Bajo la lupa
Alfredo Jalife-Rahme
Miles de personas rindieron tributo ayer en Nantes
a las víctimas del ataque a la publicación satírica Charlie Hebdo
Foto Reuters
Hace exactamente dos años alerté sobre la probabilidad de un operativo de Al Qaeda en la Torre Eiffel (http://goo.gl/zxYln6)
con base en “una entrevista de Michael Maloof, experto del Pentágono en
la fase del bushiano Ronald Rumsfeld, al cada vez más imprescindible
Russia Today (http://goo.gl/iESPBm)”, quien
esclarece el empantanamiento de Franciay
hasta presagia un epílogo trágico (sic) al presidente Hollande. Maloof
pronostica que Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQIM, por sus siglas en inglés), a partir de sus reductos en Libia/Malí/Argelia, emprenderá ataques a Europa (¡supersic!).
¿Al Qaeda en la Torre Eiffel?
El mismo día de la aparición del libro Sumisión (http://goo.gl/fwujgu) –significado de
Islam: sea por la palabra del Corán, sea por la
espada–, que vaticina el ascenso de un presidente mahometano en Francia en 2022, del provocador autor islamófobo hoy escondido Michel Houellebecq, fueron perpetrados varios atentados triplemente repudiables en ese atribulado país: 1) por constituir cobardes asesinatos de inocentes, sean quienes fueren; 2) por cobrar la vida de 12 periodistas del semanario satírico de izquierda Charlie Hebdo, y 3) por desatar una ola de islamofobia en Europa.
El motivo enarbolado por la narrativa unánime de los multimedia occidentales sería una venganza seriada por la profanación y caricaturización del profeta Mahoma, cuya efigie no es dibujable en la religión islámica de corte iconoclasta, en similitud al protestantismo cristiano en referencia a la imagen de Jesús.
La franquicia de Al Qaeda en Yemen reivindicó la autoría de la carnicería que los yihadistas del Estado islámico
Daesh/ISIS/ISIL festejaron como
héroes(http://goo.gl/nPiwMP).
Más allá de las simplistas motivaciones fabricadas por la narrativa
políticamente correctapara la catarsis del consumo furibundo, caben dos adicionales hipótesis operativas: 1) si el encuentro inopinado hace un mes entre los presidentes Hollande y Putin en el aeropuerto Sheremétyevo de Moscú indispuso a
alguien(http://goo.gl/uYOyec) y 2) si el exhorto hace una semana por el presidente galo de levantar las sanciones a Rusia no derramó la gota irascible del vaso logístico anglosajón en Ucrania (http://goo.gl/driCGw).
La procedencia rocambolesca de los yihadistas desde Yemen, la otrora Arabia Felix de los romanos, no es menor desde el punto de vista geopolítico: donde se libra una guerra civil teológica entre sunnitas (cercanos a Arabia Saudita) –60 por ciento de la población– y 40 por ciento de
hutis/chiítas (apuntalados por Irán) en las fronteras del reino wahabita, principal superpotencia petrolera global que ya inició su delicado proceso sucesorio.
En Yemen –llave metafórica del superestratégico estrecho de Bab Al Mandab: la
Puerta de las Lágrimasen el mar Rojo, que conecta el mar Mediterráneo y el canal de Suez con el océano Índico– operan tanto Al Qaeda, que recluta a los desposeídos jóvenes sunnitas desempleados, como los drones y los instructores de guerra de Estados Unidos (EU).
Sin esquivar la parte emocional dolorosa, no se pueden soslayar los datos estructurales que marcan las tendencias del
choque de civilizacionesen curso promovido por el nonagenario israelí-británico-estadunidense Bernard Lewis y su fallecido seguidor mexicanófobo Samuel P. Huntington.
¿Por qué existen 6 millones de musulmanes en Francia, en su mayoría norafricanos árabes sunnitas?
Pues por un similar fenómeno al de los migrantes mexicanos –genuinos
refugiados económicos– que debido a la globalización financierista y su outsourcing buscan empleo en los países del G-7 por carecer del mismo en sus propios países expoliados económicamente, cuando no bombardeados militarmente desde Afganistán pasando por Irak hasta Libia.
Los
musulmanes representan 56 millones, 7.6 por ciento de Europa (¡sin
Turquía!), donde prevalece el ocaso de la tercera edad que imita el
declive demográfico y económico deflacionario de Japón.
Rusia, de lejos, ocupa el primer lugar con 27 millones de musulmanes, luego Francia (6 millones) y, en tercer lugar, Alemania (4 millones): una implosiva bomba demográfica que ya empezó a detonar y que
¿Rusia es el verdadero objetivo en Europa del teledirigido estallido yihadista –en las versiones hollywoodenses de Al Qaeda y/o Daesh del Estado Islámico–, más que Francia y Alemania, o los tres, con el fin de impedir su interacción geoeconómica y geopolítica?
Hoy la verdadera revolución global es demográfica.
El perfil demográfico del mundo islámico, de 57 países de más de mil 800 millones de feligreses y, por reducción, del mundo árabe, de 22 países (sin contar a los saharauis) de 377 millones –que naufragan en su invierno seudorrevolucionario–, es similar al de México: 50 por ciento de la población eminentemente juvenil es menor de 24 años.
