Entrevista a Lilia Solano, defensora de los derechos humanos
Lilia Solano es una
conocida activista colombiana de los derechos humanos, miembro del
Frente Amplio por la Paz, un actor importante en las reclamaciones a
favor de una mayor participación popular en Colombia, en un contexto de
represión generalizada contra los hombres y mujeres que denuncian el
sistema actual. En esta entrevista en exclusiva para el Diario de
Nuestra América, Solano disecciona los verdaderos problemas existentes
tras las actuales conversaciones de paz en Colombia, cómo los medios
diabolizan a la oposición, y cual es la complicidad que se da entre los
Estados Unidos y el gobierno colombiano.
Alex Anfruns:
Bienvenida, Lilia Solano. Gracias por aceptar la invitación para
conversar con nosotros y por compartir sus reflexiones con nuestros
lectores. ¿Cuál es la situación en Colombia con las actuales
negociaciones de paz? Y ¿cómo se ha llegado a ello desde una perspectiva
histórica?
Lilia Solano: Muchas gracias por invitarme a
conversar con ustedes. Comencemos por ahí, con una perspectiva
histórica, ya que estamos en medio de un proceso de paz en Colombia con
una de las insurgencias, uno de los grupos guerrilleros: las FARC; y
también en la fase de los preparativos de un proceso con el segundo: el
mayor grupo guerrillero, que es el Ejército de Liberación Nacional.
Este
no es el primer intento de buscar una paz dialogada y negociada, sino
que en el pasado hubieron otros momentos en los que se buscó esta salida
negociada. Hablemos del proceso de paz de Belisario, porque es ahí
cuando nació la Unión Patriótica. Había la intención, el deseo, la
búsqueda de que quienes quisieran participar en política lo hicieran. Se
invitó a las FARC, y de ahi salió el eslogan: "menos balas, mas
política". Y se creó un ambiente en el país, que creyó que esta vez si
era posible. Que había un camino concertado que nos llevaría a buscar
una paz dialogada y negociada, tras décadas de un conflicto armado.
Recordemos que las causas por las cuales nacen los grupos guerrilleros
tienen que ver con causas que aun se mantienen hoy en día: la tremenda
brecha entre ricos y pobres, la concentración de la tierra, la carencia
de un verdadero modelo de justicia, el modelo económico...en aquel
momento, todo aquello hacía imposible que diese lugar unicamente a una
expresión de resistencia no armada.
Entonces llega el actual
proceso de paz, éste es el cuarto... y la respuesta a esa firma de los
acuerdos de paz es una tremenda acción asesina por parte del estado. Y
llega esta alianza que tanto hemos denunciado los colombianos y
colombianas: la alianza entre militares y paramilitares, terratenientes,
empresarios... y eso terminó con la vida de por lo menos 5000 personas
que creyeron en este partido político que se llamó la Unión Patriótica.
En él no sólo había guerrilleros y guerrilleras que se habían sumado al
proceso de paz, sino también lideres sociales, organizaciones de
derechos humanos, había también otros partidos que, al calor de esta
nueva posibilidad de participar políticamente, entonces se entregaron
masivamente a la participación. Había listas a las elecciones
nacionales, regionales, locales... había todo un espiritu de un sueno
hecho realidad.
¿Puede usted explicarnos cómo tuvo lugar la persecución política contra la oposición en Colombia estas ultimas décadas?
Todo
eso fue objeto de un genocidio, una matanza terrible, que creó una
herida tremenda en la historia. En aquel momento, la alianza del crimen
de estado en la que los los paramilitares jugaron un papel, no solo mató
y acabó con todo aquel liderazgo político, sino que también continuó
asesinando lideres sociales, lideres barriales, maestros, la gente de la
cultura, sindicatos, mejor dicho todo lo que fuera diferente, todo lo
que significase hacer preguntas o ser diferente era prohibido. Y la
respuesta a esa prohibición era la muerte. Entonces nosotros comenzamos
muchas campanas de denuncia. Pero también hubo una criminalización del
pensamiento critico. Y la persecución a la oposición llegó a un extremo:
se materializó la idea de eliminar al que se opone, al que es
diferente, no sólo cuando se producían debates, sino simplemente por
tener diferencia de opiniones. Por ejemplo, hay la idea de que el pobre
es diferente. Así, en Colombia, a lo largo de la historia, ha habido lo
que llaman "la limpieza social".
Sobre todo debemos
preguntarnos, ¿por qué ensañarse contra la oposición política? La
respuesta es que ellos piensan que es mas barato asesinar que hacer
cambios estructurales. Y mientras eso sea así, mientras el Estado
colombiano ofrezca las garantías para que todos esos crímenes tengan la
impunidad, entonces esa historia del crimen se repetirá una y otra vez.
