Andrés Figueroa Cornejo
Adital
"…y el derecho incesante
de alumbrar la tierra con el incendio de las cárceles”
Patricio Manns
Colombia, pueblo
que sangra. Colombia cercada por el imperialismo norteamericano y su dentadura de
armas definitivas. Pueblo encarcelado, cárcel sobrepoblada e infierno en la Tierra.
De alegría, de amor y de muerte. Pueblo que resiste una y otra vez en mitad de la
noche más dura imaginable y entre tres cordones cordilleranos y dos ríos fundamentales.
Selva y combate y agobio. Crímenes imposibles de narrar. Resistencia larga, sin
tiempo. Pueblo fabricado de opresión y levantamientos, pueblo objeto de engaños
asesinos. Y también un pueblo de promesas, miedo y rebeldía.
Lo que viene
es una entrevista a uno de los dirigentes y prisionero político sin nombre del Movimiento
Nacional Carcelario (MNC), agrupación amplia de Derechos Humanos que busca y rebusca
el mejoramiento de las condiciones de sobreviviencia de los presos sociales y políticos
en Colombia. El MNC realiza una jornada de protesta y resistencia civil entre el
20 y el 25 de abril de 2015por los Derechos Humanos de los prisioneros/as, sin
exclusión de ningún tipo.
Al final se añade
un testimonio de otro prisionero, un guerrillero del Ejército de Liberación Nacional,
ELN, que sufre una condena que suma más de un siglo. Se trata de un campesino y
combatiente cautivo hace 12 años.
"La institucionalidad
promueve el desprecio por la vida humana”
Desde los calabozos
y pabellones colombianos, el representante del Movimiento Nacional Carcelario, seccional
Cúcuta ‘en pie de lucha’, uno de sus dirigentes dice que "Las y los prisioneros
recluidos en el complejo metropolitano de Cúcuta, Cucú (http://www.comitedesolidaridad.com/index.php/2-uncategorised/1120-detenidas-cucuta), asociados en el Movimiento Nacional Carcelario
(http://www.semanariovoz.com/tag/movimiento-nacional-carcelario/), participamos abierta y decididamente en la gran
lucha nacional carcelaria que se desarrolla del 20 al 25 de abril de 2015 en todo el país en defensa de todos nuestros derechos
vulnerados y en contra de la criminal política penitenciaria y su régimen carcelario,
verdadero responsable de la profunda crisis en la que han sumergido a 120 mil seres
humanos que se encuentran en prisión, en las más repugnantes y reprochables condiciones
de abandono y miseria absoluta”.
¿Qué ocurre con
el Estado y el gobierno frente a su situación?
"La institucionalidad
promueve sistemáticamente el desprecio por la vida humana, quitándonos hasta el
mínimo vital para la supervivencia y con ello nuestros más elementales derechos,
incluidos los universales, como el derechos a recibir sol y agua. También nos prohíben
el derecho a practicar las sanas costumbres socio-culturales y el libre desarrollo
de la personalidad, todos ellos consagrados en la constitución política nacional
y en la Carta de las Naciones Unidas.”
¿Cuáles son sus
demandas centrales?
"Exigimos del
gobierno nacional una inmediata respuesta a los 5 puntos planteados por el Movimiento
Nacional Carcelario (MNC): Instalación de una Mesa Nacional de Concertación como
espacio de diálogo donde participe el MNC. Que el gobierno nacional declare la emergencia
social y humanitaria (Art. 215 de la Constitución). La aprobación del proyecto de
Ley 0082 sobre la rebaja de penas al 20% de todos los presos del país. La solución
real, definitiva e inmediata a la grave situación de salud de la población cautiva.
Y nuestra visión, y de cualquier nacional, por soberanía, patria y dignidad. Asimismo,
exigimos de las direcciones del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario de
Colombia (INPEC), local y regional-oriente, como también de las Entidades Promotoras
de Salud Capricorn (EPS) y de la ITS Dionco, regional norte, para que den cumpliendo
a los 17 puntos acordados en febrero de 2015, firmados en acta como producto de
la desobediencia pacífica llevada a cabo por el MNC, seccional Cúcuta, donde se
acordaron salidas urgentes que ofrecieran pronta solución a la grave crisis sanitaria,
con 732 casos inasistidos, de lo que hoy por hoy, nada o poco se ha cumplido. Lo
mismo acontece con centenares de asuntos jurídicos no resueltos como resultado de
la ingobernabilidad, la anarquía y la corrupción administrativa con las que irresponsablemente
estas instituciones han manejado la administración, profundizando aún más la ya
conocida y crítica situación social y humanitaria de los 4.500 seres humanos bajo
su responsabilidad. Tampoco han sido tratados seriamente ninguno de los otros 15
puntos acordados, los cuales se convirtieron en hoja de ruta para seguir con posibles
soluciones a corto y mediano plazo.”
