La referida
disposición del tribunal ha contribuido a intensificar el estado de
vulnerabilidad de los inmigrantes haitianos y de sus descendientes,
hombres y mujeres súper explotados, perseguidos por considerarse
“indocumentados” y por motivo racial.
Se asegura que entre
700.000 y un millón de ciudadanos haitianos y sus descendientes viven en
la Republica Dominicana, esto es, del 7 % al 10% del total la población
dominicana. Muchos otros dominicanos más, podrían posiblemente,
identificar su ancestralidad a Haití.
Ese panorama de exclusión
en el que se desenvuelven las pobres comunidades haitianas en territorio
dominicano conduce a la interrogante: ¿cuál es el futuro que le espera a
esos trabajadores, estudiantes e inmigrantes, en un país, que como el
dominicano, tiene que adecuarse a las nuevas exigencias del mundo
globalizado?. Más aun, ¿cómo en medio de esta globalización, los
haitianos se ven forzados a vivir en este nivel de exclusión?
Los cambios estructurales asociados con el surgimiento del capitalismo
global, están profundamente interconectados a los conflictos que se
están desatando entre las clases y grupos sociales, en ambos países:
Rep. Dominicana y Haití. La indetenible ola inmigratoria haitiana, hacia
Santo Domingo, como la de los dominicanos a Estados Unidos y Europa, es
parte de la inmigración global que en las últimas décadas, es
directamente proporcional al incremento de la pobreza y la concentración
de las riquezas en cada vez menos manos, además, de los progresivos
problemas de guerra y violencia por diferentes circunstancias.
En esta era del capitalismo global, mantener la integración de las
naciones no está motivada por la idea de contribuir al desarrollo de las
economías nacionales, a la creación de empleo dignos, o de transformar,
para bien, los medios productivos de la fuerza laboral, y menos,
mejorar la calidad de vida de las personas. Por el contrario, la
intensiva y extensiva expansión del capitalismo, con nuevos e
insaciables procesos de acumulación primaria de riqueza, proliferación
de la ravalidación y proletarización son partes fundamentales de esa
economía global actual.
Conforme el poder laboral se ha ido
sometiendo en las cadenas de valor trasnacional, el 1% que controla la
sociedad global va, simultáneamente, ganando palmo a palmo fabulosa
riqueza y poder, de ahí, el esfuerzo concertado de esa clase dominante
en el actual escenario internacional.
Si examinamos la
estrategia política de esos grupos dominantes, a la vanguardia durante
las últimas décadas, observamos que su fundamento se encuentra en el
“poliarquía”, esto es, procesos de elecciones democráticas que limitan a
la población a seleccionar entre los diferentes agrupamientos de las
solas elites afines, reduciendo a su mínima posibilidad de competir,
otras con intereses diferentes.
En el caso
de la política exterior de los Estados Unidos durante las décadas 1970 y
1980, los estrategas estadounidenses conjuntamente con funcionarios de
algunas agencias, como la ONU, la UE, etc., promoviendo la “poliarquía”,
como parte de los mecanismos de control del resto del mundo. El
concepto que el término contiene es que: Si se puede minimizar las
diferencias ideológicas, la competición electoral, no solamente deja de
presentar una amenaza a los intereses creados, si no que también sirve
como un medio importante para legitimar las acciones de los que dirigen
la sociedad.
El sociólogo William I. Robinson, apunta: "La
acumulación fluida global requiere sistemas políticos flexibles, los
cuales permitan la competición y la circulación entre las elites, y la
incorporación consensual de las masas." Eso explica el cambio
metodológico de control de las masas en las últimas décadas del siglo
XX: en vez de ser incorporadas de forma coartada, gobernadas por
dictaduras, se aplicó el sistema “Poliarquia”.
Este escenario,
con su dinámica particular local, esta visible de forma fehaciente en la
Republica Dominicana, ya que su moderno de sistema político fue
instaurado durante los años de 1960, a raíz de la segunda invasión de
los Estados Unidos (abril de 1965).
El actual "establishment" principal marco político del país, aun cuando
los agentes internos entren en contradicciones, procura facilitarse a
si mismo y beneficiarse de esta "nueva normativa".
