El análisis de James Petras en CX36, 19 de octubre de 2015
“La
presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, está cayendo entre las dos
sillas. Porque los capitalistas que ella está tratando de atraer no la
quieren, buscan sus propios voceros. Entonces la orientación hacia la
austeridad, no cosecha ningún apoyo de la derecha ni del gran capital.
Por otro lado, las medidas de austeridad perjudican su base electoral
entre los trabajadores y la gente pobre. Ni gana el apoyo nuevo de los
capitales ni retiene el apoyo de sus votantes tradicionales, populares.
Entonces no queda con ningún apoyo. Y en las últimas encuestas salió
con un 8 o 9% de apoyo. O sea, es un cadáver esperando salir de la
Presidencia”, afirmó el sociólogo norteamericano, profesor James Petras
en su columna en CX36 (*). Además comentó las elecciones canadienses
celebradas este lunes; advirtió sobre la difícil situación venezolana;
analizó la coyuntura en Medio Oriente y explicó cómo viene la campaña
electoral estadounidense. Transcribimos este análisis que puede volver a
escuchar aquí:
Efraín Chury Iribarne: Estamos recibiendo a James Petras en
los micrófonos de Radio Centenario. Bienvenido, buenos días. ¿Cómo
estás?
James Petras: Estamos bien, muy soleados y congelados. Ya
pasamos a la primera congelación con 0º el fin de semana. Y ya se
termina la cosecha. Por suerte rescatamos toda la verdura, pero lo que
queda en la tierra ya está perdido.
EChI: De todas maneras felicitaciones por la cosecha a tiempo.
Vamos a comenzar por lo que está pasando en Medio Oriente,
particularmente con el objetivo de Israel de terminar con Palestina.
JP: En realidad lo que está pasando en Medio Oriente es la
continuación del pasado, con algún incremento en los combates contra la
presencia norteamericana. Es muy complicado, hay luchas entre varios
grupos y subgrupos.
Lo que debemos entender es que el grupo ISIS y el grupo suni
que recibe apoyo de arabia Saudita, está combatiendo al gobierno títere
de Estados Unidos por un lado, y por otro está tratando de tumbar al
gobierno de Siria. Asimismo tenemos a Estados Unidos que por un lado
dice combatir a ISIS y por otro está ayudándolo para combatir al
gobierno (sirio) de Bashar Al Assad.
Más allá de estos conflictos en Irak y Siria, tenemos la lucha
de los palestinos que están sufriendo muchos asesinatos, incluso los
colonos israelíes están atacando a los palestinos, quemando sus casas y
sitios religiosos; y los palestinos, con pocas armas, tratan de contra
atacar. Mientras que los medios de comunicación simplemente enfatizan
en las acciones ‘violentas’ de los palestinos y minimizan las
atrocidades de Israel. Debemos saber que la proporción de heridos y
muertos es de diez veces, es decir por cada israelí herido o muerto hay
diez palestinos que sufren algo similar o peor. Y entre los
palestinos, hay docenas de casas destruidas por Israel, porque
cualquier miembro de una familia que esté involucrado en acciones contra
Israel, resulta que los israelitas destruyen su casa y dejan a la
familia entera en la calle.
Resulta que la prensa europea llora el conflicto pero no
levanta ni una mano para paralizar las acciones terroristas de Israel.
Tenemos todas las posibilidades de terminar este conflicto, si Europa
declarara el boicot a los productos israelíes, si EEUU deja de financiar
y armar a Israel; así terminaría el conflicto. Porque Israel tiene la
fuerza que tiene porque los comerciantes europeos y estadounidenses
siguen haciendo negocios con Israel. Eso es producto del a influencia
que tienen los sionistas en cada región. E EEUU son muy poderosos,
incluso tienen representantes en el gobierno con ciudadanía dual, hay
muchos altos funcionarios norteamericanos que son ciudadanos EEUU y de
Israel, y ellos manejan la política hacia Medio Oriente.