Lo mas terrible de una supuesta democracia, es que se le llame
democracia sólo porque haya el juego electoral, y que la oposición
política esté prohibida, que pensar diferente se convierta en un crimen.
Que la respuesta sea la pena de muerte, la desaparición forzada, la
tortura... y lo mas terrible de todo esto, es que se haya llevado a cabo
a partir de una estrategia del Estado.
Ante esa situación tan
grave que usted describe, ¿podría explicarnos de qué manera el Frente
Amplio por la Paz trabaja para la implicación de la sociedad civil -como
las mujeres y las organizaciones indígenas- en una alternativa para el
país?
Efectivamente, esta historia es la de los últimos 60 anos.
Pero en Colombia hemos estado en guerras desde la misma conquista, desde
los tiempos de las colonias. Fueron guerras contra la gente. El mismo
hecho de que quienes sean asesinados sean lideres sociales, políticos,
populares, barriales, significa que no es un asesinato generalizado sino
muy selectivo. Ahora nuevamente, en este proceso de paz, decidimos que
no queríamos repetir la historia de la Unión Patriótica. Que la sociedad
debíamos rodear este proceso de paz, defenderlo como propio. Y,
obviamente, iniciar toda una pedagogía que pudiera explicar qué
significa esta posibilidad de alcanzar la paz en Colombia.
Entonces creamos, desde los movimientos sociales, culturales,
académicos, y fuerzas políticas, algo que llamamos la sociedad civil que
necesita tener una voz. Porque, en medio de todo esto, queda
sacrificada la voz de los pueblos, porque el Estado colombiano, a todos
aquellos que levantábamos la voz por la paz, nos señalaban como
guerrilleros. Y después del once de septiembre, a las guerrillas las
pusieron en la lista de grupos terroristas. Entonces esto no fue sino
otra estrategia para impedir que quienes hacían una resistencia, aunque
fuera armada, que era una resistencia política, que perdieran ese
estatus y fueran considerados terroristas. Y aquellos que desde la
sociedad civil planteábamos las mismas preguntas por la paz, por el
modelo económico, por la tierra... entonces nos decían: "ah, ustedes son
amigos o auxiliadores de la guerrilla".
Dimos un paso mas como
pueblo colombiano, dijimos pues: "bueno, organicemos este Frente por la
Paz, estemos juntos". Porque para combatir las agendas de exterminio de
la oposición, tiene que hacerse a través de la unidad de quienes
tenemos al menos unos acuerdos mínimos en lo fundamental, en lo que nos
identifica: la lucha por la justicia social, los derechos humanos, el
medioambiente, la lucha por los pueblos ancestrales... todos nos
juntamos en el Frente Amplio por la Paz.
Obviamente, también
hemos sido objeto de estigmatización, de persecución...tenemos muchos
lideres sociales en las cárceles, en Colombia hay alrededor de 9.000
presos políticos, de los cuales no se habla porque también fueron objeto
de este tipo de etiquetas, como "terroristas"... en Colombia, ser
rebelde esta penalizado, esta criminalizado. Entonces en las cárceles no
solo están los guerrilleros, sino los lideres sociales, políticos, y
muchos lideres campesinos, que son una de las principales resistencias
en Colombia.
Este Frente que hemos construido a partir de la
sociedad civil le ha interpelado al gobierno: "nosotros tenemos derecho a
tener un rol, tenemos derecho a tener una opinión". En el Frente
estamos pues en convergencia en temas como la movilización, como la
participación política, en contra de una agenda privatizadora de la
salud, de la educación, de los servicios públicos...
En
Colombia, toda esta persecución de la oposición política también se da
porque el modelo impuso una palabra final: que había que privatizar la
educación y la salud. Que el gasto del Estado tiene que ser cada vez mas
pequeño... y cuando el Estado se encoge de tal forma que todo esta en
manos privadas, o en manos del gran capital, entonces la tarea que le
queda al Estado es la tarea policial: de perseguir al ciudadano, de
encarcelarlo, de torturarlo... así que dijimos: "basta, ahora vamos a
tener una voz, una voz interpeladora." Y eso es lo que hemos hecho.
Obviamente, esta es la historia presente, de lo que pasó hace muy poco.
De ese manto de sangre que nos cubrió totalmente, de la mano del
Estado. Pero tenemos la esperanza, y tenemos la fuerza moral para decir
"esto no es el fin de la historia, queremos reescribirla".
