El Gobierno mexicano anunció este viernes el despliegue del Ejército,
la Marina y la Policía Federal para dar seguridad en las elecciones del
domingo tras agravarse las amenazas de boicot y enfrentamientos como el ocurrido este viernes en el estado de Guerrero que dejó 15 heridos.
Al menos diez civiles y cinco policías resultaron heridos cuando
cientos de manifestantes se enfrentaron a los cuerpos de seguridad en la
localidad de Tlapa, en el sureño estado de Guerrero, al ver bloqueado
su paso a un centro del Instituto Nacional Electoral (INE). En el choque
los manifestantes lanzaron piedras y otros objetos contra los
uniformados, que respondieron con gas lacrimógeno.
El lunes un grupo de personas sin identificar entraron en el
instituto electoral del municipio y quemó material electoral: 116.340
papeletas de votación. La localidad de Tixtla ha sido considerada por el
gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega, como uno de los principales
“focos rojos” del Estado, al ser sede de la Escuela Normal Rural de
Ayotzinapa a la que pertenecían los 43 estudiantes desaparecidos en
Iguala. El miércoles, doce personas -diez policías y dos manifestantes-
resultaron heridas en un enfrentamiento de las fuerzas de seguridad con
familiares de los desaparecidos. Ahora acumula más situaciones violentas
ante las inminentes elecciones.
En Oaxaca, otro estado del sur, la Coordinadora Nacional de los
Trabajadores de la Educación (CNTE) llevó a cabo varias acciones que
acentuaron su desencuentro con el Gobierno federal y se enmarcan en el
boicot a unas elecciones que tildan de “farsa” y utilizan para ver
cumplidas sus peticiones.
Dichas demandas, que negocian desde el pasado lunes con la Secretaría
de Gobernación, incluyen un aumento salarial, la aparición con vida de
los 43 jóvenes y la derogación de la reforma educativa promulgada en
2013.
Huelga indefinida
Fuentes sindicales confirmaron a Efe que en esta región, una de las
más pobres del país, las juntas electorales siguen bloqueadas por los
maestros de la CNTE, que el lunes iniciaron una huelga indefinida que
afecta, a nivel nacional, a seis millones de alumnos.
De hecho, el presidente del Instituto Nacional Electoral (INE) de
México, Lorenzo Córdova, admitió hoy que puede que no lleguen a
instalarse las 5.042 mesas de votación en el estado para los comicios
federales de este domingo. En un mensaje de calma, agregó que ello no
impedirá las elecciones en México, donde 83 millones de votantes deben
elegir 2.016 cargos públicos.
Frente a la junta local del INE, un centenar de maestros acampa
pacíficamente bajo la premisa de seguir instalados si no se cierran las
negociaciones, comprobó Efe.
Oaxaca capital padece desde el lunes una grave situación de
desabastecimiento de gasolina por el bloqueo de un centro de
distribución de Petróleos Mexicanos (Pemex) en Santa María del Tule, en
las cercanías de la localidad, así como de una refinería en el puerto de
Salina Cruz.
Ante la crispación de la ciudadanía, que forma largas colas para
suministrar combustible, la CNTE acordó la salida de ocho camiones
cisterna que atendieran varias gasolineras.
Sin embargo, y según su versión, fue la Secretaría de Gobernación fue
la que ordenó a la petrolera estatal no llevar a cabo este servicio, en
una decisión que busca enemistar el pueblo con los maestros.
En esta misma ciudad se manifestaron también unos 300 docentes frente a
una de las estaciones de autobuses, entorpeciendo las operaciones de las
distintas compañías de transporte, que debieron cambiar el lugar de
salida para evitar suspender actividades.
En Chiapas, en el sureste de México, miles de maestros irrumpieron en
las sedes de todos los partidos políticos en Tuxtla Gutiérrez y
quemaron muebles, documentos y propaganda electoral, según constató Efe
en el lugar.
Estas acciones de hoy incrementaron el pulso entre organizaciones
sindicales y el Gobierno a solo dos días de unos comicios marcados por
el caso Iguala y el asesinato de una veintena de personas, entre
candidatos, precandidatos y miembros de la campaña.
En respuesta a ello, el Gobierno puso hoy en marcha un operativo
nacional para garantizar a los ciudadanos las condiciones que les
permitan ejercer su voto de manera libre y pacífica.
En el despliegue participan el Ejército, la Marina y la Policía
Federal, y se enfocará especialmente en la región sur-sureste, y en
particular, en el estado de Oaxaca, detalló la Secretaría de Gobernación
en un comunicado.
EFE/Público
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