Sputnik
En
días pasados se conoció que el actual senador opositor y expresidente
de Colombia, Álvaro Uribe, oficializó la decisión de su partido —el
derechista Centro Democrático— de apoyar el 'No' en el plebiscito por la
paz que convocará el Gobierno para refrendar los acuerdos de paz con la
guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
En
opinión de María Alejandra Villamizar, analista política colombiana,
"más allá de lo que el expresidente Uribe argumenta, existe un escenario
político en donde los intereses que están en juego deberían ser
superiores a los argumentos de un partido o de otro que pretende tener
un poco más de popularidad o de acceso al poder, poniendo en juego algo
que debería ser el objetivo más supremo para todo: la paz".
La
analista considera que elegir 'Sí' o 'No' es en realidad un falso
dilema al que se enfrentan los políticos colombianos y Uribe se ha
aprovechado de esta situación.
"Independientemente de lo que
estuviera en el texto [del acuerdo de paz], el expresidente Uribe ha
encontrado algo que a la gente le indigna y es la idea de que haya
impunidad. Se ha recurrido a lo que universalmente se conoce como
justicia transicional, esto es, un acuerdo que viene respaldado
unánimemente por la comunidad internacional, que está revisado en todos
los tribunales internacionales de justicia, que está cumpliendo todos
los estándares posibles para hacer la paz…", explica Villamizar.
Sin
embargo, "Uribe alimenta el miedo que tienen los colombianos tras
tantos años de violencia, lo que les hace pensar que es posible que eso
no termine".
Por ahora, explica la analista, los sondeos ponen por
delante al 'Sí'. "Sin embargo, la campaña apenas comienza y será muy
corta, pero el acuerdo de paz no se vuelve a abrir. El texto queda
acordado y es el estado colombiano el que está cerrando ese acuerdo con
la guerrilla. Así que no es un capricho del Gobierno o de la oposición.
El 'No' no va a permitir volver a la mesa. El 'No' tampoco va a
significar una decisión contraria de la guerrilla de permanecer en las
armas. Lo que sí significa el 'No' es una crisis de legitimidad muy
profunda", concluye Villamizar.
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