Como
siempre, planteamos la conveniencia de no simplificar los eventos
políticos con maniqueísmos o reduccionismos. En este caso, hay que
tratar de ver el fondo de las intenciones de la ultraderecha radical
(nacional e internacional) con referencia a las marchas del sábado 30
de mayo, en Caracas y otras ciudades, en apoyo a la “huelga de hambre”
de Leopoldo López y Daniel Ceballos.
En principio, la
convocatoria fue un fracaso, por varias razones. Una de ellas es la
asistencia de ciudadanos, realmente pobre. La manifestación más
concurrida fue la de Caracas. A esta acudieron, según Ultimas Noticias, alrededor de 2.000 personas. De acuerdo al informativo digital El Joropo,
fueron 4.000. Tomemos la media y digamos que fueron 3.000. Eso es el
0,04 por ciento de la población capitalina (por supuesto, nadie más que
esas pocas personas vistieron de blanco, que era una de las premisas
del show) Seamos generosos y digamos que en toda Venezuela marcharon
10.000 opositores. Eso es el 0,03 por ciento de los venezolanos. Otra
razón del fracaso es que la convocatoria confirmó con creces el estado
de división táctica que sacude a la oposición. Al nivel nacional, en
vez de demostrar fortalezas, afloró debilidades. El único electoralista
que participó de la convocatoria fue Capriles Radonski, quien se fue
para Guárico a pantallear, solo por figurar y sacarse la foto, en su
desesperación por el profundo barranco de su “liderazgo”. Ni loco se
apersonó en el evento principal, donde le hubiera hecho bulto a lo
verdaderos protagonistas, las esposas de los delincuentes presos y la
sin par María Corina Machado. En el evento caraqueño fue notoria la
ausencia de dirigentes y voceros de PJ, UNT y AD, principales factores
políticos del electoralismo opositor, además del partido de López,
Voluntad Popular.
Ahora bien, el asunto estaría básicamente
despachado si nos conformáramos con ese relativo fracaso. Pero resulta
que para la derecha radical nacional e internacional se trató sobre
todo de una operación mediática y en ese sentido no les fue del todo
mal. Es verdad que hubo poca cobertura al nivel nacional. De todas
formas, los medios y portales nacionales que apuntan a la base social
del fascismo cumplieron su tarea y proyectaron una imagen de éxito de
la convocatoria (El Nacional, Informe 21, La Verdad, etc.). Hubo
inclusive una foto aérea de la manifestación, producida y distribuida
por sus organizadores a medios nacionales e internacionales, en la que
es difícil saber qué hay de realidad y qué de Foto Shop.
Los objetivos mediáticos de la ultraderecha fascista se orientaron a:
- Retomar la competencia por el liderazgo opositor frente al sector electoralista
- Moralizar a la base social del fascismo
- Proyectar una imagen internacional de fortaleza y de liderazgo
- Continuar la tarea de estigmatización del Gobierno venezolano como el de un Estado fallido, dictatorial, violador de los “derechos humanos”, corrupto, y vinculado al terrorismo y al narcotráfico
- Contribuir al establecimiento de un escenario que justifique en el presente y a futuro la injerencia y en última instancia la intervención imperialista en cualquier modalidad
En
cuanto a la competencia por el liderazgo opositor, los electoralistas
venían imponiendo una agenda que se prolongó hasta la realización de
las primarias, donde el ultraderechista Voluntad Popular fue el partido
más votado. Esto, unido al hecho de que el nombre de Leopoldo López
aparece en varias encuestas como el principal líder de la oposición,
disparó sin duda el reflorecimiento de las ambiciones de ese sector y
la aceleración de sus planes estratégicos, entre los cuales está
desplazar a la MUD como principal referencia opositora.
En este sentido vale reseñar declaraciones de Lester Toledo, directivo de Voluntad Popular: “¿Qué
es la MUD? Si yo tengo acá 16 partidos nacionales respaldando la
concentración, si los principales líderes de esa alianza, que son
Capriles y Leopoldo la respaldan, y si la sociedad civil también apoya,
la unidad está garantizada”.
