Bajo la lupa
Alfredo Jalife-Rahme
La Jornada
El
objetivo más profundo de Trump es limpiar el terreno para proseguir sus ambiciones estratégicas en SiriaFoto Ap |
El connotado investigador británico Nafeez Ahmed aduce que los
líderes de Estados Unidos, al actuar en forma erráticasuponen que pueden
superar en la táctica a sus rivales, basados en las tretas de la
teoría del locode Henry Kissinger y que fueron aplicadas con las 59 bombas crucero que ordenó lanzar Donald Trump contra una base aérea siria, mientras degustaba un chocolate como postre, lo cual constituyó una afrenta al mandarín Xi Jinping, quizá con el fin de detectar su reacción sicológica y su verdadera postura geopolítica en Siria.
Ahmed arguye que “los súbitos bombazos aéreos en Siria forman parte de la filosofía (sic) de la ‘impredecibilidad’ o la ‘teoría del loco’ que Kissinger ha defendido desde hace mucho como sello distintivo de los grandes estadistas (https://goo.gl/n3utsQ)”.
La
teoría del locodel
gran estadista, en la cosmogonía sui géneris del genocida universal Kissinger, proviene del intencional acrónimo MAD ( mutual assured destruction), que significa loco y personifica la
mutua destrucción asegurada: una
política de seguridad nacionaly
doctrina de estrategia militarconceptualizada por John von Neumann, estratega de la guerra fría, inventor de la teoría de juegos y mandamás del Comité de Misiles Balísticos Intercontinentales.
Herman Kahn, futurista del think tank Rand, en su libro Sobre la guerra termonuclear (https://goo.gl/vzKz7b), criticó las consecuencias trágicas al aplicar la metáfora absurda del MAD.
Greg Grandin había anticipado sobre los
hombres locoscuando
Trump podría ser el vehículo perfecto de la filosofía de Kissinger, quien “siempre ha insistido en la importancia de la impredecibilidad y aun en la irracionalidad en diplomacia (https://goo.gl/MvKRqk)”.
Ya desde 1957 Kissinger preconizaba sin rubor la
teoría del locomediante una
guerra nuclear limitada( ¡supersic!) y que implementó junto a Richard Nixon 11 años más tarde con napalm y sin bombas atómicas. La
teoría del lococon armas nucleares del nonagenario Kissinger equivale a la
destructividad creativadel economista Joseph Schumpeter y cuya insanidad fue demostrada con creces en Indochina.
Con la dupla Truman-general McArthur, Estados Unidos ya había comprobado en 1945 la
teoría del locoavant la lettre, al lanzar dos bombas nucleares en Hiroshima y Nagasaki, cuyo objetivo, según archivos desclasificados, fue disuadir a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas de invadir Japón (https://goo.gl/NSmW0P).
Ahmed acusa que
Kissinger es el lado oscuro de Trump en Siriay cita que la derrotada Hillary Clinton enunció unas horas antes que Estados Unidos
debía bombardear las bases aéreasde Bashar al Assad (https://goo.gl/hvwzct)”.
A juicio de Ahmed, el pugnaz maniático Kissinger –“acusado por el autor británico-estadunidense Christopher Hitchens de
complicidad en los crímenes de guerra de Estados Unidos en Latinoamérica y el sudeste asiático– “ha sido uno de los principales consejeros de Trump para negociar las relaciones de Estados Unidos con Rusia (https://goo.gl/tCR6sq) y China (https://goo.gl/cG2aMR)”. Ahora
la influencia de Kissinger en la administración Trump es visible mediante su anterior acólito Kathleen Troia McFarland, hoy viceconsejera de seguridad nacional.
Más allá de sus relevantes cargos con Nixon y Gerald Ford, Kissinger siempre ha estado cerca del poder con republicanos y demócratas: “consultor secreto (¡supersic!) en seguridad nacional del presidente George W. Bush” y consejero de Barack Obama y Hillary Clinton. Kissinger epitomiza los intereses supremos de los banqueros Rockefeller y de Israel que se subsumen hoy en el megabanco JP Morgan Chase (https://goo.gl/opi266), vinculado a la Organización Trump.
