POR BILL BARRETO
En su segunda participación en busca de la Presidencia, la premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú Tum externa dudas sobre la estabilidad del Estado y la legitimidad de los partidos políticos, durante una entrevista en su residencia, en la zona 4 de Mixco
Advierte que encara los comicios con el entusiasmo por reunir a las agrupaciones de izquierda y la indignación por “el sentimiento de que no hay liderazgo real en Guatemala”.
¿Qué lección le deja esta campaña?
Estas elecciones nos han dado una pauta extraordinaria sobre las modificaciones que debe experimentar el Estado guatemalteco, para que un día recupere su misión. Además, nos ha permitido crear un partido maya —Winaq— y participar en una coalición —Frente Amplio— que se identifique con el pensamiento progresista, así como la oportunidad de liderar un esfuerzo conjunto de izquierda.
¿Confía en la transparencia de estas elecciones?
Estamos en una crisis que no se resolverá en estas elecciones ni, quizás, en las otras dos. Tenemos que atravesar una etapa de análisis del sistema guatemalteco después del 11 de septiembre.
¿Cree que es buena la existencia de tantas opciones para la Presidencia?
No. Sería bueno si los candidatos tuvieran un nivel de credibilidad, preparación y un liderazgo que nazca de batallas por la paz y la democracia, y tuvieran menos caras comerciales. En estas elecciones se muestra la ausencia de liderazgo; estamos ante un envejecimiento total del sistema. He participado como observadora en muchos proceso, y el liderazgo en esta ocasión es nulo.
En ese contexto, ¿cómo es su participación en este proceso electoral?
Los mayas siempre han seguido partidos desde la visión de los ladinos, y en esta ocasión logramos crear un partido maya que puede crecer en el futuro.
¿Cuál es el principal reto de los guatemaltecos en estas elecciones?
La falta de liderazgo. Esto es una crisis que no se resolverá en estas elecciones ni, quizás, en los próximos dos períodos electorales. Creo que debemos refundar el Estado; estoy convencida de que no es posible parchar este sistema, que ya fracasó; por lo cual tenemos que diseñarlo de nuevo.
¿Cuál sería su primera acción desde la Presidencia?
Primero atenderemos el tema del presupuesto, y luego estableceremos los criterios de su ejecución, lo cual se debe hacer en cuestión de días, porque no podemos parar la marcha del Estado. Este sería el primer problema que enfrentaría nuestro gobierno, ya que si ofrecemos hospitales, escuelas y calidad educativa, tenemos que reflejar esto en el presupuesto, para no engañar a la población. Para todo eso se requiere, además de políticas de austeridad, transparencia e inversión del gasto.
¿Cómo financiará la respuesta a los principales problemas del país?
Frente a la amenaza del financiamiento del narcotráfico en las campañas políticas se requiere de dinero limpio, el cual lo tiene que aportar el empresariado guatemalteco. Más que nunca el empresariado debe representar un papel fundamental. Quisiera tener al empresariado guatemalteco honesto, limpio y de dinero bien habido a mi lado, y derrotar a los negocios ilícitos, sobre todo en el Congreso, donde veo que ingresarán bastantes delincuentes en las próximas elecciones.
¿Por qué los ciudadanos deberían votar por usted y su vicepresidenciable?
Porque somos los únicos que tienen en su plan de gobierno un enfoque integral: proponemos un desarrollo que contempla también el enfoque económico, aprovechando las grandes ventajas que tiene nuestro país, tanto entre la pequeña como en la mediana empresa. También en enfocarnos en optimizar los recursos de la población con transparencia, desde los presupuestos municipales hasta el nacional.
¿Apoyarían a otro partido político, de no ser electos?
Tenemos una agenda de gobierno propia. El Frente Amplio actuará como la verdadera oposición que va a vigilar por que se cumplan las promesas de los partidos políticos, que se reforme el Estado guatemalteco, se dignifique a los pueblos indígenas y se cambie la estructura total de la educación.
De no participar en las elecciones, ¿por quién votaría?
Es una pregunta muy dura. Sinceramente, no votaría por nadie, porque es muy frustrante el panorama. Encontramos tendencias ideológicas que se mezclan con intereses comerciales que siguen intereses privados.
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