“Los dos soldados, Paulo César Rivera y Jonathan Díaz, ya están en manos del Ejército y están con sus familias”, informó el mandatario colombiano durante un discurso en la Institución Educativa Santa María Goretti de Mocoa (noroeste de Putumayo).
En otra parte de su discurso, el jefe del Estado colombiano hizo hincapié en que la liberación de estos dos militares pone en relieve la madurez del proceso de paz y los gestos de paz que todos los colombianos reclaman.
Refiriéndose a la liberación de otros tres rehenes, el general Rubén Darío Alzate, la abogada Gloria Urrego y el suboficial Jorge Rodríguez, Santos aseveró que “esperamos el pronto regreso de estas personas a sus casas”.
Al final de su discurso, el presidente colombiano destacó la importancia de seguir el proceso de paz.
Recientemente, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han puesto en libertad a dos soldados secuestrados en el departamento nororiental de Aracua, y han urgido inmediatamente a las autoridades de Bogotá que cesen las operaciones militares en la Chocó (oeste) para liberar a los tres detenidos mencionados.
Colombia está involucrada en un conflicto armado de más de medio siglo, que ha dejado 220.000 muertos y cinco millones de desplazados.
En un intento por establecer la paz y poner fin a este conflicto sangriento, el 19 de noviembre de 2012 el Gobierno colombiano y la guerrilla comenzaron conversaciones de paz en La Habana, capital de Cuba.
En los dos años de negociaciones de paz, las partes han llegado a acuerdos preliminares en tres de los cinco puntos de la agenda que tienen que ver con asuntos referentes a tierras y desarrollo rural, participación política y drogas y cultivos ilícitos; están pendientes los mecanismos con los que se refrende el eventual acuerdo y se lleve a cabo el desarme de las milicias. De momento está sobre la mesa el asunto del reconocimiento y la reparación de las víctimas.
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