¿Qué aspectos
consideran esos puntos incumplidos?
"El gravísimo
nivel de hacinamiento y la indecorosa situación alimentaria.”
"¿Quién responde por la vida de nuestros compañeros/as?”
¿Qué organismos
del Estado los someten a las condiciones infrahumanas en las que se encuentran?
"Rechazamos terminantemente
el salvajismo con el que actúan los agentes del Grupo de Acción Inmediata (GRIN)
que de manera sistemática y criminal arrasan con la tranquilidad de la población
reclusa, y que nos torturan física y psicológicamente con descargas eléctricas,
garrotes, gases, con todo tipo de golpes, de ultrajes verbales a prisioneros y prisioneras
que se encuentran en estado de indefensión.”
Si bien la represión
en las cárceles es una política general en Colombia, ¿cómo se expresa en la seccional
Cúcuta?
"Lo anterior
ocurrió recientemente en nuestro complejo. Por ello exigimos una investigación ante
la flagrante violación a los derechos humanos. Elevaremos denuncias penales y disciplinarias
por los abusos y estragos cometidos por tan nefastos personajes, los mismos que
tanto daño les causan a quienes tengan la desgracia de caer en sus garras, y por
cuyas actuaciones tendrán que responder ante la historia.”
¿Qué piden al
Estado colombiano?
"Solicitamos
de los entes veedores, como la Procuraduría, Personería y Defensoría del Pueblo,
el acompañamiento para las futuras operativos que serán ejecutados por el GRIN y la Policía Nacional,
como garantes y protectores de nuestros derechos,
debido a los innumerables abusos y violaciones al VIH por parte de estos organismos
represivos del Estado en diferentes cárceles del país. Con sus actuaciones sólo
persiguen amedrentar a la población: sus acciones apuntan no a ejercer control o
seguridad, sino a degradar nuestras ya vulnerada dignidad humana.”
¿Saben quiénes son los represores?
"Al respecto,
denunciamos el ocultamiento de todo tipo de elementos que conduzcan a ser identificados
los agentes causantes de los abusos en sus operativos, dándoles patente para comportarse
como verdaderos verdugos en completa impunidad al no portar distintivo alguno, como
nombre, apellido o placa que les pueda comprometer jurídica y/o disciplinariamente
si son individualizados. Así logran infundir terror a los presos para que no instauren
ninguna clase de denuncia, como pasó con el compañero del MNC, Gerardo Antonio Soto
Giraldo, muerto por una garrotera de asesinos del GRIN en febrero de 2013, quedando
gravemente heridos 16 compañeros más en el patio 5 del bloque 5 del complejo Ibagué,
‘Coiba’. O las nulas investigaciones por los más de 26 compañeros y compañeras presas
y muertas en tan solo 16 meses en ese mismo complejo. ¿Quién o quiénes responden por la vida de nuestros compañeros/as?”
"Los integrantes
del MNC realizamos un llamado a las FARC-EP para que no se levanten de la mesa de
diálogo”
Uno de los aspectos
clave del MNC tiene que ver con el tipo de administración carcelaria…
"No queremos
más muertes por abandono o discriminación en las cárceles colombianas. No más torturas
con descargas eléctricas, ni garrote ni gas pimienta contra los presos que reclaman
justicia, dignidad, asistencia médica o dotación. Decimos No a los funcionarios
corruptos que desaparecen los presupuestos de los presos mientras reprimen con odio
visceral a quienes denuncian o exigen respeto.
