El socialista centroamericano
Adital
Por
Melchor Benavente
El
último informe del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales
(ICEFI), de julio del 2015, muestra el grave problema del
endeudamiento y la crisis fiscal que golpea, con mayor o menor
intensidad, a todos los países de Centroamérica (incluido Panamá).
Con este informe; aunque sus autores no se lo hayan propuesto,
comprobamos la validez de nuestro análisis: la derrota de la
revolución en Centroamérica, que condujo a los procesos de paz
(Nicaragua en 1990, El Salvador en 1992 y Guatemala en 1996), si bien
es cierto puso fin a los conflictos armados, instauró una etapa de
feroz ofensiva neoliberal que ha significado la progresiva
desarticulación de los Estados.
Así
lo demuestra la crisis fiscal y el endeudamiento de todos los Estados
en Centroamérica, situación que originará grandes conflictos
sociales a corto plazo. Neoliberalismo: Decadencia permanente
La
ofensiva neoliberal no significó la instauración de un exitoso
modelo de acumulación capitalista, más bien representó un
retroceso en relación a la fase de "sustitución de importaciones”
que permitió la creación del Mercado Común Centroamericano (MCCA).
No trajo mejores niveles de vida a la población, sino todo lo
contrario: la pérdida de los logros económicos alcanzados en las
décadas anteriores.
Una
de las características de este modelo neoliberal es que, con la
implementación del libre comercio y apertura a las empresas
transnacionales, los Estados han dejado de percibir impuestos. El
resultado es una creciente insuficiencia de recursos fiscales que se
agudiza año con año. A lo anterior debemos agregar que con el
pretexto de crear fuentes de empleo, todos los gobiernos aprueban
exoneraciones fiscales a las maquilas empresas transnacionales e
industrias turísticas, reduciendo aún más los ingresos fiscales.
El
déficit fiscal de los Estados en Centroamérica se refleja
dramáticamente en los constantes recortes a los ya raquíticos
presupuestos de cada Estado, que al final se financian con préstamos
por parte de los organismos financieros internacionales, o en su
defecto con préstamos de la banca privada, con el resultado trágico
que todos los Estados de Centroamérica han dejado de ser
autosuficientes para convertirse en limosneros internacionales.
Las
consecuencias han sido fatales: déficit y crisis fiscal, creciente
endeudamiento y debilitamiento de los Estados en Centroamérica.
Algunos países tienen situaciones fiscales relativamente manejables,
como Panamá y Nicaragua, pero los restantes tienen una bomba de
tiempo a punto de estallar.
No
somos agoreros del apocalipsis, pero al revisar los datos del último
informe del ICEFI, tenemos suficientes argumentos para sostener
nuestra crítica. Veamos un resumen ejecutivo por cada país.
Se
agudiza la crisis fiscal en Guatemala
La
administración de Pérez Molina aumentó, para el año 2015, los
gastos en 10,2% en comparación con el año 2014. Este crecimiento de
gastos no es para la inversión pública sino para pagar
remuneraciones y bienes y servicios. Los gastos corrientes
representan el 82,9% del presupuesto. Mientras crecían los gastos
corrientes, continúa la tradicional baja recaudación de impuestos.
En cambio, los intereses para el pago de la deuda publica aumentaron
20.2% con respecto a 2014.
La
deuda del gobierno de Guatemala asciende a Q120,740.4 millones de
quetzales, un 8.9% más que el año anterior. Esta cantidad
representa el 24.7% del PIB estimado para 2015. La crisis política
desatada por el destape de la red de corrupción organizada desde el
gobierno en la SAT, han vuelto más frágiles los planes de
estabilización financiera del gobierno de Pérez Molina.
La
estructura tributaria registra que el Impuesto al Valor Agregado
(IVA) aporta el 45.8% de los ingresos, el Impuesto Sobre la Renta
(ISR) aporta el 28.6% y el impuesto de solidaridad es el gravamen de
mayor relevancia en la tributación con un 9.1%.
