Por Diony Sanabia
La
Habana, 19 may (PL) Como la muerte es mentira cuando se ha cumplido
bien la obra de la vida, el Héroe Nacional cubano continúa vivo a pesar
de la bala española que puso fin a su existencia física hace hoy 121
años.
Hasta los días actuales perdura el legado de sinceridad, valentía,
apego a la raíz, respeto a la humanidad y amor por el saber y la cultura
de José Martí, nacido el 28 de enero de 1853 y cuyos padres fueron los
españoles Mariano Martí y Leonor Pérez.
El primer descendiente y
único varón de esa pareja se convirtió en el máximo impulsor y
organizador de la contienda bélica de 1895, la nombrada guerra
necesaria, que constituyó otro esfuerzo de Cuba por dejar de ser colonia
de España.
Con el fin de lograr los supremos objetivos de poner
nuevamente a su país en pie de lucha y fundar la república "con todos y
para el bien de todos", el insigne patriota realizó un exhaustivo
estudio del contexto político y social de su tierra natal.
Sagaz, sincera, amorosa fueron calificativos característicos de la
prédica martiana entre cubanos de adentro y de afuera de la geografía
nacional en momentos de gran incertidumbre por el fracaso de la Guerra
de los Diez Años (1868-1878).
De acuerdo con testimonios de
contemporáneos y estudiosos de su obra, Martí logró la congruencia entre
palabras y hechos, lo cual elevó su ascendencia y prestigio en
cualquier espacio defensor de la mayor de las Antillas.
Sus
viajes por ciudades de Estados Unidos, donde vivió la mayor parte del
tiempo desde 1880 hasta 1895, y por varios países latinoamericanos,
marcaron también la permanente búsqueda de la unidad imprescindible para
"tamaña empresa".
Papel de suma importancia en ese sentido
desempeñaron dos creaciones suyas de 1892: el Partido Revolucionario
Cubano, caracterizado por un recio carácter independentista,
latinoamericanista y antianexionista; y el periódico Patria.
Tal
publicación fue el punto culminante de un periodismo iniciado en plena
adolescencia, y en la cual vertió y mostró todo lo que se entendía sobre
la prensa ideológica del movimiento libertador, según el historiador
cubano José Antonio Portuondo.
El mensaje orientador martiano
encontró cauce en los futuros revolucionarios, los patriotas veteranos,
los jóvenes, las madres y los escépticos pues se trataba de una obra
urgente de propaganda, conciliación y explicación política.
Martí aglutinó a la mayoría de los cubanos, explicó la continuidad
histórica de la Revolución y demostró que la independencia de su país
era necesaria para evitar la absorción de Nuestra América por Estados
Unidos y alcanzar el equilibrio del mundo.
Alertó, y sus
compatriotas no deben confundirse en el momento presente, que "es de
supina ignorancia, y de ligereza infantil y punible, hablar de los
Estados Unidos y de las conquistas reales u oponentes de una comarca
suya o grupo de ideas, como de una nación total e igual, de libertad
unánime y de conquistas definitivas".
Defensores y detractores
han querido mutilar o separar parte de la prolífica obra de Martí, sin
embargo, ambas partes reconocen que el proyecto emancipador del Héroe
traspasa fronteras de diversa índole y goza de infinita salud.
Para beneficio de las actuales y venideras generaciones, están la
poesía, la literatura infantil y de mayores, las piezas oratorias, las
cartas, los escritos periodísticos y los documentos de ese hombre que
cayó en combate, como quiso, a los 42 años de edad.
lmg/dsa
No hay comentarios:
Publicar un comentario