El
comisionado federal del Instituto Nacional de Migración (INM), Ardelio
Vargas, presentó un informe al Congreso el cual afirma que debido a la
violencia, la pobreza y la sequía ha recrudecido el flujo migratorio de
centroamericanos hacia EEUU.
De 2013 a 2015 se incrementó en más de 150 por ciento la migración de hondureños, salvadoreños, guatemaltecos, nicaragüenses y cada vez llegan más africanos, haitianos, asiáticos y cubanos, informó a los legisladores.
Las cifras de un incremento de 150 por ciento de los flujos ilegales de centroamericanos, confirma que el país "se ha convertido en un tapón para ayudar a EEUU a frenar la migración, antes que la construcción de un muro con el que amenaza Donald Trump", el candidato republicano a la Casa Blanca, dijo el expresidente del Observatorio Latinoamericano de Trata y Tráfico de Personas (2011-2014).
Lea más: Trump reitera la promesa de levantar un muro en la frontera con México
Además de las elevadas cifras de centroamericanos detenidos y deportados por el gobierno de Enrique Peña "los datos oficiales que se presentan al Congreso refieren como novedad cantidades muy grandes de flujos migratorios de cubanos y haitianos", apunta el experto y académico en temas de migración y trata de personas.
La mano dura
En lo que va del gobierno de Peña han sido deportados alrededor de 500.000 migrantes, de ellos 300.000 han pasado por la estación migratoria de Tapachula, ciudad fronteriza con Guatemala.
Otra de las causas es la sequía en Centroamérica, que tiene diez años por el fenómeno de El Niño, y las Naciones Unidas consideran que de 3.,5 millones de personas están en riesgo de hambruna Centroamérica.
Esas cifras han sido presentadas por el director del INM, organismo de la secretaría de Gobernación (Interior) Ardelio Vargas, un funcionario que "tiene una larga trayectoria en materia de seguridad pública" conocido por su mano dura en el ejercicio del cargo, dice el experto.
El conocimiento de la región del encargado de la política migratoria también incluye "los años de mayor represión del gobierno de Puebla del gobernador Rafael Moreno (centroderecha) como secretario de Seguridad Pública, al inicio de su gestión (2011-2017).
Con su llegada al INM la misión encomendada por Peña fue "darle un enfoque de seguridad nacional a ese instituto, para frenar la migración centroamericana mediante métodos de coacción policial".
Un pedido de EEUU
Esas acciones resultaron en un escándalo internacional y las presiones de organismos defensores de los DDHH "dieron como resultado las acciones ejecutivas de Obama en favor de los migrantes", en el marco de su reforma migratoria de apertura.
Ahora, con el tema migratorio convertido en arma política del magnate republicano, presentada en lenguaje xenófobo "las elecciones presidenciales en EEUU y la efervescencia racista de Trump, el tema migratorio podría dar un giro todavía más radical en lo que se refiere a la represión de migrantes de cualquier nacionalidad en su paso por México en situación irregular como trampolín para cruzar la frontera".
Con la combinación de esos factores "se corre el riesgo incluso de que los migrantes busquen quedarse en México durante un tiempo hasta lograr realizar su sueño americano, creando una nueva crisis de este lado", advierte Castro Soto.
Lo que sí es un hecho, es que los migrantes centroamericanos también están huyendo por razones dramáticas "el cambio climático y la falta de inversión ha devastado zonas agrícolas centroamericanas, sin cosechas ni empleos formales, además de la pobreza y la violencia social que viven en sus países son disparadores de la migración masiva".
Finalmente, haitianos, africanos y asiáticos que entran por Colombia, se suman ahora en rutas por Panamá, Costa Rica hasta México hacia EEUU en una nueva presión migratoria interminable.
De 2013 a 2015 se incrementó en más de 150 por ciento la migración de hondureños, salvadoreños, guatemaltecos, nicaragüenses y cada vez llegan más africanos, haitianos, asiáticos y cubanos, informó a los legisladores.
Las cifras de un incremento de 150 por ciento de los flujos ilegales de centroamericanos, confirma que el país "se ha convertido en un tapón para ayudar a EEUU a frenar la migración, antes que la construcción de un muro con el que amenaza Donald Trump", el candidato republicano a la Casa Blanca, dijo el expresidente del Observatorio Latinoamericano de Trata y Tráfico de Personas (2011-2014).
