"Hay
una necesidad de pensar más en la calidad de la inversión para evitar
que la gente que ha mejorado sus condiciones de vida vuelva atrás, hay
que invertir en sistemas de protección social, en nuevos programas
sociales para proteger a los pobres, a las clases medias si la situación
empieza a hacerse más difícil", dijo el experto al evaluar la gestión
de Morales que este 6 de agosto en ocasión de la fundación de la
República de Bolivia en 1825, presentará un menaje informe al país.
En criterio de Ortuño, los bolivianos han mejorado su calidad de vida a la par que el Gobierno ha logrado impulsar proyectos de desarrollo estratégicos en materia de infraestructura caminera, aeroportuaria y energía.
Para el experto, si algo tiene que ofrecer de positivo el Gobierno de Morales es precisamente los logros económicos que en estos diez años han sido innegables.
Modernización de la infraestructura
Destacó que una de las tareas bien hechas de Morales fue llevar a cabo "un proceso de modernización de la infraestructura que el país necesitaba: más caminos, más plantas de energía, más agua; todo ese trabajo en infraestructura va a quedar para el futuro, es algo que el país no había podido hacer los últimos 30 años".
Esto ha sido posible, dijo Ortuño, porque el Gobierno pudo captar los excedentes generados por la explotación de los recursos naturales.
El experto advirtió además que en el contexto de Sudamérica donde el impacto de la crisis generada por la caída de los precios del petróleo y el mal manejo de la economía, Bolivia destaca como un país estable y con una capacidad de inversión que este 2016 duplica la que tenía en 2006.
En criterio de Ortuño, los bolivianos han mejorado su calidad de vida a la par que el Gobierno ha logrado impulsar proyectos de desarrollo estratégicos en materia de infraestructura caminera, aeroportuaria y energía.
"Todos los indicadores muestran que
se ha reducido la pobreza en el país, que hay gente que tiene mejores
ingresos y gran parte de los bolivianos han mejorado sus condiciones de
vida en estos diez años", explicó.
Contexto de crisis
Agregó
que en un contexto de crisis, el Gobierno debe seleccionar mejor sus
proyectos de inversión priorizando aquellos que van a generar recursos
seguros en el mediano y largo plazo.
"Hay que seleccionar mejor
los proyectos de inversión productiva, donde en lugar de hacer tres mega
proyectos se tenga que hacer uno bien hecho y los otros postergarlos
por un tiempo, cuando hayan mejores condiciones", agregó.Para el experto, si algo tiene que ofrecer de positivo el Gobierno de Morales es precisamente los logros económicos que en estos diez años han sido innegables.
Modernización de la infraestructura
Destacó que una de las tareas bien hechas de Morales fue llevar a cabo "un proceso de modernización de la infraestructura que el país necesitaba: más caminos, más plantas de energía, más agua; todo ese trabajo en infraestructura va a quedar para el futuro, es algo que el país no había podido hacer los últimos 30 años".
Esto ha sido posible, dijo Ortuño, porque el Gobierno pudo captar los excedentes generados por la explotación de los recursos naturales.
"El
modelo boliviano es un modelo que ha permitido que el Estado logre
captar una gran parte de la renta generada en su momento por el aumento
de precios de las materias primas sobre todo del gas, eso ha permitido
que el Gobierno tenga recursos, que haya inversión que hayan políticas
sociales".
Agenda del 2020El experto advirtió además que en el contexto de Sudamérica donde el impacto de la crisis generada por la caída de los precios del petróleo y el mal manejo de la economía, Bolivia destaca como un país estable y con una capacidad de inversión que este 2016 duplica la que tenía en 2006.
Al
celebrar su aniversario 191, Bolivia enfrenta un nuevo momento del
Gobierno de Morales que busca salir de crisis agravada en los primeros
meses de 2016 por denuncias de corrupción y escándalos políticos para
retomar su agenda económica con miras hacia el 2020, dijo el economista.
El
Gobierno boliviano tiene previsto invertir cerca de 48.000 millones de
dólares en los próximos cuatro años, mantener el promedio de crecimiento
del 5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y alcanzar el 2020 un
PIB nominal de 57 millones de dólares.
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