Sergio Ferrari
Adital
La principal cita altermundialista se realizará en agosto 2016 por primera
vez en el "Norte” geográfico. Montreal, Canadá, espera acoger miles de participantes,
convocar a cerca de cinco mil organizaciones, y asegurar la realización de mil quinientas
actividades. Más allá de lo cuantitativo, hay otros objetivos conceptuales, políticos,
explica Carminda Mac Lorin, 32 años, integrante del "Colectivo FSM 2016 a Montreal”.
"Es importante reforzar el papel que ha jugado hasta ahora el FSM, incorporando
la renovación de las prácticas de contestación social que emergen desde 2011”, subraya
la joven militante social. "Necesitamos imperiosamente espacios donde puedan dialogar
las nuevas culturas políticas”, enfatiza.
La activista Carminda Mac Lorin habla sobre las expectativas para el primer FSM a ser realizado en un país del Norte. |
¿Cómo
recibió la decisión de fines de marzo de la instancia facilitadora del Foro Social
Mundial, el Consejo Internacional, otorgando a vuestro Colectivo la organización
de la próxima edición, de agosto 2016?
Carminda
Mac Lorin - Con sorpresa y alegría. Veíamos
una cierta indecisión de parte del Consejo Internacional (instancia facilitadora)
de Foro. Nosotros, como candidatos, protagonizamos ya un proceso de dos años, muy
activo y muy motivador. Estoy muy orgullosa que hemos logrado esta confirmación.
Y si bien recibimos un gran apoyo de muchas organizaciones, somos conscientes que
el acceso a Canadá constituye un problema muy serio. Pero queremos llevar esa lucha
de frente y asegurar que todos los que quieran participar del próximo puedan hacerlo…
El FSM
frente a un cambio de paradigmas
Hacerlo
por primera vez en el Norte geográfico implica un cambio de paradigma en la dinámica
del FSM…
CML - Hoy la distinción Norte Sur no
tiene más sentido. Hay "nortes” en el Sur y también hay "sures” en el Norte. La
fractura mayor no opone a los países de un lado y otro del ecuador. Sino que atraviesa
el conjunto de las sociedades, oponiendo las elites que monopolizan la riqueza y
el poder al conjunto de la gente que apenas sobrevive. La democracia cedió ante
una oligarquía mundial que impone reglas en todas partes. Todo se hizo mucho más
evidente a partir de la crisis del 2008 y provocó una ola de movilizaciones que
desde 2011 se expande en todos los rincones del planeta. La primavera árabe, los
indignados españoles, los manifestantes griegos, el movimiento Occupy de Nueva York,
Tel Aviv, Berlín, Río, Montreal, Estambul, Sarajevo… Los pueblos se movilizan, se
indignan y se insurgen por encima y por debajo del ecuador…
Un elemento
significativo es la juventud de vuestro Colectivo, pero con un sólido análisis político…
CML - Somos todos jóvenes. Algunos de
cuerpo, otros de alma. Tenemos entre 18 y 65 años, pero todos nos sentimos jóvenes.
Tenemos una energía fresca y renovada. En Quebec protagonizamos una historia reciente
de lucha. Incluyendo al movimiento "Occupy”, a partir de fines del 2011, en el que
muchos de nosotros estuvimos involucrados, sin decir por ello que tenemos el sello
de propiedad de esa movilización. Participamos también de la primavera de Quebec,
que aportó toda una reflexión política de fondo. Siento que esas experiencias están
bien insertas e inspiradas en la dinámica del FSM y sus principios, que nos acompañan
desde el 2001, desde su mismo nacimiento en Porto Alegre.
"Integramos
toda la historia y los valores del FSM”
¿Cómo
se manifiesta esa proximidad entre vuestro Colectivo y vuestrs luchas y el proceso
del FSM?
CML - En Quebec, en particular, y en
Canadá, en general, hay una larga historia de foros sociales, locales, regionales,
nacionales. Los más amplios, los de 2007 y 2009 en Quebec, con miles de participantes
y con una gran capacidad de movilización para organizarlos. La historia es larga:
desde el inicio son numerosos los canadienses que han participado en cada edición
del FSM.
¿Quiénes
participan en el Colectivo a favor del FSM 2016 en Quebec?
CML - Es una dinámica muy interesante.
Nos interesa no perder de vista la perspectiva de individuos. Todos estamos ligados
a organizaciones, pero queremos impulsar un proceso un tanto autónomo, con dinámicas
que integran a los ciudadanos implicados en la construcción de la sociedad. El Colectivo
está constituido por gente de organizaciones grandes y chiquitas; por estudiantes;
por miembros de las primeras naciones de Quebec y de Canadá. Es un grupo muy plural
y diverso.