Lea más: Trump reitera la promesa de levantar un muro en la frontera con México
Además de las elevadas cifras de centroamericanos detenidos y deportados por el gobierno de Enrique Peña "los datos oficiales que se presentan al Congreso refieren como novedad cantidades muy grandes de flujos migratorios de cubanos y haitianos", apunta el experto y académico en temas de migración y trata de personas.
Los cubanos pasaron de 1.800 en 2014 a 15.000 el año pasado, quienes están migrando a través de Brasil o Ecuador.
A
partir del Plan de la Frontera Sur emprendido en 2013, el INM "ha
duplicado el número de arrestos y deportaciones" y del balance anual
"los migrantes esos países han sido detenidos y deportados, como los
migrantes centroamericanos en los últimos quince años", explica el
fundador y exdirector del Instituto de DDHH Ignacio Ellacuría, en la
jesuita Universidad Iberoamericana (UIA).La mano dura
En lo que va del gobierno de Peña han sido deportados alrededor de 500.000 migrantes, de ellos 300.000 han pasado por la estación migratoria de Tapachula, ciudad fronteriza con Guatemala.
Otra de las causas es la sequía en Centroamérica, que tiene diez años por el fenómeno de El Niño, y las Naciones Unidas consideran que de 3.,5 millones de personas están en riesgo de hambruna Centroamérica.
Esas cifras han sido presentadas por el director del INM, organismo de la secretaría de Gobernación (Interior) Ardelio Vargas, un funcionario que "tiene una larga trayectoria en materia de seguridad pública" conocido por su mano dura en el ejercicio del cargo, dice el experto.
Vargas
fue "uno de los artífices de la represión de los campesinos del pueblo
de Atenco que se opusieron a la construcción de un aeropuerto
internacional en sus tierras" durante el gobierno de Peña como
gobernador del Estado de México (2005-2011), que rodea la capital,
recuerda Castro Soto.
El alto funcionario encargado de construir
el llamado "tapón migratorio del Sur" fue director de seguridad en el
Centro de Información y Seguridad Nacional (CISEN; inteligencia
política) y participó en la secretaría de Seguridad Pública federal como
Comisionado de la Policía Federal (2006-2012) "cuando se registraron
los mayores atropellos de esa corporación", afirma el académico,
doctorado en derechos humanos por la UIA.El conocimiento de la región del encargado de la política migratoria también incluye "los años de mayor represión del gobierno de Puebla del gobernador Rafael Moreno (centroderecha) como secretario de Seguridad Pública, al inicio de su gestión (2011-2017).
Con su llegada al INM la misión encomendada por Peña fue "darle un enfoque de seguridad nacional a ese instituto, para frenar la migración centroamericana mediante métodos de coacción policial".
Un pedido de EEUU
El
incremento de los arrestos y operaciones de persecución de ilegales en
la frontera sur con Guatemala "ha respondido a las exigencias del
gobierno de Barack Obama para frenar la migración desde la crisis de los
menores no acompañados", cuyo número se multiplicó hasta más de 60.000
en 2014, saturando los albergues estadounidenses.
De 9.000 menores
en 2013 se pasó a la detención de 40.000 el año pasado, el 38 por
ciento de ellos menores de 11 años y el 48 por ciento de niños y
adolescentes viajan solos.Esas acciones resultaron en un escándalo internacional y las presiones de organismos defensores de los DDHH "dieron como resultado las acciones ejecutivas de Obama en favor de los migrantes", en el marco de su reforma migratoria de apertura.
Ahora, con el tema migratorio convertido en arma política del magnate republicano, presentada en lenguaje xenófobo "las elecciones presidenciales en EEUU y la efervescencia racista de Trump, el tema migratorio podría dar un giro todavía más radical en lo que se refiere a la represión de migrantes de cualquier nacionalidad en su paso por México en situación irregular como trampolín para cruzar la frontera".
Con la combinación de esos factores "se corre el riesgo incluso de que los migrantes busquen quedarse en México durante un tiempo hasta lograr realizar su sueño americano, creando una nueva crisis de este lado", advierte Castro Soto.
Lo que sí es un hecho, es que los migrantes centroamericanos también están huyendo por razones dramáticas "el cambio climático y la falta de inversión ha devastado zonas agrícolas centroamericanas, sin cosechas ni empleos formales, además de la pobreza y la violencia social que viven en sus países son disparadores de la migración masiva".
Finalmente, haitianos, africanos y asiáticos que entran por Colombia, se suman ahora en rutas por Panamá, Costa Rica hasta México hacia EEUU en una nueva presión migratoria interminable.
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