Los “laureados de este año… defienden nuestros derechos básicos, ya
sean… de los pueblos indígenas o de las comunidades de personas
lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI), o… de
todos los ciudadanos a vivir en un mundo sin los flagelos de la guerra y
el caos climático”, declaró Ole von Uexkull, director ejecutivo de la Fundación del Premio Right Livelihood.
“Con su trabajo incansable, tanto en el terreno como en los
tribunales, los ganadores defienden los valores que llevaron a la
creación de la Organización de las Naciones Unidas
hace 70 años”, añadió Von Uexkull, que presentó los premios junto con
Monika Griefahn, la presidenta de la Fundación, en el Centro para la
Prensa Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores sueco.
“En este año de crisis humanitarias globales, ellos proporcionan una
respuesta inspiradora a los retos que definen nuestro tiempo”, añadió.
“Con
su trabajo incansable, tanto en el terreno como en los tribunales, los
ganadores defienden los valores que llevaron a la creación de la
Organización de las Naciones Unidas hace 70 años”: Ole von Uexkull.
Los ganadores de este año son Tony de Brum, el ministro de Relaciones
Exteriores de Islas Marshall, un estado insular del Pacífico que
desafía a las potencias nucleares del mundo con una demanda judicial sin
precedentes, y Sheila Watt Cloutier, de Canadá, una líder indígena que
lucha para proteger al Ártico de la amenaza del cambio climático.
También fueron distinguidos Kasha Jacqueline Nabagesera, una
activista ugandesa de derechos humanos que lucha contra la
discriminación de las comunidades LGBTI en África, y Gino Strada, un
médico italiano que salvó incontables vidas en países devastados por la
guerra.
De Brum recibió un premio Right Livelihood honorario, mientras que
los tres galardonados restantes compartirán el premio monetario de tres
millones de coronas suecas, equivalente a unos 360.000 dólares.
Los premios se entregarán en Estocolmo el 30 de noviembre, en una
ceremonia organizada por la Sociedad para el premio Right Livelihood en
el Parlamento sueco.
Fundado en 1980, el premio Right Livelihood reconoce la obra más
inspiradora y destacada de quienes se esfuerzan por cumplir con los
problemas humanos del mundo de hoy, como el medio ambiente, la salud,
los derechos humanos y la justicia social.
El trabajo de estas personas, maestros, médicos, agricultores, o
simplemente ciudadanos preocupados, se convierte en una respuesta
integral en coherencia con su lucha por un futuro mejor.
Por primera vez en la historia, este año el premio Right Livelihood distingue a personas de Italia y Uganda.
Gino Strada y su organización, Emergency, recibieron el premio por su
“gran humanidad y habilidad en la prestación de servicios médicos y
quirúrgicos a las víctimas de conflictos e injusticias, señalando sin
miedo las causas de la guerra”. Strada y su grupo brindaron asistencia
médica a las víctimas de los conflictos armados en Afganistán y Sudán,
entre otros.
Kasha Jacqueline Nabagesera recibió el premio “por su valentía y
persistencia, a pesar de la violencia y la intimidación, en trabajar por
el derecho de las personas LGBTI a una vida libre de prejuicios y
persecuciones”.
Tony De Brum, y el pueblo de Islas Marshall, recibió el premio “en
reconocimiento a su visión y coraje para tomar acciones legales en
contra de las potencias nucleares por no cumplir con sus obligaciones de
desarme en virtud del Tratado de No Proliferación Nuclear.”
Sheila Watt Cloutier, activista de la ciudadanía ambiental
canadiense, recibió el premio “por su trabajo de toda la vida para
proteger a los inuit del Ártico y defender su derecho a mantener sus
medios de vida y cultura, sumamente amenazados por el cambio climático”.
Traducido por Álvaro Queiruga
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