Al unísono decimos: No más requisas morbosas ni tratos humillantes y degradantes
en contra de nuestras compañeras, familiares y amigos visitantes. Decimos un No
rotundo a jueces y fiscales patrocinadores de ‘falsos positivos’ (http://es.wikipedia.org/wiki/Falsos_positivos_judiciales_en_Colombia), quienes han convertido los derechos consagrados
en la constitución política, la justicia y la libertad en mercancías. No más a la
ignominiosa práctica de utilizar carpas y carros del INPEC o la Policía Nacional
en plazas y parque públicos, haciendo las veces de cárceles móviles al mejor estilo
de ‘circos de pueblo’ que mantienen enjaulados a centenares de hombres y mujeres
capturados en espera de ‘un cupo’ en las cárceles hacinadas del país y sin tener
donde hacer sus necesidades fisiológicas. De esa manera violan derechos y los más
básicos estándares de prisiones en materia internacional.”
¿Qué pueden hacer
los colombianos y no colombianos ante el ejercicio carcelario del odio?
"Invitamos a
la comunidad nacional e internacional, a los medios de comunicación, como a los
movimientos populares y agrupaciones de Derechos Humanos para que intervengan ante
el Presidente de la República, José Manuel Santos, o ante quienes correspondan,
a dar soluciones inmediatas a nuestras justas peticiones para que se comprometan
y cumplan con su función. Los integrantes del MNC realizamos un llamado a las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército Popular (FARC-EP) para que no se levanten
de la mesa de diálogo (http://es.wikipedia.org/wiki/Di%C3%A1logos_de_paz_entre_el_gobierno_Santos_y_las_FARC) hasta no firmarse un acuerdo de paz que les garantice
a los colombianos/as una verdadera paz con justicia social, soberanía y dignidad,
que dé por terminada la guerra fraticida que tanto daño le ha causado a nuestra
querida Colombia.”
Testimonio de
un prisionero político: Del fusil al combate carcelario de una mente libertaria
Un prisionero
político del Ejército de Liberación Nacional, ELN, encerrado en otra cárcel de Colombia,
y en el marco de las movilizaciones del MNC, señala que "quiero elevar una voz de
aliento para que se nos respeten nuestros derechos universales y nuestra dignidad
humana en las cárceles de Colombia. Quiero presentar las calamidades y falencias
del gobierno carcelario corrupto, oportunista y violador de los Derechos Humanos”.
Y añade que "hoy me encuentro luchando desde una trinchera más de combate, pero
no con un fusil sino con mi mente libertaria. En mi país es así. A todos los que no compartimos los malos gobiernos
se nos quiere acallar con las rejas. Estamos sometidos a las formas más degradantes
y humillantes que un ser humano puede soportar.”
El prisionero
comunica que "el suelo colombiano es cada día más explotado por unos cuantos capitalistas
perpetradores de grandes delitos contra nuestro pueblo. Por eso estamos obligados a adoptar la lucha revolucionaria como
único camino de reclamar nuestros derechos. Por eso hoy tomo la palabra como hijo del suelo colombiano desde aquí, enterrando
en una prisión, padeciendo las inclemencias y humillaciones en estos campos de concentración
que habitamos alrededor de 140 mil hombres y mujeres condenados por diferentes ‘delitos’.
No compartimos ni queremos ser coautores de los malos tratos y el saqueo del país
por parte de los gobernantes.”
"Necesitamos
que nuestros gritos revolucionarios traspasen las fronteras de Colombia”, continúa,
"los internos recluidos en mazmorras tenemos el problema de la pésima alimentación.
Las administraciones le dan mal manejo a los escasos recursos que distrae el Estado
al INPEC para que así esa entidad resuelva por medio de licitaciones al mejor postor,
al más barato, para que nos suministre la comida. De este modo, compran los productos
más malos para ahorrar y engordar sus bolsillos. Nos dan la comida en recipientes
inadecuados y que provocan la enfermedad de muchos de nosotros. Y cuando se presenta
alguna enfermedad comienza otro calvario. En los dispensarios de medicamentos sólo
hay aspirinas e ibuprofeno, cosas sencillas pero inútiles para
enfrentar las enfermedades de más riesgo o contagiosas. En la cárcel de mujeres
de Jamundí, Cauca, las prisioneras que tienen a sus hijos en edad de lactancia carecen
hasta de pediatras y su alimentación es desastrosa. Después de EE.UU. y de China,
Colombia es el país con más presos y prisiones del mundo.”
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