elías (1991 - 1993), para anunciar que
refundarán Guatemala para resolver sus históricos males irresueltos.
Ante
este desplazamiento discursivo de los agentes de la geoestrategia
norteamericana para confundir/desmotivar a los movimientos sociales
rebeldes, urge aclarar los conceptos de fundación y refundación.
“No estamos buscando la refundación. Buscamos la fundación del Estado Plurinacional”
En
este contexto, pregunté a Conrado López, maya quiché, ex guerrillero, y
actualmente defensor mayor de derechos comunitarios en el Comité de
Desarrollo Campesino (CODECA), ¿Qué buscan como movimiento social, crear
algo nuevo o re crear lo existente? La respuesta fue: “Nosotros estamos
buscando crear algo nuevo. Con nuevos actores y nuevos ideales. En ese
sentido no estamos buscando la refundación. Buscamos la fundación del
Estado Plurinacional”.
Otro maya de CODECA, comenta en su cuenta
en Facebook: “Nosotros nunca tuvimos Estado. Por eso, vamos por la
fundación del Estado Plurinacional, no por la refundación”.
Etimológicamente refundación (del latín condere)
significa reinstalar, recrear, restaurar lo existente. Fundar, en
cambio, significa instalar, crear, construir lo que aún no existe.
Quienes
intentan teorizar la refundación del de Estado en Guatemala, argumentan
que no se debe demandar la fundación del Estado Plurinacional, sino su
refundación. Puesto que en el país existe (desde 1825) un Estado ladino
monocultural, aunque no funciona, pero ya existe. Por eso se debe
plantear la refundación.
En dichos esfuerzos reflexivos, se
argumenta que la condición de exclusión (de las grandes mayorías
indígenas) no es razón suficiente para demandar la fundación, sino lo
correcto es la refundación. De lo contrario, “bajo el argumento de
exclusión, también las mujeres, jóvenes, etc. podrían demandar la
fundación de un nuevo Estado”, argumenta Marco Fonseca.
Los pueblos indígenas no son excluidos, sino despojados/colonizados por el Estado nación
El
archipiélago de pueblos indígenas (que demográficamente hacen mayoría
poblacional en el país) no están demandando la creación del Estado
Plurinacional desde su situación de exclusión socio política, sino desde
su condición de pueblos despojados, saqueados, colonizados y
perseguidos como enemigos internos por el poder ladinocéntrico
instaurado.
Para los pueblos indígenas, el sistema violento de la
invasión/colonización no concluyó jamás. La supuesta “independencia” de
Guatemala, en 1825, fue acto protocolar de transferencia de mando entre
criollos y ladinos de élite. Fue una metamorfosis de la colonización
externa hacia la colonización interna.
En la fundación del casi
bicentenario Estado nación republicano, ahora en situación insostenible,
los pueblos mayas jamás fueron partícipes. Más por el contrario, dicho
Estado criollo los asumió como esclavos, unas veces, como enemigos
internos, muchas veces.
Por ello, desde el pellejo histórico de
los pueblos invadidos, no se puede (no se debe) categorizar a éstos como
excluidos, porque jamás fueron asumidos ni tan siquiera como parte
residual del proyecto de Estado nación ladino. Nunca formaron parte del
proyecto de nación, ni del Estado. La categoría correcta es la de
despojados, colonizados internos, saqueados, etc.
Estos pueblos,
ahora, cada vez más conscientes de su condición de naciones sin Estado,
y ante un aparente Estado republicano sin nación, demandan la fundación
del inédito Estado Plurinacional que jamás existió en Guatemala.
Desde
esta perspectiva histórica y realista, sí cabe hablar no de
refundación, sino de la una fundación estatal, con la participación
activa y decisiva de todos los pueblos y sectores. La fundación es el
proceso político en el cual los no sujetos se constituyente en sujetos
políticos cofundadores, hilvanando instituciones, leyes y proyectos de
vida interculturales para diseñar y encaminar la arquitectura de un
Estado Plurinacional, y de un país intercultural.
El concepto
refundación irremediablemente condiciona la acción y el pensamiento a
los márgenes del nacionalismo metodológico modernizante existente. Es
decir, intenta restablecer, hacer operativo un Estado mestizo con
pueblos indígenas permitidos como objetos de caridad, y en el mejor de
los casos, como cuasi ciudadanos con obligaciones, mas no con derechos
plenos, ni oportunidades equitativas.
¿Refundación para qué y para quiénes?
El
“rupturismo constitucionalista” como herramienta para la refundación
del cual habla Marco Fonseca es parte del contenido de la Teoría Crítica
que calza perfectamente en el nacionalismo metodológico modernizante
imperante en todos los proyectos de Estado nación monocultural
occidental, sin cuestionar las matrices “civilizatorios” del
sistema-mundo-occidental monista.
El problema del Estado nación
en Guatemala no está tanto en su inoperancia, sino en su ontogénesis
racista, clasista y machista que le impide asumir a los “otros”
diferentes como humanos/sujetos. Y este mal capital sólo se redime con
inter epistemologías y procesos fecundos de diálogos de saberes
intercivilizatorios para diseñar y poner en marcha el Estado Pluri y la
soñada sociedad intercultural.
Los pueblos mayas no sólo están
demandando reconocimiento, permiso para existir (multiculturalismo).
Ellos van tras la restitución/reconstitución de sus territorios. El
ejercicio de su autodeterminación política, económica, legislativa,
espiritual, cultural, etc. Esto ya no es sólo “rupturismo
constitucional”, sino un proceso emancipatorio genuino que no
permitieron que ocurriese en 1825.
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