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sábado, 10 de septiembre de 2011

Alineación al centroJuramentada cúpula militar para la guerra de las Fuerzas Militares de Colombia


La cúpula de las Fuerzas Militares de Colombia, con veteranos participantes en el conflicto y guerra colombiana, encabezada por el general del Ejército Alejandro Navas, juramentados por Santos.
Coordinadora "QUE NO CALLE EL CANTOR" / Azalea Robles | Coordinadora "QUE NO CALLE EL CANTOR" / FUNDALATIN

Juramentada cúpula militar para la guerra de las Fuerzas Militares de Colombia
Fotos: LUIS ACOSTA / AFP
BOGOTÁ, 9 septiembre 2011 (Fuente: AFP) - La cúpula de las Fuerzas Militares de Colombia, con veteranos participantes en el conflicto y guerra colombiana, encabezada por el general del Ejército Alejandro Navas, asumió el mando este viernes en Bogotá, como parte de la nueva estrategia de lucha contra la insurgencia del pueblo colombiano, ahora dirigida presidente Juan Manuel Santos, anterior Ministro de Defensa en el periodo del uribato.
“Hay que seguir insistiendo hasta lograr el objetivo final, que es la paz de este país. Tenemos los elementos, el capital humano, el coraje y la determinación para hacerlo”, dijo Santos, el creador de los tristes “falsos positivos” y responsable de “las fosas comunes” -con cámaras de gas incluidas-, más grandes del continente, durante la ceremonia de toma de posesión de los veteranos nuevos altos oficiales, encargados ahora de conducir la inmensa maquinaria de guerra colombiana, en la que EEUU invierte la mayor ayuda y apoyo económico-militar en el mundo (aparte de la propia), luego de la de Israel y Egipto.
Navas asumió su cargo como comandante general de las Fuerzas Militares y el general Sergio Mantilla como comandante del Ejército, mientras que el almirante Roberto García ocupa el de comandante de la Armada Nacional y el general de la Aviación Tito Saúl Pinilla dirige la Fuerza Aérea, que ha sido clave en la confrontación interna, para ametrallar pueblos enteros que sirven de base social a los insurgentes de las FARC-EP y a los propios campamentos guerrilleros rebeldes, independientemente en qué país se encuentren, como cuando el conflicto con Ecuador.
El Ex ministro de la “paz democrática” de Uribe, hoy embestido del poder de Presidente, designó al general del Aire José Javier Pérez como nuevo Jefe del Estado Mayor Conjunto y confirmó en la dirección de la Policía Nacional al general Oscar Naranjo, quien desempeña el cargo desde mayo de 2007, vocero y experto para el financiamiento de “cazadores de recompensas”, como las ofrecidas por la cabeza del “cantor del pueblo colombiano”, Julián Conrado..
La renovación de nombres en la cúpula militar sigue al nombramiento del economista Juan Carlos Pinzón como nuevo ministro de Defensa, la pasada semana -ex secretario privado de Santos, cuando éste estaba bajo las órdenes directas de Uribe, en reemplazo de Rodrigo Rivera, quien fue designado embajador en Bruselas ante la Unión Europea y la Organización del Tratado el Atlántico Norte (OTAN), suponemos para contribuir con su “experiencia en la guerra colombiana” ante las nuevas incursiones “pacifista” de la organización del Tratado Militar Atlántico en el África y Eurasia que dirige EEUU.
El gobierno de Santos intenta con estos cambios replantear la estrategia de lucha contra los grupos armados de rebeldes insurgentes, para reforzar y dirigir el esfuerzo central contra el importante repunte de la guerrilla y las protestas sociales crecientes, junto al trabajo complementario que vienen adelantado las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) especialmente contra la población civil que da base y apoyo a las guerrillas izquierdistas de las FARC-EP y el ELN, junto a las remozadas “Bandas Criminales” (Bacrim) en zonas urbanas, al servicio también del Narco Estado colombiano, conformadas por antiguos paramilitares de extrema derecha que nunca fueron realmente desmovilizados de las AUC.
Colombia sufre desde hace casi medio siglo un conflicto armado interno que ha enfrentado a la fuerza pública y narcotraficantes, con el pueblo y las guerrillas.
El conflicto ha dejado más de 4 millones de víctimas civiles, que el gobierno de Santos busca sofocar en su insurgencia con una ley promulgada este mismo año, si participación de los afectados, para su discusión y aprobación.
Resumen de hechos en los que estos veteranos de guerra, activos todos, han sido participes y/o responsables directos, o autoridades competentes, en la criminal guerra colombiana.
Muchos de estos hechos, narrados o recopilados por Azalea Robles en la página Rebelión en su oportunidad, son parte de los “méritos” curriculares particulares de los militares ascendidos o promovidos, para dirigir el “Estado Mayor Militar” de la guerra “viva” más larga de Nuestra América y el Caribe:
