Managua, 17 ene (PL) A menos de 10 meses de las elecciones generales de noviembre, las formaciones políticas opositoras al gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) continúan hoy fragmentadas, y sus posibilidades de unión se reducen por días.
Hasta el momento han fracasado todos los intentos por reeditar la unidad alcanzada en 1989, que permitió derrotar en las urnas al primer gobierno sandinista, surgido del triunfo revolucionario contra el régimen somocista 10 años antes.
Igual que entonces, no existen ahora dudas de que sin unidad, la oposición no tiene el más mínimo chance de alcanzar el triunfo en los comicios del 6 de noviembre próximo y el FSLN volverá a gobernar por otros cinco años.
La principal organización opositora, el Partido Liberal Constitucionalista (PLC), mantiene al ex presidente Arnoldo Alemán como su candidato presidencial, y en algunos círculos se estima que ese es uno de los mayores obstáculos para lograr el consenso.
Su principal rival, el controvertido banquero y diputado Eduardo Montealegre, líder del Movimiento Vamos con Eduardo, renunció a sus aspiraciones presidenciales tras 10 meses de infructuosas negociaciones con Alemán, auspiciadas por la jerarquía católica.
Luego Montealegre aupó como candidato de consenso al octogenario empresario radial Fabio Gadea, hasta entonces una figura de cierto prestigio entre los liberales, y consuegro de Alemán, con el evidente propósito restarle fuerzas al PLC y de reunir a su alrededor al resto de las formaciones opositoras.
Manejado tras bambalinas por Montealegre y algunas figuras del minúsculo Movimiento de Renovación Sandinista (MRS) -integrado por disidentes del FSLN-, la denominada Unidad Nicaragüense por la Esperanza (UNE), creada alrededor de Gadea, parece estar aún muy lejos de alcanzar sus objetivos.
Sin estructura y sin personería jurídica, la UNE y el propio Gadea no tienen aún certeza de poder incluso participar en los comicios, pues para eso tienen necesariamente que aliarse con otra formación política, algo no logrado hasta ahora.
En noviembre pasado 18 partidos se inscribieron ante el Consejo Supremo Electoral para participar en la cita electoral de este año y la próxima meta está fijada para el venidero marzo, cuando deberán ser formalizadas las alianzas electorales y cada cual deberá presentar a sus candidatos para presidente y vicepresidente de la República.
En ese escenario, los días pasan y, mientras la oposición se debate en sus propias contradicciones, crece aquí la convicción de una casi segura victoria sandinista en noviembre, para la cual el FSLN parece cada día más fortalecido y con un creciente respaldo de la población.
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