Por Joel Michel Varona*
La Habana(PL)Los puertorriqueños luchan por su independencia y alimentan su sueño de romper las ataduras del colonialismo confiados en el rol a desempeñar por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), un ente integracionista previsto a crearse este año.
Antes de finalizar 2011 debe celebrarse en Caracas, Venezuela la primera cumbre de presidentes y jefes de Estados de la Celac, y esperamos, señaló el catedrático boricua Julio Muriente, que este bloque sea diferente a la Organización de Estados Americanos (OEA).
Confiamos en que los países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) reconozcan y admitan que hay un problema colonial por resolver; y que Puerto Rico es el caso más elocuente en nuestra América.
Aspiramos a que se reconozca el espacio de Puerto Rico en lucha como miembro observador de esa organización naciente; en mi opinión -añadió Muriente-, si la Celac aprueba esto, ciertamente estaríamos proyectando una nueva Latinoamérica, distinta y superior a la visión de la OEA.
Es muy importante tener presente que muchas naciones están a favor de Puerto Rico; algunas de ellas, futuras integrantes de la Celac, y miembros del Movimiento de Países no Alineados (Noal), cuya carta fundacional subraya el derecho a la autodeterminación y a la soberanía, explicó. Este elemento del documento final del Noal coincide con la postura del Comité de Descolonización de Naciones Unidas, y si logramos que esos países sean consecuentes con el texto que firmaron -tantos los del Noal como los del Comité de Descolonización-, esto abrirá el camino para un mayor reconocimiento de Puerto Rico en lucha, señaló. Destacó el respaldo activo de los países del Alba que dieron una tangible muestra de solidaridad, al presentar una propuesta sobre Puerto Rico ante el Comité de Descolonización, y lo más importante es que no se trata solo de Cuba y Venezuela, sino de más naciones sumadas a este reclamo histórico.
Si logramos que la Celac haga suya esta lucha, sería un paso de avance y Puerto Rico sería un hijo más de América y el Caribe, manifestó el catedrático en una conferencia magistral dictada en la Casa Cultural del Alba en La Habana.
Es necesario -afirmó- que Puerto Rico alcance su independencia para que se incorpore al concierto político continental.
Este año hay países que están celebrando el bicentenario de su independencia en la región, pero no debemos perder de vista que aun están Francia a través de Martinica y Guadalupe; Holanda con Aruba, Curazao, San Martin; el Reino Unido con Islas Vírgenes Británicas, y Estados Unidos con Puerto Rico.
Quizás a algunos no les interese, pero les advierto que las colonias, entre otras cuestiones, pueden servir de plataforma para agredir a otras naciones.
Recordó que el presidente venezolano, Hugo Chávez, denunció los vuelos de aviones espías sobre la nación suramericana, y esas naves partieron desde Aruba.
En abril del 1961, cuando aconteció la invasión mercenaria organizada por Estados Unidos al territorio cubano de Playa Girón (Bahía de Cochinos), los hombres-ranas salieron de Puerto Rico, dijo Muriente. El colonialismo no es un problema exclusivo de los que lo sufren de manera directa, sino de los que fueron convertidos en neocolonia, y el prefijo neo -nsistió- no los exoneró de vivir con una falsa independencia.
Puerto Rico es una nación sometida al colonialismo, lo que en 518 años se ha convertido en una relación de dominación existencial, siempre controlado por otros que impiden obtener nuestra soberanía para decidir por nosotros mismos e incluso nos niegan el derecho a equivocarnos, explicó.
Nos impusieron un himno, una nacionalidad, y luego de hacer del país una gran plantación, nos modernizaron y convirtieron en una gigantesca fábrica, priorizando sus intereses por encima de los del pueblo, lamentó Muriente
Hemos lidiado desde hace mucho tiempo con el neoliberalismo, y las riquezas obtenidas nunca quedaron en casa, iban a parar a la manos de los de afuera, los dueños del capital encargados de descapitalizar la economía, dijo.
Al referirse a los grandes problemas que enfrenta Puerto Rico, señaló que el desempleo es del 16 por ciento.
Otra cuestión muy notable en el panorama actual boricua es el fenómeno migratorio, hoy -apuntó Muriente- viven más puertorriqueños en Estados Unidos que en su propio país (cuatro millones), mientras que 3,8 millones permanecen en la isla caribeña.
El desempleo y la migración constituyen un freno para el crecimiento económico, aseguró el catedrático.
El narcotráfico ocupa un gran espacio en Puerto Rico, y devino una actividad económica de primer orden ejercida fundamentalmente por el sector juvenil de la sociedad. Este negocio que mueve millones de dólares no puede ser controlado por Estados Unidos encargado de los espacios aéreo, marítimo y terrestre de la isla, precisó el profesor de la Universidad de Puerto Rico.
Resaltó que el tráfico de drogas generó la violencia y la inestabilidad social, y recordó que en 2010 casi fueron reportados mil asesinatos, estadística que origina un estado de infelicidad en la población, cada día más sometida a una ideología consumista y, por ende, sumida en el endeudamiento privado.
En medio de estas dificultades -indicó- existe una lucha social, la cual es indetenible y tiene como objetivo supremo romper las cadenas de la dominación.
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