El contexto de la educación popular
La Educación Popular es una apuesta política que plantea la
transformación radical de la realidad a partir de la lectura crítica del
mundo. Nace en el seno de los procesos de liberación de los pueblos de
América Latina y el Caribe contra el sistema opresor colonial–patriarcal
que vivimos desde hace más de quinientos años, y que hoy experimentamos
de forma salvaje.
Desde su nacimiento y hasta la actualidad,
la educación popular apuesta por la integración y liberación de los
pueblos desde la diversidad. Adquiere mayor presencia y visibilidad en
América Latina y el Caribe en la década de 1960, cuando Paulo Freire
escribe la Pedagogía del Oprimido exiliado en Chile, en el año 1968.
La educación popular nace en un contexto convulso y sus principales
promotores son perseguidos por diversos países durante dos décadas,
obligándolos a pensar en estrategias creativas para no ser eliminados,
por ello migran y se exilian en diversos países. La Revolución Cubana es
un fuerte aliciente para creer que la liberación de los pueblos es
posible.
Así es como, en Centro América, a partir del triunfo
de la Revolución Sandinista en 1979, confluyen diversos actores del
mundo, no sólo de América Latina y el Caribe, a partir de lo cual nacen
apuestas regionales y continentales para hacerle frente la embestida
imperialista que en aquellos años existía.
En la década de
1980, se llevan a cabo acalorados debates, reflexiones y acciones que
permiten construir claras apuestas políticas para darle vida a la
educación popular en Mesoamérica, con la Red Alforja, y en América
Latina, con la CEAAL, entre muchas otras apuesta colectivas.
La
cumbre de Río en 1992 y el levantamiento zapatista en 1994, nos sacuden
y reconocemos que aún nos faltan muchos caminos por andar, que la digna
rabia está presente y que otros mundos son posibles y urgentes, que los
sin voz han hablado y hacen retemblar la tierra.
El siglo XXI,
es marcado por las movilizaciones globales contra la Organización
Mundial de Comercio (OMC) en Seattle, marco en el cual nace el Foro
Social Mundial, la lucha se globaliza y se plantea que otros mundos son
posibles. La segunda década del siglo XXI está plagada de injusticias y
desigualdades, nos exige resistir y crear, resistir y transformar.
Qué es la educación popular hoy
En palabras de Carlos Núñez, diríamos que “la educación popular
constituye una corriente de pensamiento y acción dentro del campo de las
ciencias sociales, particularmente de la pedagogía... es una propuesta
teórico – práctica, siempre en construcción desde cientos de prácticas
presentes en muy diversos escenarios de nuestra América (y más allá). Su
visión es integral, comprometida social y políticamente. Asume una
posición epistemológica de carácter dialéctico, rechazando por tanto el
viejo, tradicional y todavía ‘consagrado’ marco positivista. …
desarrolla una propuesta metodológica, pedagógica y didáctica basada en
la participación, en el diálogo y en la complementación de distintos
saberes” (2005; 8) [1].
La educación popular, en el contexto actual nos exige partir desde los
territorios, cuerpos–tierra para sentir–pensar nuestras prácticas y
experiencias, las feministas nos invitan a reflexionar y actuar desde
nuestros cuerpos. Porque si la reflexión no pasa por el cuerpo, la
transformación no puede ser posible. Está reflexión y acción debe
hacerse junto con las personas que habitan esos
cuerpos–tierras–territorios, para que desde las diversas estrategias de
acción, procesos y conflictos busquemos alternativas posibles,
necesarias y urgentes.
Esta apuesta implica que nos demos el
tiempo para contar nuestras historias y las reescribamos. Compartir
entre pares y entre diversos nuestras andanzas a partir de mediaciones
pedagógicas y políticas, para reconocer: los condicionamientos sociales,
económicos y políticos que existen; que somos múltiples, complejos y
contradictorios; que nos vamos haciendo y vamos siendo con la vida.
Saber que tenemos todas las posibilidades para reinventarnos.
Al reconocer nuestras historias y las de otras personas, pueblos y
movimientos estamos ante la posibilidad de construir procesos de
autoafirmación y la construcción de sujetos colectivos críticos.
Parafraseando a Simón Rodríguez diríamos que al reconocer el porqué de
nuestras circunstancias, nuestra acción adquiere sentido político,
porque nos duele lo que hemos vivido y vemos que lo que le pasa a una
persona, también les pasó a otras. Nos llenamos de rabia y nos
indignamos. Reconocemos que el racismo, el clasismo y el machismo siguen
presentes en pleno siglo XXI.
La educación popular como
paradigma de transformación sociopolítico, asume una opción ético
política, a favor de los intereses de los sectores excluidos y
dominados. Respeta los miedos, pero también los toca. Nos provoca, nos
invita a cuestionar de fondo los privilegios patriarcales que ejercemos y
con los cuales hemos vivido por siglos como si fueran naturales. Para
concretar este cambio radical, es necesario hacer una lectura crítica de
nuestras prácticas y contextos.
Desde la educación popular, se
produce conocimiento colectivo a partir de la Sistematización de
Experiencias y la Investigación Acción Participativa. Implica tomar como
punto de partida nuestra realidad; profundizar sobre ella,
comprenderla, conceptualizar y teorizar; para volver a nuestra realidad
con nuevos aprendizajes y desafíos. Se trata de poner en práctica la
concepción metodológica dialéctica.
Una de las claves
estratégicas para construir procesos de liberación desde pueblos en
clave de educación popular en estos tiempos, es la necesaria
construcción de espacios para compartir la vida cotidiana, así como la
construcción de espacios en los que podamos debatir, construir y decidir
el proyecto de país que queremos. Esto implica la necesaria condición
de construirlos en libertad para rehacer, redanzar, recantar, reinventar
nuestros caminos.
Por ello es necesario y urgente que desde
los procesos que llevamos a cabo denunciemos cualquier acto de opresión.
Hacerle frente a la desigualdad, el racismo y hacer lo necesario para
construir contrapesos de poder popular, que nos permitan concretar otras
hegemonías posibles.
Nota
[1]
Núñez H., Carlos. 2005. Educación Popular: una mirada de conjunto. En
Revista Decisio 10. CREFAL. Pátzcuaro. Enero – Abril 2005.
Rosa
Elva Zúñiga López es educadora Popular, Secretaria General del Consejo
de Educación Popular de América Latina y el Caribe – CEAAL.
URL de este artículo: https://www.alainet.org/es/ articulo/193524
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