Manifestantes del movimento Occupy, en Quebec. |
¿Evalúan
al proceso que culminará con el FSM en Montreal como la posibilidad de integrar
esa dinámica altermundialista y los nuevos grupos y movimientos "occupy”?
CML - Totalmente. Es uno de nuestros
objetivos. Pensamos que es importante crear plataformas para asegurar un diálogo
activo con estos "nuevos movimientos sociales”, tal como se les llama, y la sociedad
civil más institucionalizada. Se necesitan estas nuevas plataformas de diálogo,
de debate. Otro desafío fundamental es el de juntar culturas políticas con lenguajes
diferentes.
¿Se
refiere a integrar en este movimiento altermundialista nuevas formas de expresión
cultural?
CML - ¡Sí! El arte es la mejor metáfora
de las culturas. Pero las culturas son más amplias que el arte. Necesitamos espacios
en que puedan dialogar las nuevas culturas políticas. Si bien hay diferencias de
lenguaje, estamos convencidos que todos luchamos por los mismos objetivos: promover
la dignidad de la gente; reducir las desigualdades sociales cada vez más significativas
etc. Debemos luchar juntos, inter-generacionalmente, inter-culturalmente. Y pensamos
que el FSM de Montreal será una gran oportunidad para renovar con originalidad este
proceso en marcha. Queremos profundizar los logros del FSM como amplificador de
luchas y espacio de encuentro de los movimientos. Pero la próxima edición deberá
tener en cuenta la renovación de las prácticas de contestación social que emergen
desde 2011.
Restricciones
migratorias: desafío para los organizadores
La política
restrictiva migratoria de las actuales autoridades canadienses será un obstáculo
para que los representantes de América Latina, Asia o África puedan participar…
¿Cómo resolverlo?
CML - Nos indigna el problema que tienen
las poblaciones para movilizarse libremente. Es absurdo que las mercancías circulen
sin problema y la gente no. Se trata de una política discriminatoria y nos oponemos
a ésta. Muchos nos dicen que será difícil conseguir las visas para los participantes…
Estamos convencidos que la lucha contra el sistema global es más difícil y sin embargo
no nos frena ni nos desmoraliza. Lo de las visas: en lugar de considerarlo un obstáculo
lo vemos como una oportunidad para tematizarlo. E intentamos movilizarnos, nosotros,
y llamar a la movilización de la sociedad civil internacional, en torno a este desafío.
Queremos avanzar hacia un mundo en que las fronteras no se correspondan a las actuales.
Mujeres se manifiestan durante el Fórum Social Mundial 2015, realizado el último mes de marzo, en Túnez. |
¿Dónde
se hará en concreto el FSM 2016? ¿En el centro mismo de Montreal?
CML - Hemos avanzado en la reflexión
de este proyecto que es colectivo. Pensamos desarrollar un territorio social mundial,
de un kilómetro y medio en el centro de Montreal, que incorporaría las tres grandes
universidades. Contamos con el barrio de los espectáculos donde se realizan en verano
los grandes festivales y que es un espacio ya preparado para socializar el arte.
También queremos incorporar un barrio con diversidad de género y sexual que se llama
el Village. ¡Todo esto existe ya: esto es Montreal! La idea es ponernos ahí. Nos
gustaría incorporar un campamento de la juventud en una isla cercana o en un territorio
autóctono. Y nos proponemos extender el Foro en muchos foros locales y regionales.
Imaginamos que la marcha de apertura podría concluir en algún barrio periférico
para evitar las críticas de que siempre nos movilizamos en el centro de las ciudades…
Alguna
reflexión final…
CML - Estoy haciendo un doctorado sobre
la dinámica del FSM y la relación con lo que se llaman "nuevos movimientos”. Y estoy
convencida que conceptos como transversalidad, horizontalidad, pluralismo son esenciales
en la crítica contra el sistema. A veces no es fácil articular globalmente esa crítica
porque el sistema es muy amplio. Toca ecología, derechos humanos, problemas de género.
¡Tantos problemas inmensos! Pero estamos convencidos que es fundamental abrir espacios
para la convergencia de todas esas luchas… Y ese es uno de los grandes desafíos
de este proceso de construcción, preparación y realización del FSM 2016, proyecto
que implica en total cuatro años. Empezamos a soñarlo en marzo del 2013. Ya estamos
en la mitad del camino. Nos queda por delante otro tanto para seguir marchando…
(colaboración del periódico Le Courrier y E-CHANGER/COMUNDO)
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