Conforme se
ha ido profundizando la inequidad, prominentes sectores de negocios y de
subcontratistas dominicanos han consolidado sus relaciones con las
industrias globales, de tal modo que su propia reproducción local se
encuentra ahora interconectada con las inversiones y negocios globales.
Por tanto, la economía dominicana esta inseparable de las redes del
capital trasnacional, donde jugo, para esto, el rol importante, el haber
sido la mayor receptora de Inversión Foránea Directa ("FDI" por sus
siglas en ingles-"Foreign Direct Investment") en la Cuenca del Caribe.
Luego paso a ser líder en la región, como modelo, de las zonas de
proceso de exportación ("EPZ" por sus siglas en ingles-"Export
Processing Zones"), pasando por el turismo global y la industria de
cruceros.
Estableció records con nuevas áreas portuarias
cerradas, campos de golf y playas privadas. Según estos enclaves de un
sistema de facto de apartheid social , la propaganda del concepto
económico de "trickle down economics", es decir el capitalismo que
supuestamente circula hacia abajo, se va desenmascarando, como revelan
las funestas estadísticas.
Por ejemplo, el 53.8% de la población dominicana vive en pobreza y en pobreza extrema, mientras que más del 26% de la población joven, en edad de trabajar, no está ocupado.
Paralelamente a todo ese, mas del 45% del territorio ha sido
concesionado a empresas trasnacionales, para la explotación minera, las
fuentes hidrográficas y proyectos inmobiliarios, todo en, en detrimento
de los recursos naturales, el medio ambiente, la biodiversidad y
protección del suelo.
Pero, en forma concreta, ¿cómo se ha
venido desarrollando la “Poliarquia” en la Rep. Dominicana? Tomemos como
ejemplo, las próximas elecciones programadas para el 15 de mayo de este
ano, 2016.
Las raíces históricas del sistema electoralista dominicano
Luego de la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo (1930-1961), el
Profesor Juan Bosch se convirtió en el primer presidente
democráticamente electo, en el mes de diciembre de 1962. Siete meses
después, en septiembre de 1963, fue depuesto por un golpe de estado
militar de corte derechista . Semanas después de este último hecho, se
desencadeno un escenario de gran inestabilidad política y movilizaciones
sociales que finalmente desemboco en la confrontación cívico/militar
del 24 de Abril de 1965, conocido como la Revolución Constitucionalista,
que abogaba por el retorno del profesor Juan Bosch y la Constitución de
1963.
Cuatro días después, ante una inminente derrota de la
resistencia militar derechista, las tropas de los Estados Unidos
desembarcaron el 28 de abril, para perpetrar la segunda invasión a esas
tierras (la primera en 1916), y asegurar el mantenimiento de un gobierno
que respondiera a los intereses estadunidenses. Se forzó un pacto, en
el mes de septiembre, y se convocaron a elecciones, cuyo montaje aseguro
la imposición del Dr. Joaquín Balaguer, presidente del Partido
Reformista Social Cristiano (PRSC), un colaborador trujillista , que
ocupo todas las funciones públicas importantes durante la dictadura,
incluyendo la presidencia de la Republica, además, una persona de gran
confianza de los Estados Unidos.
Durante doce años, Balaguer
gobernó bajo las órdenes estadounidenses, donde el crimen, la represión,
la ausencia de libertades y la corrupción se convirtieron en las
principales características del control del Estado.
Para finales
de la década de 1970, el modelo balaguerista estaba visiblemente
agotado, y en las elecciones de 1978, la población voto mayoritariamente
por el candidato opositor Antonio Guzmán Fernández del Partido
Revolucionario Dominicano (PRD), fundado por el profesor Juan Bosch en
1939. A partir de ese momento, los procesos electorales respondieron al
juego del esquema tripartidismo y el bipartidismo, entre el PRD, el PLD
(Partido de la Liberación Dominicana, también fundado por Bosch en
1973), y el PRSC (Partido Reformista Social Cristiano).
