Guatemala, 25 jul (PL) Casi 30 años después, enfrentarán la justicia desde hoy cuatro de los kaibiles que perpetraron una de las matanzas de civiles más atroces en Guatemala durante la guerra interna. Los otrora miembros de las fuerzas de elite del Ejército de este país están acusados por el asesinato a mansalva de 252 pobladores de la localidad de Las Dos Erres, departamento de Petén, en 1982. Gobernaba entonces, tras una asonada castrense, el general Efraín Ríos Montt, ahora diputado al Congreso de la República por el partido Frente Republicano Guatemalteco.
Aquella masacre formó parte de las decenas cometidas por las fuerzas de seguridad y los paramilitares durante el conflicto armado (1960-1996), en aplicación de la política de tierra arrasada destinada a acabar con la guerrilla y sus bases de apoyo. Según la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Guatemala (Famdegua), el 6 de diciembre de 1982 miembros de las fuerzas especiales kaibil ingresaron Las Dos Erres acompañados por un pelotón de 40 soldados. Concentraron a hombres, mujeres y niños en la escuela y la iglesia del lugar donde los sometieron a torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes, e incluso a varias mujeres adultas, menores y adolescentes las violaron.
Posteriormente todos fueron conducidos a un pozo de la localidad y ejecutados, primero los niños lanzándolos vivos, después las mujeres y por último los hombres. Una denuncia fue presentada 14 años después de la matanza, cuando se realizaron las exhumaciones de los restos, pero hasta ahora todos los responsables permanecían en la más absoluta impunidad. En este tiempo los abogados defensores de los militares acusados obstruyeron la aplicación de la justicia al interponer decenas de amparos con el consiguiente retardo malicioso e injustificado, según la Famdegua. Esta, como querellante adhesivo, le ha dado seguimiento al caso y ahora se logra el inicio de un juicio contra cuatro de los imputados por aquella acción criminal, una de las varias por las cuales se responsabiliza a Ríos Montt como genocida.
Al respecto, la agrupación calificó el proceso como una luz en la lucha contra la impunidad en Guatemala, donde varios entes coinciden en otorgarle 98 por ciento sin llegar a conclusiones en hechos criminales, la mayoría sin siquiera ir a los tribunales. En el de Las Dos Erres solo ocho involucrados en la matanza fueron detenidos, a pesar de existir órdenes de aprehensión para 18 exkaibiles, de los cuales dos fallecieron.
Aquella masacre formó parte de las decenas cometidas por las fuerzas de seguridad y los paramilitares durante el conflicto armado (1960-1996), en aplicación de la política de tierra arrasada destinada a acabar con la guerrilla y sus bases de apoyo. Según la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Guatemala (Famdegua), el 6 de diciembre de 1982 miembros de las fuerzas especiales kaibil ingresaron Las Dos Erres acompañados por un pelotón de 40 soldados. Concentraron a hombres, mujeres y niños en la escuela y la iglesia del lugar donde los sometieron a torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes, e incluso a varias mujeres adultas, menores y adolescentes las violaron.
Posteriormente todos fueron conducidos a un pozo de la localidad y ejecutados, primero los niños lanzándolos vivos, después las mujeres y por último los hombres. Una denuncia fue presentada 14 años después de la matanza, cuando se realizaron las exhumaciones de los restos, pero hasta ahora todos los responsables permanecían en la más absoluta impunidad. En este tiempo los abogados defensores de los militares acusados obstruyeron la aplicación de la justicia al interponer decenas de amparos con el consiguiente retardo malicioso e injustificado, según la Famdegua. Esta, como querellante adhesivo, le ha dado seguimiento al caso y ahora se logra el inicio de un juicio contra cuatro de los imputados por aquella acción criminal, una de las varias por las cuales se responsabiliza a Ríos Montt como genocida.
Al respecto, la agrupación calificó el proceso como una luz en la lucha contra la impunidad en Guatemala, donde varios entes coinciden en otorgarle 98 por ciento sin llegar a conclusiones en hechos criminales, la mayoría sin siquiera ir a los tribunales. En el de Las Dos Erres solo ocho involucrados en la matanza fueron detenidos, a pesar de existir órdenes de aprehensión para 18 exkaibiles, de los cuales dos fallecieron.
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