Difunde informe
La falta de dominio de un idioma, una desventaja que enfrentan
▲ Muchos menores sin papeles son enviados a escuelas suburbanas. La imagen fue captada desde Tijuana.
Los niños migrantes no acompañados por un adulto tienen de
poco a ningún acceso a la educación, alerta la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Destaca que la cifra de esos menores se elevó de 66 mil a 300 mil entre 2010 y 2016 en todo el mundo.
Agrega que en muchos países, ese sector, particularmente vulnerable a la explotación, ve desatendido su derecho a la educación.
El informe de seguimiento de sobre ese tema en el mundo 2019: Migración, desplazamiento y educación. Construyendo puentes, no muros,
sostiene que ese derecho y el principio general de no discriminación
están consagrados en el Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales y en la Convención sobre los Derechos del Niño,
pero no todos los estados impulsan medidas de atención y cumplimiento de
esa garantía.
Sólo en Estados Unidos, alerta la organización multinacional, donde
se estima que hay 11 millones de inmigrantes sin papeles, la amenaza de
la deportación puede ser un factor que influya cada vez más para elevar
el ausentismo escolar de miles de niños indocumentados.
Recordó que con la aplicación de un programa en 2012, que brinda
protección a 1.3 millones de jóvenes sin papeles migratorios que
llegaron al país cuando eran niños, impidiendo su deportación y
proporcionándoles el derecho a obtener permisos de trabajo, se estima
que aumentó la tasa de graduación de la enseñanza secundaria en 15 por
ciento.
No obstante, la carencia de documentos de identidad aún es un
obstáculo para millones de niños y adolescentes migrantes. Agrega que
esa situación puede crear barreras para los 10 millones de apátridas del
mundo, algunas de las cuales descienden de inmigrantes.
Los niños y adolescentes migrantes también deben afrontar, en muchos
casos, el reto de dominar un nuevo idioma, lo cual se puede volver una
desventaja educativa, pero también un factor que dificulta la
socialización, el establecimiento de relaciones y el sentimiento de
pertenencia, además de que eleva el riesgo de discriminación.
A ello se suma que muchos alumnos inmigrantes, señala la Unesco, son
frecuentemente concentrados en áreas suburbanas, por lo que asisten a
escuelas con niveles académicos y de desempeño más bajos, pero la
segregación se agrava cuando los alumnos nativos se mudan a barrios más ricos.
Otro grupo altamente vulnerable es el de los desplazados. Se estima
que hay 19.9 millones de refugiados, de los cuales 52 por ciento son
menores de edad. La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para
los Refugiados (Acnur) estima que la tasa de matriculación de
refugiados era de 61 por ciento en la primaria y de 23 por ciento en la
secundaria. En el mundo, al menos 4 millones de refugiados de 5 a 17
años de edad no asisten a la escuela.
Foto Ap
Laura Poy Solano
Periódico La Jornada
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