Kissinger admitió en Davos que “el orden internacional se está desintegrando en ciertos (sic) aspectos con el ingreso de nuevos elementos de Asia”, donde aplaudió la
globalización económicadel mandarín Xi y aprobó el acercamiento
menos confrontativode Trump con Rusia (https://goo.gl/CfOkVQ). El
abordajede Kissinger consiste en que las diferentes administraciones de Estados Unidos “eviten la prudencia (sic) recomendada de los expertos y, al contrario, opten por la constante redefinición de objetivos” y
la fuerza para contemplar el caos.
Mediante la
teoría del locoEstados Unidos “coloca a sus rivales en forma permanente un pie atrás (sic) por temor a la volatilidad (sic) peligrosa del poder estadunidense”.
Ahmed desmenuza todas las contradicciones de Trump y su secretario de Estado, el petrolero texano Rex Tillerson, con el presidente sirio Assad, a quien un día se pretende defenestrar (https://goo.gl/ZjxIfT), para desmentirse a sí mismos al día siguiente. El
objetivo más profundo de Trump es limpiar el terreno para proseguir sus ambiciones estratégicas en Siria, cuando “contempla como oportunidad (sic) estratégica la escalada del caos en Siria”.
Ahmed se sustenta en el libro El campo de batalla (https://goo.gl/5Ss2KE), del anterior consejero de seguridad nacional defenestrado, el teniente general Michael Flynn, y el zelote neoconservador straussiano Michael Ledeen, especialista en montajes de
falsa banderay quien desde la guerra de Irak en 2003 aboga por convertir a Medio Oriente en una “caldera“ (sic), cuya “visión se correlaciona con la preferencia de la administración Trump por el caos (sic), con sus reculadas (sic) y cambios (sic) constantes de prioridades”.
Ledeen, quien desde la penumbra deja muy pequeño a Goebbels, es uno de los estrategas más tóxicos y mendaces que detenta y ostenta Estados Unidos: autor de la telenovela del
pastel amarillode Níger y su montaje de las
armas de destrucción masivade Sadam Husein que nunca existieron (https://goo.gl/aeoxoq).
Una de las características del MAD (
teoría del loco) que practica Trump consiste en borrar los límites entre la mentira y la verdad, gracias al avasallante control de los desinformativos multimedia.
Ahmed juzga que un
indicio de lo que está realmente en juego proviene de las charlas entre Benjamin Netanyahu y Trump semanas antes de los bombardeos: el premier israelí “desea establecer zonas de amortiguamiento ( buffer zones) del lado sirio de la frontera” (https://goo.gl/mVlXuu), lo que de facto permite
la anexión por Israel de las alturas del Golán, donde la subsidiaria sionista de la trasnacional estadunidense Genie Oil & Gas opera con licencia del gobierno de Netanyahu (https://goo.gl/dN8Y4l). Rupert Murdoch (https://goo.gl/uWQYPP), gran aliado de Trump, es uno de los miembros prominentes del consejo de administración de Genie Oil & Gas.
Ni Trump ni Netanyahu buscarían la remoción de Bashar al Assad, sino más bien su miniaturización-encapsulamiento y
resquebrajar la alianza de Rusia e Iránmediante un trueque maquiavélico: “regalar Crimea a Rusia en un teatro de batalla, mientras Trump desea convencer a Rusia en un teatro diferente retirar su alianza con Irán (sic) en Siria, permitiendo a Estados Unidos mayor campo de juego para imponer un arreglo diplomático que se ajuste a sus objetivos geopolíticos sospechosos para la región”, cuyo
resultado final es mantener un estado de inestabilidad permanente en Siria, donde ninguna facción particular gana, prolongando así la guerra.
¿Caerá el zar Vlady Putin en la trampa de Kissinger-Trump con el trueque de Crimea por el Golán para Israel?
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