Por su parte, el diputado opositor Miguel Angel Rodríguez opinó: “ Independientemente de que la actividad
haya sido una propuesta unilateral y que la misma arrojara nuevas
fricciones a la ya insoportable división opositora, quienes acudimos a
las protestas de este sábado por concordar con las peticiones de
nuestros presos políticos, tomamos como signo de gran trascendencia la
forma vehemente con la que en nombre de su esposo Leopoldo López,
Lilian Tintori juró tres veces unidad y más unidad, al tiempo que
Henrique Capriles optaba por manifestar en Guárico, e intentar visitar
a nuestro derrocado alcalde de San Cristóbal, Daniel Ceballos. La Mesa
de Unidad Democrática, estructura superior de organización de la disidencia, tiene que acoger estos gestos para pasar la página y reimpulsarse ”.
Otro objetivo que señalamos en la convocatoria ultraderechista fue el
de moralizar a la base social fascista, que resultara muy golpeada en
su estado de ánimo tras varios fracasos (guarimbas, convocatoria a
Constituyente, llamado a Acuerdo Nacional para la Transición, distintas
convocatorias fallidas a manifestaciones de apoyo a los políticos
presos). El plan de violencia fascista necesita gente en la calle, por
eso la intención moralizadora fue una de las principales entre las
motivaciones del evento del sábado. Al relativizar mediáticamente el
fracaso de la convocatoria del sábado y hasta convertirlo en un éxito a
los ojos de su base social, la ultraderecha fascista trata de preparar
las condiciones para continuar en la calle y avanzar en el objetivo de
generar violencia.
Además, como hemos dicho, la ultraderecha
fascista pretendió, con la convocatoria de marras, proyectar una imagen
internacional de fortaleza y liderazgo. Esto lo logró en buena medida.
Muestra de ello es un “reportaje” del pasquín imperialista Diario de las Américas en el que se afirma (disculpe el lector la cita extensa, pero ya verá que vale la pena por lo esclarecedora): “ Ni
la cárcel, ni las amenazas de Nicolás Maduro, ni el amedrentamiento a
través de grupos violentos, ni mucho menos el controversial llamado de
desmovilización de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) detuvo el
poder de convocatoria del líder opositor Leopoldo López que continúa
preso en la cárcel militar de Ramo Verde… Fueron pocos los medios de
comunicación venezolanos que dieron un seguimiento integral a los acontecimientos. El peso del
control gubernamental en Venezuela cada vez se hace más evidente. Por
eso, nuevamente, las redes sociales Twitter, Facebook e Instagram
lucieron como las principales fuentes de información y opinión en estos
tiempos de dictadura del Siglo XXI. Según los post, fotografías y
videos, las movilizaciones fueron multitudinarias y repicaron incluso
en otros lugares del mundo como Estados Unidos, Canadá, España,
Irlanda, Suiza, Brasil, Perú, Colombia y Chile… Fuera de las fronteras
venezolanas, periódicos como El Mundo de España respaldaban esas
impresiones describiendo cada detalle de la creatividad derrochada por
los manifestantes en la capital venezolana, donde incluso muchos se
afeitaron la cabeza en señal de protesta en medio de consignas como
‘Que caiga el Cabello’, en alusión a Diosdado Cabello, presidente de la
Asamblea Nacional… El medio en cuestión también destacaba un importante
dato: ‘Esa fue una muestra, en Caracas, de la manifestación que realizó
la oposición en 32 ciudades de todos los estados del país. En la
capital protestaron alrededor de 50.000 personas, en torno a 200.000
por todo el país (SIC), según distintas fuentes consultadas por
EL MUNDO.es’… El histórico Winston Churchill decía ‘El político se
convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas
generaciones y no en las próximas elecciones’… Ese pensamiento aflora
cuando se leen las muchas opiniones que minuto a minuto circulan a
través del mundo ‘virtual’, que tal vez sea más real de lo que se cree.
