Crecen las versiones de que los próximos en renunciar serán McMaster y Gary Cohn
Se extiende caos que genera Donald Trump en el gobierno estadunidense
El mandatario se lanza ahora contra el actor Alec Baldwin, quien lo imita en Saturday Night Live
Habitantes de Mar-a-Lago, Florida, donde el mandatario estadunidense
descansa los fines de semana, se manifestaron ayer contra Donald Trump
El circo político de la Casa Blanca de Donald Trump concluyó esta
semana asombrando a los espectadores con sus actos malabares, cuerdas
flojas, payasos, generando debates sobre si el maestro de ceremonias
está perdiendo el control del espectáculo y apuestas sobre quiénes serán
los próximos en huir de esa carpa.
Nunca hemos visto tal caos y evidente corrupción, escribió el columnista Eugene Robinson, del Washington Post, al resumir los acontecimientos de esta semana en el gobierno de Trump. Concluyó señalando que había pasado años como corresponsal en América Latina, y
decir que estamos siendo gobernados como una república bananera es un insulto a las repúblicas bananeras.
Trump nutrió más a este caos, tanto en casa como en el ámbito
internacional el jueves pasado, cuando sin aviso previo anunció el
inicio de una guerra comercial imponiendo aranceles a las importaciones
de acero y aluminio sin consultar a casi nadie ni preparar la base legal
ni un comunicado. Sorprendió a casi todo su gabinete y equipo. El
anuncio provocó un desplome de la bolsa de valores, ira entre países
aliados, amenazas de represalias por socios comerciales y advertencias
de daños económicos en casa.
Gary Cohn, principal asesor económico de la Casa Blanca, quien junto
con el secretario de Comercio, Steve Mnuchin, y otros integrantes del
gabinete se habían opuesto a esas medidas, seguramente no podían creer
que ayer por la mañana (a las 5:50) Trump continuaba argumentando que
esa iniciativa sería fácil y exitosa. En un tuit, aseveró:
Las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar.
Pero tal vez el dato más alarmante es que decidió anunciar su nueva
política ahora porque estaba de mal humor. NBC News reportó que, según
dos funcionarios, la decisión de lanzar la guerra comercial nació de la
ira del presidente por asuntos no relacionados, incluyendo el testimonio
ante el Congreso de su asesora más cercana, Hope Hicks (quien poco
después renunció); la conducta de su procurador general, Jeff Sessions,
con quien continúa una confrontación abierta, y la manera en que se
estaban manejando públicamente los problemas de su yerno, Jared Kushner
–o sea, fue otra muestra más del comportamiento volátil y casi infantil
de este presidente.
Aunque Trump prometió ese tipo de medidas a lo largo de su campaña,
sus asesores habían logrado frenarlo y a su secretario de Comercio,
Wilbur Ross, durante el año reciente. Ahora, con este anuncio, se espera
que su principal asesor económico, Gary Cohn, sea el próximo en
dimitir.
Pero Cohn es sólo uno en una lista cada vez más larga de altos
funcionarios y asesores –de hecho, casi todos los más importantes– que
diariamente se especula están por ser expulsados o desean huir de la
casa Big Brother.
El más notable de todos es Jared Kushner, yerno de Trump, quien
recientemente fue considerado intocable, junto con su esposa Ivanka
Trump, pero de repente es cada vez más vulnerable, según fuentes del
gobierno. Quien fue percibido por algunos líderes extranjeros como
su amigoen la Casa Blanca, ha perdido apoyo y poder entre el equipo presidencial.
De hecho, en tiempos recientes Trump ha repetido un mensaje esquizofrénico de, por un lado, confianza absoluta en Javanka
(apodo de la pareja), entregándoles un portafolio amplísimo dentro de
su gobierno –incluyendo el forjar la paz en Medio Oriente y el manejo de
la relación con México, entre otras tareas– y en otros momentos
expresando que nunca deberían de haberse instalado en la Casa Blanca.