Las
principales características de los gobiernos y la alternabilidad entre
1966 hasta el 2015, como expresiones concretas de la aplicación de
“Poliarquia han sido:
1966 a 1978: Gobierno hacia el
desarrollismo de la infraestructura nacional, establecimiento del modelo
económico: servicios (zonas francas y telecomunicación), remesas,
prioridad a las importaciones sobre la exportaciones agrícolas y
agroindustriales, amplios privilegios al empresariado nacional e
internacional y sus inversiones; mantenimiento de la pobreza y la
pobreza extrema, bajo nivel de escolaridad y calidad del servicio de
salud pública y eliminación de todas las manifestaciones contestarías,
de cualquier naturaleza.
1978 a 2000: Se mantiene todos
las variables de los modelos del periodo anterior, pero se dio apertura a
mayores libertades políticas, sociales, en especial, a permitir
conquistas parciales a los sectores populares, pero reduciendo a su
mínima expresión, ideas y acciones que pudieran poner en peligro el
clima de estabilidad, alternabilidad entre los actores que controlaban,
socio/económico y político, la sociedad y el Estado.
Corresponde
a este periodo, a partir de 1980, los diseños y primeras
implementaciones de programas de reformas neoliberales, teniendo como
base el "modelo Puerto Rico": acumular elevada cantidad de “EPZs" para
convertirse en centro de cruceros y parte del turismo global, a lo que
se sumó, elevación indetenible del endeudamiento público.
Figuras políticas importantes, consideradas progresistas, hicieron causa común con el neoliberalismo como parte del renovación del establisment neoliberal , tal fue el caso del líder del PRD, José Francisco Peña Gómez,
a pesar de mantener sus críticas al manejo político estadounidense y
abierta defensa a movimientos revolucionarios como “los sandinistas” en
Nicaragua y contra el golpe de Estado al primer gobierno democrático de
Haití después de la tiranía.
El gobierno de Leonel Fernández del
Partido de Liberación Dominicana (PLD) -1996/2000- se encargó del
establecimiento definitivo del neoliberalismo, en todas sus
manifestaciones.
Del 2001 al 2015: Se mantiene en lo
fundamental, los elementos que sustentaron los dos periodos anteriores,
pero ahora, bajo el amparo del neoliberalismo con todas sus
consecuencias.
El presidente del PRD, Hipólito Mejía
(2000/2004), además de profundizar las medidas y acciones neoliberales,
apoyo la invasión ilegal de Irak, incluyendo el envío de un contingente
militar bajo el virtual mando de sainete de oficiales de la Legión
española. Después que las tropas dominicanas sufrieron números bajas,
fueron retiradas del campo de batalla.
Pero no se detuvo en esos
hechos, estuvo involucrado en intrigas palaciegas. Bajo la influencia
de empresarios haitianos, permitió que facciones de sus fuerzas armadas y
ministerio de relaciones exteriores, les facilitaran a grupos neoduvalieristas, y a grupos de exmilitares haitianos, perpetrar ataques relámpago en Haití con el objetivo de derrocar al gobierno democráticamente electo en Puerto Príncipe.
Al retornar al poder el PLD en el 2006, su mayor esfuerzo fue la
inserción del país en la economía global. El institucionalmente corrupto
PLD, primeramente bajo el presidente Leonel Fernández Reyna, y luego
bajo el presidente Medina, se fue consolidando como la fuerza política
dominante de la Republica Dominicana través del muy bien lubricado
sistema electoralista apoyado por amplios sectores empresariales del
pais.
Pero el mayor éxito en la profundización de esa política
de anestesia popular: la “Poliarquia”, le ha correspondido a los
gobiernos del PLD (1996/2000, 2004 hasta el 2016), por cuando han
diseñado e implementado de más detalla estrategia, planes y programas de
carácter clientelista, asistencialista parasitaria, cada de corrupción
desde el Estado a todos los estamentos de la sociedad e impunidad ante
todas las acciones delictivas, en especial, cometidas por los
integrantes del "establishment".
En los programas
asistencialistas: diversas tarjetas de solidaridad que incluyen
comunidad, comunidad medicinas, gas propano, becas para estudiantes,
etc. A los mismos se ha incorporado a más de 3 millones de ciudadanos,
los cuales están focalizados y sobre los que se ejercen presiones
políticas tanto en los procesos electorales como antes las
movilizaciones sociales.
A todo lo anterior se agrega que el PLD
en el poder ha establecido nuevos niveles de corrupción, donde el real
Estado lo representa la Comisión Política de ese organización política.