Para los estrategas chinos la primavera árabe –similar al levantamiento juvenil de Hong Kong estimulado por National Endowment for Democracy (NED) y la CIA– fue un artefacto de EU para propiciar
Yemen cuenta con 26 millones de habitantes (http://goo.gl/4bzpA1) cuyo 62 por ciento (¡supersic!) es menor de 24 años (de 0-14 años: 41 por ciento y de 15-24 años: 21 por ciento) y constituye un país disfuncional con uno de los peores PIB per cápita del planeta –mil 418 dólares: ranking número 187 de 228 países–, cuyos adolescentes carecen de futuro: verdaderos muertos vivientes que no tienen ya nada más que perder y se refugian en una adulterada interpretación de su muy respetable religión y son fácilmente reclutados por Al Qaeda y/o sus afines servicios occidentales de espionaje (http://goo.gl/pIrXVJ).
El choque de las civilizaciones de la dupla Lewis/Huntington desemboca ineluctablemente en más tragedias y no se vislumbra cómo pueda aniquilar a mil 800 millones de musulmanes, en su mayoría juveniles, de la faz de la Tierra.
Tampoco se puede eludir que
En medio del dolor y del choque emocional que sufre la población francesa –lo cual favorece el ascenso de Marine Le Pen, del Frente Nacional, que ya se instaló en el año 732 de Poitiers con el legendario estadista franco Charles Martel– no es el momento elegante, políticamente
Immanuel Kant, uno de los máximos filósofos de Occidente de todos los tiempos, catalogaba al Islam en el siglo XVIII –cuando no estaba en el horizonte el choque de civilizaciones– como la
¿Sufrió el Islam en el lapso de tres siglos una lamentable transmogrificación o fue el mismo
Esta es la pregunta que deben responder quienes anhelan el diálogo de las civilizaciones y su coexistencia universal.
www.alfredojalife.com
Twitter: @AlfredoJalifeR_
Facebook: AlfredoJalife
Vk: id254048037
Rusia, de lejos, ocupa el primer lugar con 27 millones de musulmanes, luego Francia (6 millones) y, en tercer lugar, Alemania (4 millones): una implosiva bomba demográfica que ya empezó a detonar y que
alguienaprovecha.
¿Rusia es el verdadero objetivo en Europa del teledirigido estallido yihadista –en las versiones hollywoodenses de Al Qaeda y/o Daesh del Estado Islámico–, más que Francia y Alemania, o los tres, con el fin de impedir su interacción geoeconómica y geopolítica?
Hoy la verdadera revolución global es demográfica.
El perfil demográfico del mundo islámico, de 57 países de más de mil 800 millones de feligreses y, por reducción, del mundo árabe, de 22 países (sin contar a los saharauis) de 377 millones –que naufragan en su invierno seudorrevolucionario–, es similar al de México: 50 por ciento de la población eminentemente juvenil es menor de 24 años.
Para los estrategas chinos la primavera árabe –similar al levantamiento juvenil de Hong Kong estimulado por National Endowment for Democracy (NED) y la CIA– fue un artefacto de EU para propiciar
cambios de regímenesque avancen su agenda geopolítica.
Yemen cuenta con 26 millones de habitantes (http://goo.gl/4bzpA1) cuyo 62 por ciento (¡supersic!) es menor de 24 años (de 0-14 años: 41 por ciento y de 15-24 años: 21 por ciento) y constituye un país disfuncional con uno de los peores PIB per cápita del planeta –mil 418 dólares: ranking número 187 de 228 países–, cuyos adolescentes carecen de futuro: verdaderos muertos vivientes que no tienen ya nada más que perder y se refugian en una adulterada interpretación de su muy respetable religión y son fácilmente reclutados por Al Qaeda y/o sus afines servicios occidentales de espionaje (http://goo.gl/pIrXVJ).
El choque de las civilizaciones de la dupla Lewis/Huntington desemboca ineluctablemente en más tragedias y no se vislumbra cómo pueda aniquilar a mil 800 millones de musulmanes, en su mayoría juveniles, de la faz de la Tierra.
Tampoco se puede eludir que
Occidentepractica con cierta frecuencia los operativos de
falsa bandera( false flag), como el atentado de Bombay de 2008, que luego resultó imputable a los servicios secretos israelíes (http://goo.gl/iaTJWe), lo cual ridiculizó a los zelotes turiferarios del Mossad y avaló mi hipótesis primaria (http://goo.gl/67Z0JW).
En medio del dolor y del choque emocional que sufre la población francesa –lo cual favorece el ascenso de Marine Le Pen, del Frente Nacional, que ya se instaló en el año 732 de Poitiers con el legendario estadista franco Charles Martel– no es el momento elegante, políticamente
incorrecto, para explotar los perturbadores agujeros negros desinformativos sobre los atentados de
Al Qaedaen suelo galo.
Immanuel Kant, uno de los máximos filósofos de Occidente de todos los tiempos, catalogaba al Islam en el siglo XVIII –cuando no estaba en el horizonte el choque de civilizaciones– como la
religión de la tolerancia.
¿Sufrió el Islam en el lapso de tres siglos una lamentable transmogrificación o fue el mismo
Occidenteque la padece por su insaciable expoliación geopolítica?
Esta es la pregunta que deben responder quienes anhelan el diálogo de las civilizaciones y su coexistencia universal.
www.alfredojalife.com
Twitter: @AlfredoJalifeR_
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