Unos 500 niños migrantes fueron deportados de Estados Unidos y entraron por Tamaulipas durante el primer semestre de 2018; los municipios donde más ocurren este tipo de casos fueron Nuevo Laredo y Reynosa, informó la delegación municipal del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).
Indicó que uno de esos casos ocurrió en Matamoros, donde a un menor se le brindó asistencia y a sus familiares en Honduras se les avisó de su situación, por lo que ahora esperan realizar los trámites necesarios para repatriarlo.
Detalló que los menores son dejados por agentes estadunidenses a autoridades migratorias de México para ponerlos bajo resguardo en el DIF, que a su vez los canalizan a los Centros de Atención al Menor Fronterizo (Camef).
La dependencia municipal contabilizó que en Tamaulipas, durante 2017, fueron recibidos 774 menores de edad provenientes de Guatemala, El Salvador y Honduras. Precisó que estos niños viajaban con algún familiar, pero que al ser descubiertos por agentes migratorios por la nueva política del presidente Donald Trump, fueron ingresados al centro de detención de McAllen, Texas, donde permanecen de forma temporal, antes de ser repatriados a México.
Explicó que ya en suelo mexicano, los menores son llevados al Camef, donde se les ofrece albergue, alimento, vestido, atención médica y ayuda sicológica, pues pueden llegar a sufrir algún tipo de trauma por la separación.
Puntualizó que a su ingreso se inicia el trámite para su deportación, la cual está a cargo del Instituto Nacional de Migración.
Julia Le Duc
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 24 de junio de 2018, p. 11
Matamoros, Tamps.
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