Según una versión que circuló esta semana, hasta solicitando que su jefe
de gabinete, John Kelly, le ayude a sacar a su yerno –aunque otras
versiones dicen que Kelly está en apuros porque el mandatario está
furioso con él por la forma en que está manejando a Kushner.
Kelly, con órdenes o no, humilló públicamente a Kushner al
ordenar que se limitara su acceso a información clasificada. Esa
humillación continuó esta semana con el reportaje de que gobiernos
extranjeros percibían a Kushner como
manipulable, tanto por su falta de experiencia como por sus enredos empresariales. Y potencialmente aún más explosiva fue la revelación de que sostuvo reuniones en la Casa Blanca con representantes de empresas que después otorgaron préstamos a las compañías de la familia Kushner.
Más allá del nepotismo que representa su presencia oficial en la Casa
Blanca, sus conflictos de interés por su relación con las empresas de
bienes raíces de su familia, que han buscado financiamiento urgente
dentro y fuera de Estados Unidos para enfrentar problemas con varias
propiedades, podría generar un nuevo escándalo que puede marcar su fin
en la Casa Blanca. Kushner está sujeto, a diferencia de su suegro, a las
leyes federales de conflicto de interés.
Con el fiscal especial Robert Mueller guiando parte de su investigación con la regla follow the money,
Kushner podría estar ya atrapado en esa red de pesca. De hecho, hay
informes de que algunos de sus colegas en el gobierno se están portando
con mayor cautela y menos confianza con él, porque no saben si es o será
sujeto a la investigación de Mueller. Ese problema, entre otros, podrá
ser parte de la razón de por qué Trump no está defendiendo a su yerno
por ahora, ya que está midiendo los daños potenciales que representa.
Hablando de Mueller, Jeff Sessions, otro en la lista de espera para
ser expulsado después de meses de estar bajo un ataque sin precedente
entre un presidente y un procurador general, podría tener que agradecer
al fiscal especial seguir en su puesto.
Mueller supuestamente ha incluido en su investigación el esfuerzo
abierto de Trump para sacar a Sessions de su gobierno el año pasado,
como parte de una posible obstrucción de la justicia por este presidente
–lo cual dificulta cualquier intento de Trump por despedir a Sessions.
Las apuestas
Hoy, las apuestas son que el próximo en salir será el
asesor de seguridad nacional H. R. McMaster. Algunos medios señalaron
que podría ser sustituido tal vez el mes próximo. Ya hay preparativos
para ver a dónde trasladarán al aun general activo dentro de las fuerzas
armadas. Las relaciones entre el comandante en jefe y él se han
deteriorado, lo cual se ha expresado públicamente en días recientes con
Trump criticando a McMaster por declarar que la intromisión rusa en la
elección estadunidense es
incontrovertible.
En medio de todo esto, el presidente y supuestamente el hombre más
poderoso del planeta encontró un momento para atacar a un actor. Esta
mañana decidió criticar al actor Alec Baldwin, quien se ha destacado por
interpretar en varias ocasiones al mandatario en el famoso programa
cómico semanal Saturday Night Live, de NBC, escribiendo por Twitter que Baldwin, “cuya carrera mediocre y moribunda fue salvada por su terrible impresión de mí en SNL
ahora dice que hacer mi papel fue agonía. Alec, fue agonía para
aquellos que fueron obligados a verte”, y sugirió que ese papel lo
debería hacer otro actor con mayor talento.
Baldwin respondió en un tuit: “Aunque sea agonía, me gustaría continuar ahí hasta las audiencias de impeachment, el discurso de renuncia, el vuelo de despedida por helicóptero a Mar-A-Lago. Sabes? Lo bueno, lo que hemos estado esperando”.
Ante la posibilidad de un creciente éxodo, tal vez se debería solicitar que
el último en salir por favor apague las luces.
Foto Ap, David Brooks Corresponsal
Periódico La Jornada
Nueva York.
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