En
un acto solidario con los familiares de los 43 estudiantes mexicanos
desaparecidos, los líderes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional
(EZLN) recibieron el sábado en Chiapas, suroeste, a los padres de esos
jóvenes para unirse a su clamor de justicia y pedir el retorno con vida
de esos normalistas.
“Nosotros el Ejército Zapatista de Liberación Nacional queremos escuchar su dolor y su rabia que también son nuestras”, explicó el Comandante Tacho en el acto de bienvenida.
Igualmente, los líderes de esta guerrilla indigenista expresaron su apoyo a los llamados a la aparición con vida de los 43 estudiantes, “por el acto criminal de los malos gobiernos” el pasado 26 de septiembre en Iguala (estado de Guerrero, oeste).
“Las y los zapatistas les hemos acompañado en las movilizaciones que se han realizado en México y el mundo, aunque no aparezcamos en los medios de paga, queremos decirles que les hemos acompañado con hechos reales”, aseguró el EZLN.
Por su parte, los padres manifestaron que “estamos aquí para pedir su apoyo porque el gobierno no nos hace caso”, y denunciaron el tratamiento con “puros engaños” del Ejecutivo central desde el principio del caso.
“Tal parece que quiere evitar que los encontremos, desde un principio quisieron entregarnos a nuestros hijos muertos, primero en fosas, ahora quemados, pero nosotros no creemos nada de eso porque no tienen pruebas de lo que dicen”, afirmaron.
En este sentido, Carmelita Cruz, madre de uno de los jóvenes aseguró que su hijo “no está desaparecido, se lo llevó el Gobierno”, así que las autoridades saben dónde están esos estudiantes.
Los padres de familia de los 43 estudiantes de la Escuela Rural Normal de Ayotzinapa llegaron el viernes a Chiapas en la caravana denominada “Brigada Daniel Solís Gallardo” para recorrer estados del sur del país y reunirse con organizaciones y personas de la sociedad civil.
La desaparición de los 43 estudiantes normalistas se produjo el pasado 26 de septiembre cuando policías locales les atacaron brutalmente y los entregaron a los sicarios del narcotráfico.
Desde entonces México y otros países del mundo se han convertido en escenario de multitudinarias manifestaciones para exigir su búsqueda.
Las protestas por los 43 jóvenes se han intensificado desde hace más de una semana, cuando la Fiscalía informó que, según sicarios detenidos, los 43 jóvenes fueron asesinados, sus cadáveres incinerados en un basurero y los restos arrojados a un río del municipio de Cocula, vecino a Iguala.
La ira mundial ante la situación de los 43 desaparecidos ha sido tan fuerte que el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, se vio obligado a regresar a México el sábado al término de la primera de las dos jornadas de la cumbre del G20 en Brisbane (Australia), ante las protestas de ciudadanos australianos en siete ciudades por el caso.
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