Entonces, no hay ninguna paz en el horizonte ni término de conflicto.
Debemos anticipar más refugiados, debemos entender que Europa
está vinculada directamente con los conflictos allí, a partir de su
presencia militar en la región. Lo mismo sucede con EEUU. Hablan de
acuerdos de paz pero en realidad fomentan los conflictos.
Tenemos el caso de Irán como una excepción temporal, porque no
hemos visto ninguna implementación para terminar con las sanciones,
entonces debemos suspender nuestro juicio sobre esa excepción.
Finalmente debemos tener claro que la presencia de Rusia es un
gran salto adelante para las fuerzas anti sectarias, anti derechistas y
anti presencia norteamericana como fuerza dominante. Rusia está
apoyando a Bashar Al Assad, en la lucha contra los grupos extremistas de
ISIS, tratando de crear un ambiente para una negociación en la
búsqueda de una salida negociada y tal vez, entre otras cosas, una
elección que pueda decidir con quién van a gobernar. Pero por el
momento EEUU y Europa no quieren entrar en ese arreglo con Rusia y
buscan todavía crear el pánico, fomentando la violencia, y no hay forma
de solucionar el problema en ese camino.
EChI: ¿Qué pasa en Estados Unidos hacia la próxima elección?
JP: Es como un disco roto. No hay ningún gran tema. Los únicos
que reciben publicidad son los dos grandes polos conflictivos, Donald
Trump por los republicanos y Bernie Sanders por el Partido Demócrata.
Ambas partes están usando mucha demagogia, llamando al os otros
candidatos derechistas, uno criticando Wall Street y el otro criticando
Wall Street, pero a su manera. Y la campaña sigue siendo de poco
interés para la mayoría de la gente porque no se sienten representados.
En un caso, Trump tiene el apoyo plural de los republicanos pro
sus declaraciones contra los inmigrantes; y Sanders tiene un respaldo
sindical por sus denuncias a la política pro Wall Street.
Pero al final de cuentas, cuando las Primarias terminan y los
candidatos están decididos, ni la izquierda ni la derecha extrema van a
tener a sus propios voceros; va a quedar todo igual porque aquí no hay
ningún partido ni candidato consecuente. Por ejemplo, el candidato
demócrata Bernie Sanders, critica la riqueza pero no quiere criticar al
capitalismo; habla de paz y justicia pero apoya todas las guerras
imperialistas. Es un candidato populista pro imperialista. Del otro
lado Trump ataca a los inmigrantes, respalda al capitalismo salvaje,
pero declara que va a aceptar un plan nacional de Salud. Es una mezcla
de todo para nada.
Hay que ver las cosas más de cerca para decir que como siempre,
las elecciones estadounidenses son entre uno y otro vocero buscando el
apoyo de Wall Street, del gran capital financiero vinculado con el
militarismo en el exterior.
Hay poco de progresistas en estos candidatos que tenemos.
EChI: ¿Cómo se ve Brasil que está envuelto en esa ola de corrupción indetenible?
JP: Es claro que Dilma Rousseff ha optado por el gran capital
financiero. Últimamente ella decidió que prefiere a Joaquim Levi, el
exponente de la política de libre mercado y la austeridad. Lo llaman
Jak Levi aquí en Wall Street, es muy amigo de las grandes casas
financieras, como Goldman Sachs y otros.
Y cuando él le impone la política financiera a Rousseff, ella
simplemente lo está reafirmando. Y cuando el presidente del Partido de
los Trabajadores (PT), Rui Falcão, dice que deben cambiar el camino
ella afirma que prefiere al Ministro de Hacienda porque ella está en
esa onda.
Cuando la izquierda del PT critica y busca una alternativa, con el señor Valter Pomar, ella opta por Levi.