Y
queremos también una sociedad que pueda ser plural, que impida que se
legitime el asesinato, la tortura, y que se legitime el pensar
diferente, porque ese mundo sería muy peligroso. Lo que ha ocurrido en
Colombia tiene que ser un llamado de atención al mundo entero. Nosotros
hemos tenido que dar la vida para que eso no se generalice. Cuando se
garantiza la uniformidad, cuando los poderes imponen un orden
establecido, entonces se justifica y se legitima el asesinato de quien
no esté en ese orden, el que no esté al servicio de consumir, producir, y
le sirva al poder político, económico y militar. Eso lo tiene que
observar el mundo con mucho cuidado. Y el hecho que Colombia solucione
su conflicto es un paso enorme, no solo para los países vecinos, sino
para el bien común de la Humanidad.
¿Podría usted
explicarnos cual el papel de los medios de comunicación en ese proceso
de desprestigio o de criminalización de los movimientos sociales, e
incluso del mundo académico? Por ejemplo en el caso del profesor Miguel
Angel Beltrán, que ha sido repetidamente acosado por el gobierno debido a
su trabajo pedagógico...
Si, el papel de los medios es
fundamental. Los medios masivos son usados permanentemente en Colombia y
en otros lugares del mundo. Los dueños de los medios masivos de
comunicación son los mismos grandes gremios económicos. Y en Colombia
son esos gremios económicos los que eligen también el presidente de la
República, Senado y Cámara... es decir, el legislativo también es
elegido por estos grandes poderes económicos.
Si ademas de
tener el poder del gobierno nacional y regional, tienen los medios de
comunicación, entonces tienen la capacidad de producir permanentemente
lo que se llama opinión publica. Y esta es una ideología al servicio de
un sistema hegemónico, que le comunica al ciudadano cual es la verdad.
Por ejemplo, los medios presentan a todos aquellos que son rebeldes como
si fueran monstruos: "Cuidado, este señor es peligrosisimo, él dice que
es académico pero en realidad es un terrorista".
Así, los
medios van construyendo una "verdad", que en realidad no es otra cosa
sino la capacidad de justificar moralmente la persecución. Entonces, al
mismo tiempo que construyen el "monstruo", construyen la justificacion
del porqué tienen que aplastar ese monstruo. Es lo que hacen
permanentemente los medios de Colombia con las insurgencias, con lideres
sociales y politicos, con todo aquello que pueda significar un cambio
en la estructura, esa estructura que le beneficia al 10% que tienen el
control de la riqueza, de los ingresos... así que ¿para qué van a hacer
cambios? Se dicen: "es mas barato echar bala que hacer cambios
estructurales"...
Los medios tienen ese enorme poder de
movilizar una opinión y crear miedos colectivos, o crear "salvadores
colectivos". Cuando no crean monstruos, crean un salvador. Es lo que
hacen con la imagen del mercado, por ejemplo: "la inversión
internacional nos va a dar las garantías de paz, de justicia...".
Cuando nacen y se desarrollan los medios alternativos, los medios
masivos rápidamente les estigmatizan para que su voz pierda fuerza,
mediante el discurso: "están al servicio de la guerrilla". Los medios
crean una versión oficial de la realidad. Y la tarea de crear una visión
no oficial de esa realidad, o una versión desde los pueblos, desde las
organizaciones, es una tarea tremendamente difícil, porque los primeros
cuentan con todos los recursos, y los otros lo hacen desde abajo.
Pero tenemos una suerte: los de abajo somos mas! Debemos juntarnos y
volvernos una fuerza. El internet ha democratizado esa capacidad de
informar. Pero todavía en nuestros países, mucha gente no tiene acceso
al internet. Entonces se crea una clase que tiene acceso a todo,
incluida la información, y otra que no tiene. Hay que pensar esas luchas
y ampliarlas. Pero en Colombia nosotros llamamos a los medios de
comunicación un poder. Y en épocas difíciles ellos crean una noticia,
que es como una cortina de humo, y ocultan la noticia terrible, deciden
cual va primero y cual va segundo. Los noticieros están llenos de
fútbol, los modelos de Hollywood, y las noticias políticas o de interés
nacional, generalmente deciden cómo y cuando presentarlas.
Es
un poder enorme y por eso los medios de comunicación al servicio de las
oligarquías han construido un discurso contra los gobiernos de los
países latinoamericanos que han hecho transformaciones y cambios de
corte social. Lo hacen dirigiendo mediáticamente a la oposición, como
sucede en Venezuela. Por eso Chávez fue el primero en decir que había
que democratizar los medios de comunicación, y no pueden ser esos
aparatos ideológicos, antenas repetidoras del discurso oficial.