Impunidad para la continuidad de la Estrategia del Terror
Niños violados y asesinados por el ejército colombiano
"La masacre de mis tres hijos no la realizó un solo militar, ese crimen lo cometieron varios militares...
hay 7 morrales cundidos de sangre, salivas y semen.”
Álvaro Torres, padre de los niños.
El 14 de octubre, tres niños, de 6, 9 y 14 años, fueron secuestrados, violados y asesinados por soldados de la Decimoctava Brigada del Ejército colombiano. Este crimen ocurre en Arauca, zona particularmente rica de Colombia, que el Estado ha militarizado intensivamente con el fin de reprimir a la población descontenta del saqueo que perpetran varias multinacionales entre las cuales BP, Repsol, la Occidental Petroleum.
Los cuerpitos torturados de Jefferson Torres, Jimmy Torres y Jenny Torres fueron encontrados en una fosa común. Se ha encontrado sangre en los morrales de 7 de los 60 soldados de esa unidad del ejército, y semen en los cuerpitos acuchillados de los niños. Además al menos 8 militares presentan rasguños.
Se trata de un crimen realizado por unos hombres amparados por la impunidad y la costumbre a las prácticas del Terrorismo de Estado.
Los militares objeto de investigación: el teniente coronel Germán Belarcázar, el teniente coronel James E. Pineda, el mayor J. Alberto Granados, el subteniente Raúl Muñoz Linares, el sargento viceprimero Luis Giovanni Torrijos, y dos Cabos.(1) Pero ya son varios los intentos de la cúpula militar de dejar este crimen totalmente impune. Cabe recordar que la impunidad es parte del mecanismo del Terrorismo de Estado y por tanto son escasísimos los militares condenados en Colombia, y los pocos que han sido condenados lo son como “individuos descarriados”: señalados de “manzanas podridas dentro de la entidad militar”. Centenares de miles de víctimas esperan aún la condena a la entidad militar por sus Estrategias de Terrorismo de Estado.
La impunidad garantiza la continuidad de la Estrategia de Terrorismo de Estado
Es bajo la impunidad que la institución militar podrá seguir perpetrando la guerra sucia; por ello la cúpula militar incurre en declaraciones aberrantes: El general Navas indicó que el subteniente Raúl Muñoz habría cometido violaciones el 2 y 14 de octubre, pero que, según su confesión, “las dos relaciones fueron consentidas por las niñas”. El comandante del Ejército dijo que: “Todavía no hay un hecho que nos haga pensar sobre la responsabilidad directa”. (2)
La violación y asesinato de los niños ocurrió a 254 metros del campamento militar, y matar a los niños y cavar los huecos requiere tiempo y control del área, por lo cual la versión de las “manzanas podridas en el ejército” es inverosímil. (3)
Álvaro Torres, el papá de los tres niños, reclama justicia: "(...)la masacre de mis tres hijos no la realizó un solo militar, ese crimen lo cometieron varios militares... hay 7 morrales cundidos de sangre, salivas y semen… el delincuente Raúl Muñoz dice que él hizo uso de las dos niñas: de la de 13 años y de la hijita mía, pero ‘porque ellas aceptaron’… yo les pregunto a los señores de la fiscalía y a los militares, si sería que ella entonces estaría de acuerdo que la asesinaran a ella y a sus dos hermanitos, que eran mis queridos hijitos?" (4)
Pero pese a las evidencias, las instituciones pretenden hacer recaer toda la responsabilidad sobre un solo militar… Los mass-media, afectos al régimen militarista que gobierna Colombia, implementan la desinformación: vienen difundiendo múltiples montajes tendientes a lavar la imagen del ejército como institución, como lo escribe el periodista Miguel Suárez:
“Un sofisticado proceso de lavamiento de imagen del descompuesto ejército colombiano se está llevado a cabo. Primero nos dijeron que eran un grupo de 8 los asesinos uniformados, que tenían arañazos que los niños en su desespero les ocasionaron (…) y muestras de sangre en sus mochilas. Luego vino un reciclaje de asesinos y nos dijeron que las muestras de sangre en las mochilas eran debidas a las comidas que ellos llevan en sus maletas, no entendí si nos querían decir que eran caníbales.”
Y continúa analizando la manera habitual en que los mass-media en Colombia crean ‘noticias’ para tapar los crímenes de Estado:
“En todo este proceso no podían faltar los ‘falsos positivos’, y llegó la ‘Buena Nueva’ de que en el departamento de Santander, el ejército de la oligarquía colombiana había ‘liberado’ a un niño de 10 años ‘recién secuestrado’ y nos mostraban a un niño que contaba como fue su “secuestro”, dándole las gracias el ejército “liberador”… pero se sabe que es práctica del ejército secuestrar y luego liberar para hacer montajes mediáticos cuando estos les hacen falta para tapar sus crímenes… De los supuestos secuestradores, como es habitual en los ‘falsos positivos’ nunca se nos dijo nada.”

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