El
presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, recibió el miércoles, con
beneplácito, las intenciones de su homólogo colombiano, Juan Manuel
Santos, para conversar con Nicaragua sobre un tratado en aras de cumplir
con el fallo de límites marítimos dictado por la Corte Internacional de
Justicia (CIJ).
“Esto fue un acuerdo que tomamos en México hace dos años, el 2 de diciembre, con el presidente Santos después del fallo (de la CIJ) (...) Estaba fresco el fallo”, indicó Ortega, quien lo esperaba desde hace dos años.
En aquel encuentro, adelantó el presidente nicaragüense, fue acordada también la observación de los derechos de la comunidad raizal.
Raizal es la manera con la que se define la cultura característica propia del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, un departamento de Colombia localizado al occidente del mar Caribe y cerca de las costas orientales de Nicaragua.
Horas antes de la misma jornada, la Cancillería colombiana anunció que Santos instó a la canciller de Colombia, María Ángela Holguín, a hacerse cargo de estas conversaciones.
El mandatario dejó en claro que la comunidad raizal le pidió la estabilización de las relaciones entre Bogotá y Managua que afectan a la población del citado archipiélago, y un tratado en el que los derechos de los raizales sea uno de los puntos fundamentales.
Cabe recordar que el Gobierno de Nicaragua ha manifestado, en varias ocasiones, su interés en mantener y reforzar las relaciones de amistad y convivencia pacífica con Colombia, así como fortalecer vínculos de colaboración en áreas como la lucha contra el narcotráfico.
El 19 de noviembre de 2012, el principal órgano judicial de Naciones Unidas definió los límites marítimos entre ambas naciones, restituyó a Nicaragua 90 mil kilómetros cuadrados en el Caribe y dejó en manos de Colombia siete cayos del archipiélago de San Andrés, así como un radio de 12 millas náuticas alrededor de los cayos Serrana y Quitasueño.
ask/anz
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