Allí la impresión generalizada es que la figura de
Leopoldo López quedó inmensamente fortalecida y a los miembros de la
cúpula de la MUD se les envío el mensaje de que en Venezuela el proceso
de cambio comenzó a darse desde lo más
profundo de la sociedad civil. Por algo la diputada María Corina
Machado dijo en su intervención del sábado que la transición ya está en
ejecución… Estas son algunas reacciones recogidas a través de las
cuentas Twitter de varias personalidades y eso que llaman ‘venezolanos
de a píe’ (gente común y corriente): Padre José Palmar
(@PadreJosePalmar), el sacerdote católico que se hizo famoso por su
apoyo inicial a Hugo Chávez y que ahora reseña en su perfil Twitter que
‘Primero mártir que arrodillado frente al madurismo castrista: La
UNIDAD no es estar juntos, la UNIDAD es hacer las cosas juntos’…Jesús
Rondón Nucete (@JesusRondonN). Profesor de la Universidad de Los Andes,
ex gobernador de Mérida: ‘Que nadie se engañe: el pueblo marchó sin la
dirección de la MUD. Ahora sabe que puede caminar con sus propias
fuerzas. Se liberó’”.
El nivel de manipulación de este
“reportaje” es alarmante: el claro y descarado ataque a los sectores
electoralistas de la MUD en beneficio de la ultraderecha fascista; la
intención de reforzar la credibilidad de las “informaciones” falsas que
se transmite por las “redes sociales”, en desmedro de los medios
tradicionales que dieron muy poca importancia a las movilizaciones del
sábado (o sea, que asumieron plenamente la poca relevancia nacional que
realmente tuvieron); la descarada sobrevaloración del supuesto éxito
nacional e internacional de la convocatoria, y el insólito abultamiento
de las cifras de asistencia (donde destaca el “trabajo” de El Mundo.es);
la definición del Gobierno venezolano como una “dictadura” que no
respeta la “libertad de expresión”; el reforzamiento de la imagen de
“liderazgo” de los dirigentes fascistas Leopoldo López y María Corina
Machado, entre otros elementos.
En cuanto a la
estigmatización del venezolano como un Estado fallido, no es más que la
continuación de un propósito que la derecha nacional e internacional se
trae entre manos desde hace varios años. Ya vimos como el pasquín pro
imperialista Diario de las Américas definía al Gobierno de
Maduro como una dictadura. Así pues, el tratamiento noticioso en torno
a reos como López, Ceballos y Ledezma obvia las verdaderas causas por
las cuales se les procesa e intenta definirlos como “presos políticos”
o “presos de conciencia” que son castigados por ser “disidentes” y
oponerse al Gobierno. Esto hay que vincularlo a todas las acciones que
se ha adelantado para ligar a funcionarios venezolanos a delitos de
narcotráfico y terrorismo sin aportar ningún tipo de pruebas, que
tienen como más reciente manifestación la campaña difamatoria contra
Diosdado Cabello, e igualmente a todas las invectivas sobre supuestas
violaciones consuetudinarias de derechos humanos en Venezuela.
Directamente vinculada con todo el montaje mediático de las
manifestaciones del sábado, está la declaración del pasado viernes
hecha por el derechista Andrés Pastrana, en la que aseveró, después de
no permitírsele que montara el show de la visita a López, que “Queda demostrado que lo que hay en Venezuela es una dictadura” . Y el otro mensajero neoliberal, Jorge Quiroga, afirmó que “Hoy
duele ver que no nos dejan ingresar a ver a un hombre que está sin
alimentos, sin comida, como buena parte del pueblo venezolanos por la
catástrofe económica; que está sin atención médica”.
Simultáneamente, reaparece el Club de Madrid con un comunicado lleno de
infamias contra nuestro Gobierno. En efecto, la llamada Iniciativa
Democrática de España y las Américas, tutelada por Aznar y todo lo peor
de la ultraderecha española, repite la conocida cantaleta de
improperios y calumnias sobre el “régimen” venezolano, esta vez
relacionándolos con la manipulación organizada en torno a los “presos
políticos”.
Por otro lado, están las declaraciones del presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, en las que expresó su “preocupación”
por la situación económica y política de nuestro país, precisamente
cuando se aproxima la realización de la cumbre de la Unión Europea y la
CELAC, a efectuarse los días 10 y 11 de junio en Bruselas. Dijo Schulz
que “Para nosotros, no lo vamos a ocultar aquí, Venezuela es un motivo de seria preocupación… el país va cada vez peor” (tanto en el ámbito económico como en el social), y que “la polarización política aumenta diariamente”
Pero en realidad el objetivo fascista que nos resulta más peligroso y
condenable es el de contribuir a crear el escenario para justificar una
intervención foránea en Venezuela, que es a lo que apunta la señalada
estigmatización de nuestro Estado.
