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lunes, 5 de diciembre de 2011

Detenidos 7 de Greenpeace en protesta por cambio climático

Siete activistas de Greenpeace fueron detenidos hoy en Durban en una protesta con motivo de la XVII Cumbre de la ONU sobre Cambio Climático (COP17), confirmó hoy el director ejecutivo del grupo ecologista, Kumi Naidoo.

Durban. Los activistas (cuatro sudafricanos, un alemán, un danés y un australiano) fueron arrestados por colgar una pancarta con el mensaje "Escuchad a la gente, no a los contaminadores" en la azotea de un hotel de Durban (Sudáfrica), donde se celebraba una reunión empresarial paralela a la cumbre de la ONU.

"Han sido acusados de invasión de propiedad privada", indicó Naidoo en una rueda de prensa, al precisar que los detenidos están recluidos "en buenas condiciones en una comisaría de policía".

Los activistas, añadió el jefe de Greenpeace, "serán puestos en libertad" a lo largo del día, tras el pago de una multa.

La protesta tenía como objetivo denunciar la llamada "Docena sucia" de corporaciones que, según la organización ecologista, mueven hilos políticos para impedir el avance hacia un acuerdo global contra el cambio climático.

"Muchas empresas hablan en verde pero trabajan en sucio", subrayó Naidoo sobre esas compañías, entre las que figuran la petrolera Royal Dutch Shell, el gigante del acero ArcelorMittal y la firma minera BHP Billiton.

Unos 20.000 delegados y observadores de casi 200 países asisten en Durban a la COP17, que se celebra desde el 28 de noviembre al 9 de diciembre.

Las reuniones de alto nivel, que empiezan este martes, desempeñarán un papel clave para dilucidar asuntos como la renovación del Protocolo de Kioto, que expira a finales de 2012.

El Protocolo de Kioto, que se firmó en 1997 y entró en vigor en 2005, estableció compromisos legalmente vinculantes de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para 37 países desarrollados, con la excepción de los Estados Unidos.

Los negociadores tratan de acordar un segundo periodo de compromiso que sirva de transición a un nuevo acuerdo internacional jurídicamente vinculante.

La ministra sudafricana de Exteriores, Maite Nkoana-Mashabane, presidenta de la XVII Cumbre de la ONU sobre Cambio Climático (COP17), aseguró hoy que ningún país se ha opuesto en la conferencia al Fondo Verde para el Clima (FVC).

"No he escuchado a una sola delegación decir 'no' al FVC", dijo Nkoana-Mashabane en una rueda de prensa celebrada en el Centro Internacional de Conferencias de la ciudad sudafricana de Durban, sede de la COP17, para evaluar la marcha de las negociaciones.

La ministra admitió que el borrador sobre el que trabajan los negociadores "no es perfecto", pero insistió en que ha recibido "muchas reacciones positivas" sobre el Fondo, acordado en la pasada cumbre (COP16) de 2010 en Cancún (México).

El FVC es un mecanismo que pondrá a disposición de los países en desarrollo 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2020 para adoptar energías más limpias y combatir el cambio climático.

La aprobación de la estructura y la gobernabilidad del Fondo en Durban es necesaria para "apoyar financieramente la adaptación (a la economía verde) y la reducción (de emisiones) de los países en desarrollo", subrayó la jefa de la diplomacia sudafricana.

La titular de Exteriores indicó también que "la primera semana fue bien" en la COP17 y que ha pedido a los negociadores "avanzar tanto como sea posible para no dejar demasiado trabajo a las reuniones de alto nivel", que empiezan este martes con la llegada de jefes de Estado o de Gobierno y ministros.

Esta semana, apuntó, la prioridad es consensuar "cómo los gobiernos van a trabajar juntos para lograr el objetivo común de limitar el aumento de la temperatura global para impedir los peores efectos del cambio climático".

"Eso implica -prosiguió- es contestar a la muy importante pregunta del futuro del Protocolo de Kioto (PK), y alcanzar un acuerdo sobre las futuras conversaciones sobre un futuro sistema de reducción de gases de efecto invernadero".

El Protocolo de Kioto, que se firmó en 1997 y entró en vigor en 2005, estableció compromisos legalmente vinculantes de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para 37 países desarrollados, con la excepción de los Estados Unidos.

El Protocolo expira a finales de 2012 y los negociadores tratan de acordar un segundo periodo de compromiso que sirva de transición a un nuevo acuerdo internacional jurídicamente vinculante.

Los países en desarrollo ven imprescindible que las economías occidentales ratifiquen ese segundo período, mientras Rusia, Japón y Canadá no quieren renovar el tratado mientras sus competidores comerciales, China, India y EEUU no asuman compromisos similares.

A ese respecto, la secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC), la costarricense Christiana Figueres, aseguró hoy que Rusia, Japón y Canadá, tampoco "van a obstaculizar un segundo periodo de compromiso".

"No hay promesas hechas. Se está trabajando en ellos. Todavía hay cuestiones sobre la mesa", agregó Figueres, al reiterar que ya no se plantea en las negociaciones "si" se va a prorrogar el PK, sino "cómo" se va a alcanzar ese objetivo.

Durban (Sudáfrica), 5 dic (EFE).- El enviado especial de EEUU para Cambio Climático, Todd Stern, subrayó hoy que su país no firmará un nuevo acuerdo global de reducción de emisiones de gases contaminantes sin una "paridad legal" con las potencias emergentes como China.

En una rueda de prensa ofrecida en la XVII Cumbre de la ONU sobre Cambio Climático (COP17), que se celebra en Durban (Sudáfrica), Stern dijo que es "crucial" que "todos los grandes actores" tengan "obligaciones con la misma fuerza legal sin condiciones".

"Eso es imperativo", insistió el enviado especial, al exigir "una verdadera paridad legal" entre países desarrollados y las economías emergentes como China, India o Brasil.

Preguntado sobre el anuncio hecho por China en al COP17 de que estaría dispuesto a firmar un acuerdo jurídicamente vinculante, Stern se mostró cauto: "No he hablado hoy con China. Hablaré con ellos mañana".

De cualquier manera, apuntó que es "muy improbable que se consiga ahora" un nuevo acuerdo para recortar la emisión de gases de efecto invernadero, porque los países emergentes "no están preparados para una paridad legal total sin condiciones".

Stern también acogió con frialdad la propuesta de la Unión Europea de establecer una nueva hoja de ruta para lograr en 2015 un acuerdo de reducción de emisiones que entraría en vigor en 2020 y comprometería a todas las grandes economías, con una prórroga del Protocolo de Kioto (PK) como transición.

"Estamos abiertos a tener una discusión (con la UE)", declaró, pero "sin determinar ahora el marco legal porque los países en desarrollo no están listos".

El representante estadounidense cree que en Durban se está poniendo "un exceso de atención" en la cuestión de un acuerdo legalmente vinculante cuando "el objetivo es actuar para reducir las emisiones".

El Protocolo de Kioto (PK), firmado en 1997 y en vigor en 2005, estableció compromisos legalmente vinculantes para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero a 37 países desarrollados, con la excepción de los Estados Unidos.

El protocolo vence a finales de 2012 y los negociadores tratan de acordar un segundo periodo de compromiso que sirva de transición a un nuevo acuerdo internacional jurídicamente vinculante.

Los países en desarrollo ven imprescindible que las economías occidentales ratifiquen la renovación del PK, mientras que Rusia, Japón y Canadá no quieren renovar el tratado antes de que competidores comerciales como China, India y EEUU asuman compromisos similares.

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