HispanTV
La destituida presidenta de Brasil Dilma Rousseff asegura que en 2016 la democracia en Brasil fue dañada y herida.
Del mismo modo, la expresidenta catalogó su destitución como un “golpe jurídico-parlamentario” dirigido no solo contra ella, sino también contra los millones de brasileños que la apoyaron en las elecciones presidenciales.
“Debemos reunir toda nuestra energía para luchar por el futuro, renovando nuestra esperanza en esta nación extraordinaria y creyendo siempre en la fuerza del pueblo brasileño”, tuiteó también.
Además, Rousseff instó a los brasileños a seguir luchando en 2017 contra los retrocesos que en los derechos y conquistas sociales pretenden imponer al país los golpistas y los que destituyeron a la exmandataria.
El actual presidente brasileño, Michel Temer, asumió el cargo el pasado agosto —de manera no electa— tras la destitución de Rousseff, de quien era el vicepresidente.
Según la Constitución del país sudamericano, solo puede haber elecciones directas, en un lapso de 90 días, si Temer renuncia antes del 31 de diciembre. No obstante, de ser en 2017 será indirecta en el Congreso Nacional.
Temer no ha tenido mucho éxito en su trabajo como presidente de Brasil, dado que, según las encuestas más recientes, el 40% de los brasileños lo considera peor que su predecesora y el 75 por ciento lo considera defensor de los sectores más adinerados.
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