Según
el ICEFI, las cifras de la continua caída de la carga tributaria en
Guatemala son maquilladas por la Junta Monetaria del BANGUAT y el
Ministerio de Finanzas Públicas (MINFIN) a través de "un ancla
tácita en el nivel de déficit fiscal anual con respecto al PIB, lo
que garantiza que el saldo de la deuda pública con relación a la
producción nacional se mantenga por debajo del 25.0%, y por debajo
del 250% de los ingresos tributarios. Esta situación permite generar
el espejismo de la estabilidad macroeconómica del país, la cual se
ha alcanzado por medio del sacrificio de políticas públicas
necesarias para el bienestar y el crecimiento económico”.
Estancamiento
y declive en El Salvador
La
recaudación tributaria acumulada en El Salvador alcanzó los 1,613.6
millones de dólares, equivalentes apenas al 36.4% del presupuesto,
aunque ligeramente superior en un 1.1% a la recaudación realizada en
2014. Se calcula que el déficit fiscal para este año sería de
400.6 millones de dólares.
La
estructura tributaria muestra que el ISR aportó US 756.0 millones de
dólares, (46.9% del total), el IVA aportó 662.8 millones de dólares
(41.1% del total). El presupuesto de gastos para el año 2015
asciende a 4,569.6 millones de dólares, y hasta el momento presenta
un déficit de US 67.3 millones
La
deuda pública del Gobierno central asciende a 11,318.6 millones de
dólares, representando el 43.2% del PIB. La existencia de la deuda
del Fideicomiso de Obligaciones Previsionales (FOP) a mayo de 2015
acumula un 12.3% del PIB, elevando el nivel de endeudamiento total
del Gobierno central hasta un 55.4% del PIB. Una situación realmente
alarmante.
Leve
mejoría fiscal en Honduras
Después
de una intensa presión para ampliar la base de pequeños y medianos
contribuyentes, la recaudación de impuestos en Honduras alcanzó los
27,307.3 millones de lempiras, un 20.0% más de lo obtenido en el
mismo período del año anterior. Este alivio en las finanzas
públicas se debe a la implementación de la factura electrónica y
el cobro del 1.5% del ISR sobre ingresos netos a las empresas que
reportan ventas superiores a los diez millones de lempiras. La
reforma tributaria implementada por el gobierno de JOH aumento del
12% al 15% en las tasas del ISV, afectando duramente a la clase media
y sectores populares, al encarecer las compras. Este punto ha sido
origen del enfrentamiento de sectores burgueses contra el gobierno de
Juan Orlando Hernandez (JOH). Si esta tendencia hacia la mayor
recaudación se mantiene, los ingresos tributarios significarían el
16,4% del PIB de Honduras.
La
estructura tributaria muestra que el 42,7% del total es producto del
Impuesto Sobre Ventas (ISV), mientras que el Impuesto Sobre la Renta
(ISR) aportó el 29,8% de los ingresos, y el aporte vial y gasto
social significaron un 14.2% del total. En su conjunto, estos tres
impuestos conforman el 86.7% de los ingresos tributarios totales.
La
política de austeridad del gobernó de JOH se basa en una reducción
de la masa salarial de los empleados públicos, cuyos salarios
registran una disminución real del 2,6%, lo que constituye un éxito
para el gobierno.
La
deuda pública del Gobierno de Honduras ascendió a 188,254.8
millones de lempiras, un 0.8% más en relación al año anterior. La
deuda pública representa un 42.5% del PIB de Honduras. Otra cifra
espeluznante.
Frágil
superávit fiscal en Nicaragua
Los
ingresos fiscales en Nicaragua alcanzaron 16,762.5 millones de
córdobas, un 12.4% más de lo obtenido en el mismo período de 2014.
Para el año 2015 existe una brecha positiva con relación al
presupuesto aprobado de C$1,582.0 millones.
La
estructura tributaria muestra que 48,4% de los impuestos proviene del
Impuesto Sobre la Renta (IR), el 34,4% provienen del Impuesto al
Valor Agregado (IVA), y 13,4% del Impuesto Selectivo al Consumo
(ISC).
Los
gastos totales del Gobierno de Nicaragua alcanzaron 16,292.04
millones de córdobas, 26.5% más con respecto al año anterior y por
encima de la tasa de crecimiento reportada entre 2014 y 2013, cuando
el incremento fue del 17.2%.
Hasta
marzo de 2015 el balance presupuestario alcanzó un superávit de
C$906.8 millones, 60.7% por debajo del año 2014, pero esto se debió
al incremento de las donaciones.
La
deuda pública del Gobierno alcanza los 94,769.2 millones de
córdobas. Esta deuda representa el 27.5% del PIB estimado en 2015.
La deuda total del sector público alcanzó los C$155,897.4 millones
de córdobas, equivalentes al 45.3% del PIB.Existe un debate en torno
a la deuda proveniente de la ayuda venezolana, la que es registrada
como deuda privada. La deuda que ALBANISA alcanzan los US 2,994.8
millones de dólares (26% del PIB). La suma de ambas deudas
alcanzaría un 71.3% del PIB, una cifra alarmante. Detrás de la
aparente estabilidad y progreso económico se oculta cifras que
anuncian una catástrofe.
Costa
Rica cuesta abajo y de rodadas
La
recaudación tributaria en Costa Rica percibió 1,465,291.3 millones
de colones, un 7.2% más que en 2014, pero existe una brecha respecto
al presupuesto aprobado de 130,989.1 millones, equivalentes al 0.4%
del PIB.
La
estructura tributaria muestra que el IVA aportó el 36,8%, el ISR el
24,1% y el impuesto sobre combustibles un 13,5%. Los ingresos por
exportaciones, y el impuesto a las personas jurídicas han descendido
aproximadamente un 15%, lo que evidencia el declive en la producción.
Los grupos económicos tienen enorme influencia sobre la Asamblea
Legislativa impidiendo que se voten más impuestos
Los
gastos totales del Gobierno alcanzaron los 2,250,667.5 millones de
colones, un aumento del 10.2% respecto al año anterior. Los gastos
corrientes representan el 92.2% del total de las erogaciones
públicas.
El
déficit fiscal en Costa Rica hasta mayo de 2015 fue de 673,361.2
millones de colones, monto superior en un 16.1% al acumulado durante
el mismo período de 2014. La deuda pública del Gobierno asciende a
1,630,896.5 millones de colones, un 10.8% más que el año anterior.
Esta deuda representa el 40.4% del PIB estimado para el año 2015.
Aunque este cifra es menor que la de El Salvador, Honduras y
Nicaragua, refleja la bancarrota financiera del modelo del Estado de
Bienestar.
El
suave declive de Panamá
La
recaudación tributaria de Panamá hasta mayo de 2015 alcanzó un
monto de 1,788.72 millones de dólares. La baja recaudación se ha
visto afectada, entre otros factores, por los escándalos de
corrupción la Autoridad Nacional de Ingresos Públicos (ANIP).
La
estructura tributaria nos indica que el impuesto sobre la renta (ISR)
aportó.677.8 millones de dólares, representando el 37.9% de los
impuestos. El impuesto de transferencia de bienes muebles y servicios
(ITBMS) aporta el 29.4%, y los impuestos selectivos al consumo y
derechos de importación aportan un 7.7%.
El
impuesto a las personas jurídicas se redujo en un 25.2% debido a la
última disminución de la tasa marginal aplicable al 25%.
El
presupuesto del 2015 ascendía a 10,506.1 millones de dólares. El
Gobierno de Panamá cerró el primer trimestre con un déficit de
896.2 millones. La deuda pública del Gobierno asciende a 19,142.4
millones de dólares, y representa el 38.4% del PIB estimado para
2015, la cifra más baja de Centroamérica pero no por ello deja de
ser una cifra preocupante.
Breve
Conclusión
Todos
los Estados de Centroamérica tienen un nivel de endeudamiento de
alrededor del 50% en relaciona a sus respectivos PIB. Esta espiral no
da muestras de desaparecer, sino que, al contrario, debido a la falta
de recaudación, la tendencia es hacia el endeudamiento total.
La
baja recaudación se debe a que todos los gobiernos aplican el modelo
neoliberal de libre comercio que disminuye los impuestos y aumentan
las exoneraciones. A lo anterior debemos agregar que el peso de la
carga fiscal recae en el IVA o ISV, en menor medida en el ISR (y
cuando se aplica es sobre los asalariados y la clase media) y en los
impuestos selectivos que también castigan a la clase media.
Es
urgente una reforma fiscal en toda Centroamérica que invierta las
proporciones, bajo el principio de quien más gana debe pagar más.
Fuente: elsoca.org
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