En esta instancia se deciden las cosas de los tres poderes del estado, y
mas aun, todos sus miembros, son hombres y mujeres de grandes fortunas
nacionales e internacionales, para ganarse el calificativo de “La
corporación” que dirige el poder y controla la sociedad, incluyendo el
silencio y la manipulación de los medios de comunicación y los
comunidades en más de un 98%.
Cuando un comunicador se sale de
control, no tardan en aplicar represalias como ha ocurrido con los
periodistas: Marino Zapete, Juan Bolívar Díaz, Huchi Lora, Juan T. H. De
no haber sido por las redes sociales, el silencio acerca de lo que
realmente ocurre en el país y el mundo fuera total.
La elite
política que se ha construido en torno a los tres partidos tradicionales
“Poliarquia”, los conservadores y neoliberales, a lo largo de las
últimas cinco decadas en la Republica Dominicana, se conoce como la
"partidocracia" nacional, ahora profundamente dedicada. a formar parte
y/o consolidar los vínculos ya establecidos, con el capital
trasnacional, ser parte de los negocios globales, donde el tratado de
libre comercio “DR-CAFTA”, ya es un asunto de mediano interés. Por eso
ya son visitas las operaciones comerciales de una número importantes de
estos políticos con empresas locales con capitales mixtos, con empresas
internacionales de la región, Europa, Asia y hasta el Medio Oriente.
Altas figuras del PLD, tienen a ricos beneficiarios alrededor del
mundo, según revelo en 2014 el entonces presidente de la Republica,
Leonel Fernández, en su viaje al Golfo.
Asimismo, en forma
paralela a estos cambiantes modelos económicos se ha ido canalizando la
cambiante dinámica política dominicana. La anterior planificación
desarrollista (fomentar el crecimiento económico nacional), y los
procesos económicos internacionales (los cuales ocurrieron a través de
fronteras pero nunca se integraron funcionalmente las mismas) han sido
reemplazados por políticas de competencia global, y un empuje para
propiciar la inversión capitalista trasnacional, para lo cual si se ha
sido funcional la integración a través de las fronteras.
La configuración política actual
Luego de las fallidas campañas presidenciales del 2004, 2008, y 2012,
el emblemático grupo, dentro del PRD, conocido como "Los Viejos Robles",
se ha ido desvaneciendo o relegado a un lado. Ahora, el nuevo liderazgo
tiene como meta: montar una campana política más moderna. La convención
de esa organización, en el 2015, aprobó reemplazar la “D” (Dominicano)
por la “M” (Moderno), es decir, de PRD paso a PRM (Partido
Revolucionario Moderno). Como en otros momentos de la historia política
dominicana, el PRM encamino esfuerzo hacia la formación de coalición de
fuerza opositora, con la participación de grupos de la izquierda,
conocida como "La Convergencia".
Las expectativas creadas,
proyecto la ideas de que se convertiría en una fuerza electoral enfocada
hacia las clases populares en el país. Lamentablemente, estas
esperanzas no se cristalizaron.
La campaña electoral del PRM,
encabezada por Luis Abinader, un candidato considerado menos corrupto
que muchos otros líderes políticos prominentes, ha orientado a focalizar
el carácter corrupto del gobierno de Danilo Medina y los aprestos
reeleccionistas.
Esa campaña anti-corrupción, que esta
antecedido por jornadas contra la corrupción (grupos “cadenas humanas”,
sometimiento a la justicia de funcionarios corruptos, “Juicios Populares
con los corruptos, etc.) se ha fortalecido con los recientes hechos de
corrupción en el 2015 y 2016.
No obstante todo esto, conforme se
han ido realineando las fuerzas, se ha hecho fehaciente que Abinader y
su entorno, ofrecen pocos cambios, en comparación con las fuerzas que
ostentan el poder estatal.
En un giro hacia la derecha (o quién
sabe si finalmente esta enseñando sus verdaderos colores sacando sus
uñas ), a finales del 2015, Abinader/PRM hizo una alianza con el PRSC,
el partido de profundas raíces de derecha, creado por el fenecido
Balaguer. Para algunos, este es "el pacto de los turcos", por las
relaciones de las familias y sectores empresariales de ascendencia de
Medio Oriente que están en ambos partidos.
