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jueves, 30 de junio de 2011

La “Operación Jaque” que liberó a Ingrid Betancourt y a tres mercenarios estadounidenses fue un vulgar soborno

Por César Jerez
Así se desprende del documental que será estrenado esta semana en el Ecuador, en el audiovisual se afirma que Colombia negoció la liberación de Íngrid Betancourt, “por la cual dos guerrilleros de las Farc pidieron 100 millones de dólares”, según lo ha manifestado Gonzalo Guillén, realizador del documental.

“NOS PERMITIMOS COMUNICARLE a la opinión pública nacional e internacional lo siguiente: En una operación especial de inteligencia planeada y ejecutada por nuestra inteligencia militar fueron rescatados sanos y salvos 15 de los secuestrados que se encontraban en manos de las FARC. Entre los secuestrados rescatados se encuentran Ingrid Betancourt, los tres ciudadanos norteamericanos, y 11 miembros de nuestra Fuerza Pública”. Así iniciaba el comunicado del ejército colombiano que daba cuenta de la más publicitada operación militar en la la historia de la guerra colombiana.
La liberación de Betancourt, que estuvo en poder de la guerrilla durante más de seis años , y de los demás rehenes se produjo el 2 de julio de 2008 y, en ese entonces el ejecutivo colombiano afirmó que fue una operación estrictamente militar y en la que no participó ningún país extranjero. “Fueron rescatados en una operación en donde se logró infiltrar la primera cuadrilla de las FARC, comandada por alias César, la misma cuadrilla que ha mantenido durante los últimos años a un grupo numeroso de secuestrados en su poder”, manifestó el ejército en su momento.
Pero en "Operación Jaque. Una jugada no tan perfecta", que se estrenará el miércoles en Ecuador, Guillén quiere demostrar que no fue una operación estrictamente militar y colombiana, ya que, según documentos y testimonios que él presenta, Colombia y Estados Unidos negociaron con los guerrilleros por la liberación de los rehenes.

LA INSTITUCIÓN MILITAR colombiana había asegurado que “A través de diferentes procedimientos se logró también infiltrar al secretariado. Como los secuestrados estaban divididos en tres grupos, se logró que se reunieran en un solo sitio y luego se facilitara su traslado al sur del país para que supuestamente pasaran directamente a órdenes de Alfonso Cano”.
"Fue una operación financiera, no militar", dijo por su parte el periodista Gonzalo Guillén, en un encuentro con la prensa en Quito. Según este, los guerrilleros conocidos con los alias de "César" y "Gafas" se pusieron en contacto con un abogado para entregar a los rehenes.
“Se coordinó para que los secuestrados fueran recogidos en un sitio predeterminado por un helicóptero de una organización humanitaria ficticia. Se coordinó también que el propio alias César y otro miembro de su estado mayor viajaran personalmente con los secuestrados para entregárselos a Alfonso Cano” había manifestado el ejército.

LA OPERACIÓN DE LA LIBERACIÓN fue planeada por "César" y "Gafas" en coordinación con el ejército, así la detallaron en un manual. Guillén explicó que a "César" lo extraditaron a Estados Unidos acusado de narcotráfico y no de secuestro, mientras que a "Gafas" lo encarcelaron en Colombia, pero destacó que actualmente no se sabe nada sobre el verdadero paradero de los dos ex guerrilleros.
“Los helicópteros que en realidad eran del Ejercito Nacional y tripulados por personal altamente calificado de nuestra inteligencia, recogieron a los secuestrados en inmediaciones del departamento del Guaviare hace unos minutos y están volando libres, sanos y salvos a San José. Allá abordarán un avión que los llevará a Tolemaida. Alias Cesar y el otro miembro de su cuadrilla fueron neutralizados en el helicóptero y serán entregados a las autoridades judiciales para que sean procesados por todos sus delitos”, informó el mando militar tras producirse la liberación.

PARA GONZALO GUILLÉN, los 58 minutos de documental dejan varias preguntas por resolver como "por qué se engañó a la gente", "dónde están César y Gafas" y "qué pasó con los 100 millones de dólares" que, presuntamente, se debía pagar por el rescate. Por su parte Jeannette Hinostroza, periodista de la cadena TeleAmazonas, coproductora del documental, resaltó que el rescate fue una operación política para asegurarse que el entonces ministro de Defensa y actualmente mandatario de Colombia, Juan Manuel Santos, ganara las elecciones presidenciales de 2010.
“JAQUE, es una operación sin precedentes que pasará a la historia por su audacia y efectividad, y que deja muy en alto la calidad y el profesionalismo de las fuerzas armadas colombianas.Quince secuestrados rescatados sin disparar un solo tiro. Mis felicitaciones muy sinceras a nuestros hombres de la inteligencia del Ejército, al general Mario Montoya, su Comandante, y al General Freddy Padilla quien estuvo al frente de la operación de principio a fin. El país, el mundo y los seres queridos de los secuestrados no tendrán como agradecerles a estos generales y a sus hombres, semejante operación de rescate. Seguiremos trabajando día y noche para lograr la liberación del resto de los secuestrados. Una vez más hacemos un llamado a los nuevos cabecillas de las FARC para que depongan las armas, para que no se hagan matar ni sacrifiquen a sus hombres, para que se desmovilicen. El gobierno les reitera que si quieren entrar a negociar en serio y de buena fe, les ofrecemos una paz digna”, manifestaba el ejército el día de la liberación.

HINOSTROZA EXPLICÓ QUE tras el ataque por parte de militares colombianos a un campamento de las Farc en Ecuador, perpetrado el 1 de marzo de 2008, en el que murieron 26 personas, entre ellos el segundo a mando de la guerrilla, alias "Raúl Reyes", el grupo armado temía comunicarse por radio, por miedo a que los encontraran. Según la periodista "César" y "Gafas" aprovecharon la coyuntura para entrar en contacto con el abogado e iniciar las negociaciones, porque al no existir enlace con la cúpula tenían capacidad de maniobrar.
Otro de los misterios, según Guillén, es que como prueba de "buena fe" los guerrilleros revelaron un escondite de armas y otro con 1.000 millones de pesos colombianos (560.381 dólares estadounidenses) y tampoco se sabe que pasó con este dinero. El documental cuenta con imágenes inéditas de la liberación de los rehenes, grabadas por los propios militares y los testimonios que según Guillén prueban su teoría.

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