Disidentes del PSUV acusan al mandatario venezolano de traicionar a Hugo Chávez
Afp, Dpa y Reuters
Periódico La Jornada
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, pidió ayer a las fuerzas armadas prepararse para una
guerra no convencional, durante un acto en el que prometió mejoras laborales a los militares, casi una semana después de su derrota en las elecciones legislativas.
Yo sólo les digo, mujeres y hombres, prepárense para defender la patria y que nadie vacile. No permitiremos que la derecha y la burguesía, desde las posiciones de poder que han conquistado, entreguen la soberanía, la independencia y la justicia que se han construido durante años de sacrificio, expresó en el primer acto militar que preside desde los comicios legislativos.
Aseveró que la oposición está
asustadapor su triunfo en las elecciones, y advirtió que la derrota del oficialismo coloca al país frente a una crisis
contrarrevolucionaria de grandes dimensiones.
En las legislativas de hace una semana la oposición propinó la peor derrota al oficialismo en 17 años y se propone impulsar varias leyes desde la Asamblea, incluyendo una de amnistía para liberar a los opositores políticos presos, la cual, aseguró Maduro, será rechazada.
El Presidente dijo que, utilizando su triunfo
circunstancial, la oposición quiere entregar la soberanía del país y sentar las bases para doblegar la revolución bolivariana.
A esta patria no la dominan y no la hacen retroceder. A costa de nuestras vidas no lo vamos a permitir. Ellos (la oposición) vienen vestidos de corderos, todos ellos forman parte de grupos económicos y están atrás de éstos, aseveró.
Agregó que antes de asumir la mayoría en la Asamblea, la oposición está
amenazandocon derogar leyes que benefician al pueblo. Preguntó si debe quedarse con los brazos cruzados cuando la Asamblea le niegue los créditos necesarios para continuar con las misiones sociales que buscan atender a los sectores más vulnerables.
Maduro advirtió que ante ese escenario la oposición debe saber
que el pueblo está listo para una nueva rebelión ante las amenazas.
En tanto, el grupo Marea Socialista, facción disidente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), está pidiendo medidas económicas urgentes y acusa a Maduro de traicionar a su antecesor, Hugo Chávez, al permitir que la corrupción, la burocracia y la incompetencia florezcan en el país.
Están liquidando la revolución, declaró Gonzalo Gómez, líder del grupo, quien calificó la victoria de la oposición de
sacudónque llama a un cambio de políticas.
Por otra parte, casi una semana después de la aplastante victoria de la oposición en los comicios, algunos de sus diputados electos se volcaron el sábado a las calles de la capital venezolana para celebrar junto con sus seguidores.
En una de las laderas de la barriada capitalina de Petare, una de las más populosas y pobres del país, se hizo una fiesta callejera, en la cual el diputado opositor relecto Miguel Pizarro, del partido Primero Justicia, se reunió con decenas de seguidores y habitantes de esa comunidad.
La coalición opositora de la Mesa de Unidad Democrática, que agrupa a una veintena de partidos, logró en las elecciones del domingo anterior 112 de los 167 escaños, lo que le garantiza una mayoría calificada que le permitiría convocar a una asamblea constituyente y aprobar una reforma constitucional, designar o remover a los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia y nombrar a los rectores del Consejo Nacional Electoral, la Fiscalía General, el contralor general y el defensor del pueblo.
El oficialismo, que por tres lustros había dominado el Congreso, deberá manejarse a partir del 5 de enero con 55 diputados.
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