Tensión en Medio Oriente
Con la agresión a Siria, Trump retoma la política normal de EU
Festeja el bombardeo casi toda la gama de la cúpula política y mediática
Expertos cuestionan la razón del ataque
Las manifestaciones antibélicas no se dejaron esperar ayer en Estados
Unidos. Por ejemplo, en Allentown, Pensilvania (izquierda), una de las
ciudades estadunidenses con mayor población siria. A la derecha, rechazo
a la guerra, frente a la Casa Blanca, en Washington
David Brooks
Periódico La Jornada
Tras 24 horas muy agitadas que incluyeron el primer ataque militar
ordenado por el nuevo comandante en jefe Donald Trump, una cumbre con su
contraparte China y la culminación de la batalla por la Suprema Corte,
todo regresó a más de lo mismo en Washington.
La decisión de lanzar el ataque con 59 cohetes Tomahawk contra una
base aérea en Siria la noche del jueves, marcó el retorno –festejado por
casi toda la gama de la cúpula política y mediática– a la política
exterior tradicional de Washington, tan criticada por Trump durante su
campaña electoral.
El anuncio del ataque sorprendió porque rompió con la supuesta propuesta América primero,
lema aislacionista de Trump, como también contradijo sus mensajes de
que no deseaba incrementar el papel estadunidense en Siria, se oponía a
un
cambio de régimenen ese país y deseaba bajar las tensiones con Rusia en la región. Muchos lo interpretaron como una decisión de ceder a las posiciones más tradicionales del establishment de política exterior que habían guiado los gobiernos de Barack Obama y George W. Bush. O sea, un regreso a lo
normal.
Líderes legislativos de ambos partidos expresaron su apoyo a la
acción, como el republicano de la cámara baja, Paul Ryan, mientras su
contraparte demócrata, Nancy Pelosi, declaró que fue
una respuesta proporcional. La gran mayoría de sus colegas se sumaron al coro, aunque muchos insistieron en que Trump debería consultar al Congreso en el futuro sobre su política hacia Siria, sobre todo si incluye fuerza militar.
La cúpula tradicional de Washington –incluyendo algunos de los
principales comentaristas (desde liberales a conservadores) también
dieron la bienvenida al tono más agresivo contra Rusia que Trump ha
permitido durante las pasadas 24 horas, con su embajadora ante la
Organización de las Naciones Unidas (ONU), Nikki Haley, criticando a
Moscú por su papel en Siria.
No sorprendieron las voces críticas de políticos más progresistas, algunos calificando el ataque como
ilegal, ya que se realizó sin autorización previa del Congreso ni de la ONU.
Pero fueron aún más notables las expresiones disidentes desde la
derecha, incluso entre algunas de las bases más fieles a Trump, algunas
de las cuales consideraron la decisión como una traición, justo porque
fue un retorno a las políticas anteriores.
Varios representantes de ultraderecha y libertarios expresaron su oposición al ataque; el senador Rand Paul declaró que fue
inconstitucional. También influyentes comentaristas ultraconservadores, como Laura Ingraham, deploraron la decisión.
En las redes sociales estas bases repudiaron la acción, acusando que Trump fue engañado por el Estado profundo
(en referencia a la idea de un gobierno permanente) y algunos culparon a
ese sector estadunidense del ataque químico para provocar esta reacción
(uno hasta acusó que fue Ivanka, la hija del mandatario, quien lo
convenció de ordenar el ataque y recordó que el mismo Trump había
expresado su oposición a una intervención en Siria desde 2013).
Expertos de todo tipo cuestionan la razón del ataque. El gobierno de Trump reiteró que
está en el interés nacional vital prevenir el uso y difusión de armas químicasy que su objetivo fue
enviar un mensaje. Pero pocos podían descifrar el mensaje, y no se sabe aún si existe una estrategia.
Otros fueron más tajantes, como el profesor de derecho internacional
Francis Boyle de la Universidad de Illinois, quien declaró que los
ataques
fueron una clara violación de la ley internacional y de la cláusula sobre poderes de guerra en la Constitución. Mientras, el analista Sam Husseini, director de comunicaciones del Institute for Public Accuracy, comentó que más allá de toda la retórica oficial sobre Siria en los años recientes, lo de Trump representa una continuación de una política consistente hacia ese país, algo que no se dice públicamente:
prolongar la guerra siria lo más posible, para debilitar a todos los bandos (incluyendo a Rusia e Irán, en la región).
Guerra adentro
Mientras se lanzaba el ataque contra Siria, continuaba la
batalla e intrigas en la Casa Blanca a tal nivel que Trump está
contemplando más cambios drásticos en su equipo. Se reporta que la
disputa entre el estratega político Steve Bannon y el cada vez más
influyente yerno de Trump, Jared Kushner, se sigue intensificando.
Bannon aparentemente ya perdió una batalla como resultado de esto, con
Trump expulsándolo del Consejo de Seguridad Nacional esta semana.
Hoy The Wall Street Journal y Axios reportaron que
Trump ahora está contemplando reducir más el papel de Bannon, y aun
removerlo, junto con su jefe de gabinete, Reince Priebus (ya ha
solicitado, según esto, nombres para posibles sustitutos). La Casa
Blanca rechazó estas versiones, con una vocera comentando al Journal que
la única cosa que estamos sacudiendo es la manera en que opera Washington mientras promovemos la agenda agresiva del presidente.
Algunos observadores comentan que lo de Bannon, considerado el ideólogo de una posición
populista nacionalistay quien está detrás de la frase América primero, está perdiendo influencia ante un sector más
internacionalista(es decir, más tradicional) representado por Kushner y el mando militar.
Suprema Corte
El juez Neil Gorsuch fue ratificado hoy por el Senado
para ocupar el puesto vacante entre los nueve jueces de la Suprema
Corte, restableciendo con ello el mismo equilibrio ideológico que
existía antes de la muerte de conservador Antonin Scalia.
La disputa sobre la composición de la Corte empezó hace más de un
año, cuando los republicanos rehusaron ratificar a un juez moderado
propuesto por Barack Obama, y los demócratas ahora buscaron venganza al
intentar obstaculizar la aprobación del candidato de Trump. La mayoría
republicana tuvo que imponer un cambio de reglas para poder superar a la
oposición, reduciendo el número de votos de la cámara alta para la
ratificación de 60 a sólo una mayoría simple (51). El voto final fue de
54 contra 45.
China
Después de gran especulación y análisis de lo que
ocurriría en la primera reunión entre Trump y el presidente Xi Jinping
esta semana, todo indica que no pasó nada. No se anunciaron acuerdos
sobre comercio o Corea del Norte –los dos grandes temas que
supuestamente deseaba abordar Trump–, y al parecer ambos lados
expresaron su intención de colaborar en asuntos de mutuo interés.
La relación desarrollada por el presidente Xi y yo, creo, es excepcional. Creo que muchos problemas potencialmente muy malos se desvanecerán, comentó Trump hoy. Su contraparte dio las gracias por la hospitalidad e invitó a Trump a China en un futuro próximo, así concluyó que la visita había avanzado la relación bilateral.
O sea, esto, como los otros grandes asuntos de las pasadas 24 horas
dieron un giro inesperado para algunos, un regreso al más de lo mismo.
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