Precisamente, en la mencionada declaración de la llamada Iniciativa Democrática para las Américas se afirma que “Hacemos
un llamado a la opinión pública internacional y la de nuestros países,
a nuestros respectivos gobiernos y en general a las organizaciones
internacionales encargadas de ofrecer su tutela a las víctimas de
derechos humanos y de asegurar la democracia como derecho de los
pueblos que los gobiernos han de respetar, a fin de que se mantengan
vigilantes”.
En esta misma línea, vemos como Lilian
Tintori, la esposa de Leopoldo López, llamó igualmente a la injerencia
extranjera cuando interpeló a las mandatarias de Brasil, Chile y
Argentina para que se pronuncien sobre el conflicto político en nuestro
país: “ Son tres mujeres latinoamericanas; vengan como hermanas a ayudarnos… Quiero dirigirme a Dilma Rousseff para que se pronuncie, así como a Michelle Bachelet. Usted es mujer,
ayúdenos, venga con nosotros. Y por último a Cristina Kirchner, también
pronúnciese por lo que está ocurriendo en Venezuela”,
En
este momento parece estarse dando un acercamiento positivo entre
Venezuela y Estados Unidos. Precisamente el presidente Maduro ha dicho
que espera que este diálogo no sea saboteado por terroristas
venezolanos o por la ultraderecha de Estados Unidos. Lo cierto es que
uno de los objetivos expresos de la ultraderecha del patio es
entorpecer ese diálogo para alimentar la posibilidad de una
intervención imperial en el futuro.
De todas formas, no hay que
confiarse en absoluto de las tales políticas de diálogo de Estados
Unidos con Cuba y ahora con Venezuela, pues es claro que su estrategia
de dominación sigue siendo la misma. Esa desconfianza ha sido señalada
recientemente por Fidel Castro, seguramente recordando aquel aserto del
Che en las Naciones Unidas, en el sentido de que no se puede confiar en
el imperialismo “ni tantito así”.
En torno a esto es bueno
asentar que el pasado sábado 30 de mayo e l viceministro de Defensa de
Rusia Anatoli Antonov denunció que Estados Unidos planea artillar los
submarinos nucleares con armas supersónicas en la estrategia de un
golpe relámpago global. Antonov se basó en informes del consorcio ruso
Almaz-Antei, del complejo militar industrial, que advierte sobre las
posibilidades de Estados Unidos para contar hacia 2020 con aparatos
supersónicos en ataques aéreos y espaciales.
También el
conocido analista estadounidense James Petras alerta sobre las reales
intenciones de Estados Unidos hacia nuestro subcontinente. En medios
académicos de Estados Unidos se comenta que ese país perdió batallas
por el poder en varios países de América Latina, por lo que se prepara
para intervenir en la región y mantener, o incluso aumentar su
influencia, con base en una política de “palo y zanahoria”.
Según Petras “La
política de palo y zanahoria de Washington se basa en una combinación
de políticas reformistas hacia algunas formaciones políticas, mientras
trabaja para derrocar a gobiernos y movimientos políticos con la fuerza
y la intervención militar”. Petras recuerda que esta doctrina fue empleada durante el gobierno de Kennedy
luego de la Revolución Cubana, cuando ofrecía a los países
latinoamericanos programas de ayuda económica, préstamos e inversión,
pero al mismo tiempo aumentaba su presencia militar y maniobras
militares conjuntas con sus aliados en la región.
Para Petras,
la apertura hacia Cuba es parte de una estrategia más amplia de una
nueva forma de intervención política, y hace hincapié en el reciente
envío de más de 280 marines a Centroamérica, cuya verdadera misión no
está clara.
En todo caso, la ultraderecha fascista seguirá en
su empeño de crear las condiciones para que se desate en Venezuela un
conflicto político de grandes dimensiones, que incluya formas
extendidas de violencia que justifiquen un “escenario libio en
Venezuela”. Ignoramos cuáles son los desarrollos inmediatos previstos
por los fascistas. Por lo pronto continúa la “huelga de hambre”, que es
una carta que podrían mantener para acicatear la conspiración, o
retirar de la mesa a conveniencia si lo consideran pertinente, sobre
todo si los planes subversivos se ven imposibilitados o postergados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario