Este reporte solo refleja datos de personas que murieron por impactos
de bala y no toma en cuenta a las víctimas caídas a causa de otras
acciones violentas de la policía.
The Washington Post publicó un informe en el cual revela que la
policía de Estados Unidos ha matado con impactos de bala a 385 personas
durante los primeros meses del año; lo que se traduce a un promedio de
dos personas por día.
La publicación resalta que este reporte se realizó únicamente con
datos de personas que murieron por impactos de bala y no se tomaron en
cuenta a las víctimas que cayeron a causa de otras acciones violentas de
la policía.
La mayoría de las víctimas mortales eran afrodescendientes y
latinoamericanos; mientras que la mitad fueron representantes de las
minorías étnicas.
El diario resalta, además, que la cifra supone el doble de las
muertes por disparos recogidas en las estadísticas oficiales del
Gobierno durante la última década.
The Washington Post indica que de los fallecidos, 365 eran hombres, mientras que 20 eran mujeres.
El rango de edad oscila entre los 16 y los 83 años. Asimismo el
diario añade que alrededor del 80 por ciento de los muertos estaban
armados con objetos potencialmente letales, en su mayoría pistolas, sin
embargo, también se registraron cuchillos, machetes y enfrentamientos
con vehículos.
La mayoría de los muertos eran de clase baja y tenían antecedentes
policiales, principalmente por delitos menores. Además, 92 de los
fallecidos, que suponen casi un cuarto del total registrado, han sido
declarados por las autoridades o por sus familiares como trastornados
mentales.
Policías amparados Esta cifra de fallecidos se respalda en la Ley de
Estados Unidos, debido a que en ella se establece que los cuerpos
policiales tienen autorización para matar a un sospechoso cuando está en
riesgo su visa o la de otras personas.
Según la publicación del Washington Post, en tres de los casos
analizados un policía ha sido acusado de cometer un delito. Por su
parte, varios policías activos y otros retirados, consideran que las
fuerzas de seguridad deberían rendir cuentas ante este tipo de muertes y
han asegurado que muchas se podrían evitar con una mejor actuación
policial.
En enero pasado, salió a la luz pública un escándalo racial que
reveló que agentes de policía del estado de Florida usan fotos de
hombres afroamericanos como blanco para practicar el tiro.
EP
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