Según un informe difundido hoy, de la Comisión Pastoral de Movilidad Humana de la Conferencia del Episcopado Mexicano, la constante en estas violaciones es la impunidad.
El documento fue presentado en el senado mexicano en conferencia de prensa del arzobispo Rafael Romo, responsable de Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana de la Conferencia del Episcopado Mexicano, el padre Alejandro Solalinde, director de Hermanos del Camino, y Alberto Xicoténcatl, encargado de la Casa del Migrante de Saltillo.
De acuerdo con el análisis, del 2010 a la fecha dos defensores fueron asesinados, además de estar registradas otras 46 agresiones contra quienes auxilian a los migrantes, en su mayoría centroamericanos, que pasan por México rumbo a Estados Unidos.
Esos ataques, en aumento por año, van desde la privación al derecho a la vida hasta detenciones ilegales, atentados contra la integridad, hostigamiento, uso arbitrario del sistema penal y acciones de deslegitimación del trabajo de los activistas.
También, refiere el documento, se enfrentan a actitudes xenófobas de algunos sectores sociales, los cuales los acusan de promover la delincuencia, el alcoholismo, la drogadicción e incluso, ser integrantes de redes de trata de personas.
La falta de actuación de las autoridades conlleva a que los activistas se conviertan en investigadores para denunciar secuestros, agresiones y asesinatos, tanto de migrantes como de sus defensores, abundó el padre Solalinde.
"No entiendo la negación sistemática del gobierno sobre la situación de violencia que se vive en la llamada ruta del migrante", insistió además, ante el no reconocimiento oficial del secuestro masivo recién ocurrido en Media Aguas, Veracruz.
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