Todo esto tomo un
giro más radical, al contratar Abinader/PRM al exalcalde de la ciudad de
Nueva York, Rudolph Giuliani, como un "asesor de seguridad", con el
propósito de ofertarle al electorado soluciones al estado delincuencial
que cubre el territorio nacional. Giuliani ha sido descrito por el
intelectual afroamericano Dr. Cornel West, como un "supremacista
blanco", por su política de mano dura contra la población afroamericana
en la ciudad de Nueva York.
Este comportamiento de Abinader entra en contradicción con el comportamiento, de hace aproximadamente un año, rechazando la política racista del gobierno de Danilo, en contra de los emigrantes haitianos, y los dominicanos y dominicanas de ascendencia haitiana. Esto marca un cambio de su discurso al contratar a Giuliani.
Parece tener acierto la creencia de que el candidato presidencial
Abinader, en su afán de arrastrar votos de los sectores nacionalistas
ortodoxos y de derecha, decidió sumarse a la retórica xenofóbica.
En este momento, estos dos partidos “PLD” y “PRM” no se acercan, ni
remotamente, a sus originales de formación política. Según arroja un
reciente estudio publicado por un grupo de elite de promoción
democrática: "Mientras estos partidos fueron fundados bajo visiones
económicas muy distintas, dichas diferencias han ido desvaneciendo con
el tiempo, conforme el modelo económico estatal ha cambiado, de un
modelo de desarrollo por el estado, a un modelo que enfatiza las
exportaciones y el turismo (UNDP 2005). El resultado ha sido: un brusco
giro, en el contenido ideológico de estos partidos." Hoy en día, la
política de los principales partidos del país, se diferencian muy poco
entre si.
Pese a que algunos de los grupos de extrema de derecha
en Rep. Dominicana, reciben un bajo porcentaje de votos en los conteos
electorales, los mismos continúan acaparando espacios considerables en
los medios de comunicación. Un ejemplo de esta afirmación lo constituye
la incidencia que tiene el núcleo más retrogrado, de acentuado corte
fascista, de ese sector: la Fuerza Nacional Progresista (FNP) liderada
por Mario Vinicio Castillo, vinculado a las ideas y las acciones
acciones de ultra derechas desde la última etapa de la Era de Trujillo.
Podría afirmarse que se inscribe, el FNP, en el perfil ideológico de
Donald Trump.
La connotada agencia norteamericana USAID, y otras
agencias sin afán de lucro, han seleccionado a muchas lideres políticos
de los partidos, para un supuesto "entrenamiento democrático." Muchos
altos líderes políticos dominicanos, igual que otras de la región, se
han formado académicamente en universidades elites de los Estados
Unidos, tales como, "Ivy League", Harvard, Dartmouth, y Cambridge en el
estado de Massachusetts. En el caso de Abinader en Harvard.
Algunas condiciones ideológicas de la formación política de los más importantes partidos
Los orígenes del PRD se orientaron en el establecimiento de la
democracia, contra la tiranía trujillista, sin responder a orientaciones
ideológicas definidas. Con el triunfo de la Revolución Cubana empezó a
fijar posiciones de respaldo hasta que el gobierno de Juan Bosch
(1962/1963) se colocó en la posición de la "izquierda democrática" del
Caribe, como ocurrió con otras fuerzas en la región: APRA en Perú o
COPEI en Venezuela.
El protagónico papel en la Revolución de
Abril (1965) y la posterior incorporación La la Socialdemocracia europea
provocaron que lo que fue una tendencia, la "izquierda democrática" se
convirtieran en una línea política partidaria durante la segunda mitad
de la década 1960 y todas las décadas de 1970, 1980 y la primera mitad
de 1990, cuando se dio un giro radical hacia el capital trasnacional, el
manejo fondomonetarista y la implementación del neoliberalismo.
Lo mismo ocurrió en el PLD, fundado en 1973, como "izquierda
democrática” hasta que en 1994 se colocó en el sector más conservador y
principal responsable del establecimiento de la política neoliberal
luego de su alianza con Joaquín Balaguer del Partido Reformista y
Vinicio Castillo del FNP.
Mientras tanto, en el vecino Haití,
que desde el derrocamiento del presidente se ha caracterizado por la
inestabilidad política, la ingobernabilidad y la profundización de la
pobreza e indigencia como consecuencia del terremoto del 2010, los
diferentes sectores no detienen sus movilizaciones, antes, durante y
despues del periodo post-electoral a causa de los evidentes fraudes y
gigantescas acciones corruptas, en especial, durante el gobierno
derechista de Michel Martelly, bajo el amparo de los E. U. Consignas de
desobediencia civil, como: “no vamos a obedecer (en Kreyol "nou pap
obeyi"), eran las mas populares o las mas usadas.
Ese escenario
de movilizaciones populares se han dado en las últimas tres décadas en
la Republica Dominicana, porque ha predominado una mayor estabilidad
política por el manejo clientelar/asistencial de la pobreza vinculada a
una alta corrupción y permisibilidad del delito. Eso ha permitido
mayores niveles de control sobre “demandas y reformas para la
desmovilización popular, asegurar la dispersión e impedir la unidad.
Las alternativas se encuentran en un difícil momento
Al estar atrincherada la “poliarquía”, asimismo se han ido tornando más
difíciles los avances para las fuerzas progresistas y populares de la
izquierda en el país. Desde hace años la Policía Nacional dominicana ha
estado perpetrando ejecuciones extrajudiciales, de activistas de los
movimientos populares y otros manifestantes, como se hacía durante la
guerra fría, golpes selectivos para desarticular dirigentes y líderes
populares.
A eso se agrega, que las fuerzas armadas dominicanas y
el CESFRONT o guardia fronteriza (auspiciada por los E. U. y los
Estados Unidos), están siendo utilizadas para disciplinar a los sectores
laborales y reforzar el patrullaje en las comunidades de emigrantes
haitianos. Todo eso parece indicar que el plan es evitar que pase a
República Dominicana la ola de lucha haitiana, y minimizar demandas
como: luchan contra la privatización de la Universidad Autónoma de Santo
Domingo (UASD), aumento general de salario, reivindicaciones
territoriales (agua potable, alcantarillado sanitario, servicio de salud
pública con calidad, etc.)
Por ejemplo, el 8 de marzo de este a
ño (2016), 70 organizaciones que demandaban el respeto a los derechos
de la mujer, marcharon en Santo Domingo a favor de los derechos de las
trabajadoras sexuales, el aborto en los casos extremos de violación,
incesto o malformaciones fetales, a favor de los colectivos LGBTI y las
mujeres dominicanas de ascendencia haitiana.
Es importante
destacar, que en el panorama de las organizaciones políticas
alternativas lejanas de los partidos tradicionales conservadores, de
Republica Dominicana, a pesar de su dispersión y visibles actitudes
sectarias (a lo interno y entre estas) como si se estuviera en el
periodo de la guerra fría (1950/1980), se concentran cada vez más en la
participación del proceso electoral en los últimos 20 años.
Por
ejemplo, Guillermo Moreno del Partido Alianza Pais, un antiguo militante
del Movimiento por el Socialismo (MPS) en los de 1980, ha participado
en las últimas tres elecciones presidenciales (2008, 2012 y 2016),
levantando como principal discurso la lucha contra la corrupción y la
impunidad. La tasa de aceptación va creciendo lentamente. Se espera que
en estas elecciones se coloque entre el 3% y el 5% de los resultados
generales, logrando representaciones en los gobiernos locales y
congresuales. Las encuestas les dan entre 4% y 5%
El haber
logrado conformar la coalición “Alianza Electoral para el Cambio
Democrático” ha convertido a esta fuerza política en la corriente
política progresista de mayor popularidad y menor tasa de rechazo en el
marco de la postura política de centro/izquierda. La misma está
integrada por los movimientos: Fuerza de la Revolución (FR), Movimiento
Patria para Todos, Propuesta Institucional Cristiana, Camina R.D. y
Alianza Pais. Este conjunto de organizaciones se caracteriza con por
constituido por personas de clase media y pobres, fundamentalmente
localizadas en el sector estudiantil, micro, pequeños y medianos
empresarios, empleados públicos y privados, profesionales y profesores
universitarios, y otros.
Su discurso para las elecciones del 15
de mayo 2016, tiene como principales ejes: oposición al Estado y
política neoliberal, cero tolerancia a la corrupción y la delincuencia;
total institucionalidad del pais bajo el estricto respeto a la
Constitución y las leyes nacionales; revisión y adecuación de las
políticas impositiva, el costo de la vida y mejorar la calidad de vida
de la población; cambios fundamentales al sistema productivo nacional,
la política del endeudamiento externo.
Respaldo a la lucha por
un medio ambiente de calidad y protección de los recursos naturales y a
la biodiversidad en el que se inscribe la demanda “Loma Miranda Parque
Nacional”, defensa de las áreas protegidas y contra la concesiones para
explotaciones mineras y de las fuentes hídricas nacionales, que incluyes
la activa participación de grupos de la sociedad civil, sacerdotes
populares, organizaciones populares y de izquierda.
Pero, Moreno
y la coalición que respalda su candidatura, han mostrado posiciones
conservadoras antes al matrimonio gay y a los derechos reproductivos de
la mujer (exceptuando casos de violación, o cuando la salud de la mujer
está en riesgo), de igual, frente a los reclamos la comunidad haitiana,
sus descendientes y las movilizaciones sociales y políticas que se
desarrollan en el vecino país.
Sin embargo, en las boletas
electorales, figuran líderes sectoriales como el medico Senén Caba,
ferviente activista laboral; el galardonado escritor Andrés L. Mateo,
entre otros, candidatos a diputados, senadores y cargos municipales.
Otro agrupamiento político de centro izquierda, con parecidas
características de la Alianza Electoral para el Cambio Democrático, la
Alianza por la Democracia (APD), apoya a la presidencia de la Republica
de Minou Tavarez. Está a diferencia de Moreno, respalda al matrimonio
gay, a los derechos reproductivos de la mujer y no establece alianza de
segmentos de la iglesia cristiana. Se asegura, que además, la fuerte
personalidad de estos dirigentes políticos, que estuvieron vinculados al
PLD, impide el pacto político electoral.
Se destaca en estos
comicios la candidatura a diputado del líder dominico-haitiano: Jesús
Núñez, quien encabeza la lucha de los trabajadores de la caña que
reclaman el pago de sus pensiones retenidas por la familia Vicini y el
Estado dominicano. Núñez tiene en su contra una intensa campaña de
discriminación racial y jornadas de violencia en contra de los
inmigrantes y descendientes haitianas.
A Selgia Galván, muy
conocida como una prominente feminista con nexos a las ONGs, Yesibon
Reynoso pertenece al Colectivo Isleño , un joven activista
dominico-haitiano. El PRM incluye en su nómina a candidatos a jóvenes de
comunidad gay y el PLD un dominico-haitiano como alcalde de Santo
Domingo Este.
Aunque hay muchos grupos positivos y con visión de
futuro y los individuos pueden ser señalados, la dinámica fijan en por
años de poliarquía son claras: los partidos dominantes va a ganar las
elecciones con facilidad, ya que los últimos sondeos para las elecciones
presidenciales indican. Que los sondeos Medina en un porcentaje
medio-alta 50 de los probables votantes, y las encuestas sobre Abinader
da un porcentaje en los treintas.
Mito histórico e ideas
socialmente construidas de la carrera de la jugada en la lógica de la
clase dominante del establecimiento politico Dominicano, que se anuncia
como un estado "hispano", divinamente inspirados para oponerse a la
"africanidad". Anuncios de la campaña electoral en Santiago (la segunda
mayor ciudad del pais) proclamar: "Somos Dominicanos", lo que implica
que los otros, los haitianos en medio de ellos, son extraños. Es un
guión que juega perfectamente en las manos de las elites que tratan de
dividir y gobernar. Será hasta la izquierda y las fuerzas progresistas
para forjar nuevas formas transnacionales y transfronterizas de
solidaridad y coordinación, para descomponer y reconocer las divisiones
raciales, el patriarcado, el chauvinismo y la naturaleza de clase y
estado poder. Cualquiera que entre los dos grandes partidos obtiene la
victoria el 15 de mayo, poco va a cambiar en un futuro próximo con la
poliarquía así intacta.
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