¿Podría
darnos su análisis sobre el papel de Estados Unidos históricamente en
Colombia, y también los desafíos inmediatos que se plantean a través de
la presencia de bases militares en Colombia, y el anuncio de tropas
estadounidenses en Perú, bajo el pretexto de la lucha contra el
narcotráfico... ¿Cual es el papel de Estados Unidos en la región, y como
se puede reflejar su responsabilidad en el conflicto mediante una
comisión de la verdad?
Estados Unidos tradicionalmente ha visto a Latinoamérica como ellos lo llaman, su "patio trasero". Desde los acuerdos de Santa Fe,
han construido su política extranjera hacia América Latina bajo un
enfoque y una estrategia militar. Desde los anos 60, EEUU dio una
recomendación –y cuando los EEUU dan recomendaciones al gobierno
colombiano, son órdenes-, de que armase civiles en el campo para
controlar la seguridad. En los 60 ya tenían esta estrategia que llamaban
la "doctrina de seguridad nacional", que después se convierte en una
doctrina de seguridad internacional. Se traduce en el hecho de que EEUU
podía librar las guerras en las que tuviera interés, y obtener un enorme
control. Entonces en Colombia, por ejemplo, ellos siguen librando
todavía lucha anticomunista, lucha antiterrorista, lucha
antinarcóticos... y con eso tienen una enorme capacidad de control de
espacios aéreos.
En Colombia esta la segunda Embajada mas
grande de EEUU que hay en el mundo. La primera la tienen en Irak. Una
vez pregunté: por qué esta Embajada tan grande? Me dijeron: "bueno,
porque hay muchos intereses aquí en Colombia". Muchos intereses quiere
decir, ya lo sabemos: de las transnacionales, de los megaproyectos...
pero hay intereses también geoestratégicos. EEUU cuenta ahora en América
Latina sobretodo con Colombia. Un poco con México, Perú... pero en
general cree que el gobierno colombiano es su gobierno amigo. Estos
intereses se reflejan en todos los aspectos de la realidad colombiana.
Por ejemplo, en Colombia se instalaron 7 bases militares
norteamericanas. Hay también bases en otros lugares en América Latina,
pero Colombia contribuye desde todos los puntos de vista en la agenda
que Washington le dicta. Hubo una visita a Colombia del presidente
Clinton que duró 8 horas. La primera parte de su discurso fue: "queremos
recordarle al gobierno colombiano que tiene unos compromisos que ha
adquirido con el FMI, el Banco Mundial..." Es muy interesante que la
visita comenzase recordándole unos compromisos que tenía que honrar.
En términos de conflicto en Colombia, EEUU ha cumplido un papel
fundamental, porque ha senalado a esta insurgencia, tanto el ELN como
las FARC, como a grupos terroristas. Y eso le da la justificación de
desarrollar una estrategia "antiterrorista", porque no los considera
"rebeldes", sino "terroristas". En Europa también, después del 11 de
septiembre, siguió la política norteamericana como si fuera política
propia, sobretodo con la "lucha antiterrorista". Nosotros en Colombia
estamos exigiendo en el proceso de paz que los nombres de los dos grupos
guerrilleros sean retirados de estas listas terroristas. Pero ademas,
EEUU desarrolla una política de control de sus intereses, que no sólo
pasa por los tratados de libre comercio, sino que pasa fundamentalmente
por la estrategia política. Así, sólo consideran "democracia" a aquellos
que sirven sus intereses.
Cuando Salvador Allende fue electo
democráticamente, pero decidió no servir los intereses norteamericanos,
entonces ellos consideraron que no se trataba de una democracia. Y por
lo tanto, facilitaron todo para el golpe y apoyaron la dictadura. Reagan
y Thatcher admitieron que de lo que se trataba era de defender el
interés de un modelo económico, que les permitiría controlar no solo
económicamente sino también política y militarmente la región. Se
produce esa confluencia de intereses. Luego, por ejemplo, no les gustan
las democracias como la de Chávez y ahora la de Maduro, así que
comienzan a crear la justificación para una intervención militar, bajo
el pretexto de que "hay excesos", "no hay democracia", "la población esta sufriendo"...
un manual que han logrado inventar para que finalmente se justifique la
intervención, "porque hay un caos, y hay que devolver la democracia".
Entonces ahí hay un enorme peligro para toda la región. Una región que
esta cambiando: cambió Bolivia, Ecuador, Venezuela, Uruguay, Brasil...
entonces, ¿qué va a pasar? Llegará un momento en que la presión sea tal
que los EEUU pierdan el control. Por ahora están armando guerras en
otras regiones, en el mundo árabe, pero en algún momento van a volver su
mirada a su "patrio trasero", y entonces los pueblos tendremos que
estar unidos para defendernos. Tenemos que evitar que lo que han hecho
en Colombia se repita en la región.
No hay comentarios:
Publicar un comentario