En otras palabras todos los progresistas izquierdistas que
trabajaban en el PT no tienen ninguna opción, son cautivos en la línea
de apoyo crítico dentro del PT. Lo mismo pasa con Joao Pedro Stédile
del Movimiento Sin Tierra (MST), que por muchos siguió metido en el PT y
ahora, cuando el PT adopta políticas completamente en contra de los
intereses de la reforma agraria, el MST no tiene ninguna otra opción
política. Y utilizan el pretexto de un golpe de Estado, que no está
sobre el horizonte, como pretexto para justificar el apoyo de Dilma, a
pesar que adopta políticas de extrema derecha.
Y Dilma está cayendo entre las dos sillas. Porque los
capitalistas que ella está tratando de atraer no la quieren, buscan sus
propios voceros. Entonces la orientación hacia la austeridad, no
cosecha ningún apoyo de la derecha ni del gran capital.
Por otro lado, las medidas de austeridad perjudican su base
electoral entre los trabajadores y la gente pobre. Ni gana el apoyo
nuevo de los capitales ni retiene el apoyo de sus apoyantes
tradicionales, populares. Entonces no queda con ningún apoyo. Y en las
últimas encuestas salió con un 8 o 9% de apoyo. O sea, es un cadáver
esperando salir de la Presidencia.
EChI: Bien Petras, te dejamos los minutos finales para que nos comentes en que otros temas estás trabajando
JP: Bueno, hay algunas noticias interesantes que quiero mencionar.
El Banco Central de Argentina abrió sus archivos y muestran que
muchos de los capitalistas argentinos tenían listas de trabajadores,
sindicalistas, delegados de sus empresas, para los militares. Es decir,
exigieron la purga, y la desaparición de las víctimas de la Junta
Militar.
Esto es importante, porque muchas veces hablamos del golpe
militar pero el contenido del golpe fue inminentemente capitalista. Y
como los archivos del Banco Central revelan, una de las prioridades de
los capitalistas era desaparecer a los militantes sindicales.
Un trabajo anterior de Juan Carlos Marín (y Miguel Murmis)
denominado “Lucha de calles, lucha de clases” muestra que el 80% o más
de los 30.000 desaparecidos eran obreros, no guerrilleros ni
simpatizantes de la izquierda armada; eran trabajadores. Eso muestra que
no fue un golpe militar, sino que fue un golpe capitalista. En primera
instancia, un golpe para liquidar, asesinar, a los militantes de las
fábricas, que estaban creando obstáculos, sobre las ganancias del
capital. Y segundo, el golpe tuvo que ver con la lucha entre sectores
liberales del capitalismo y el sector progresista burgués,
nacionalista, que apoyaban las medidas estatistas.
Entonces podríamos decir dos cosas sobre los golpes de Estado,
por lo menos en países capitalistas en América Latina: El terror no es
estatal, el terror viene de los capitalistas que querían eliminar a la
oposición que existía entre los trabajadores. En segundo lugar, el golpe
de Estado no fue militar, fue capitalista, porque los objetivos del
golpe tenían que ver con abrir el camino para aumentar el poder del
capital y sus ganancias, y su capacidad de concentrar y centralizar el
capital.
Podríamos generalizar eso sobre Argentina, Uruguay y otros
países, porque muchos hablan de Estado terrorista, pero es un Estado de
terrorista con su contenido social, tiene sus beneficiados y sus
perdedores, y es un análisis clasista que desenmascara el contenido
social que determina quién gana y quién pierde a partir del terrorismo.
Este es un punto que quería enfatizar ya que debemos repensar
nuestros conceptos cuando tratamos de entender nuestro pasado, porque
los obstáculos para materializar cambios sociales cuando los militares
dejan el poder, es importante, porque en realidad simplemente
castigando o cambiando la forma de gobierno de militares a civiles, de
dictaduras a sistema electoral, no revela la importancia que tuvo el
capitalismo. Por eso el capitalismo sigue reprimiendo y castigando a la
clase obrera, porque nunca fue a juicio por su actuación y dirección
del sector militar.
En el mejor de los casos, en Argentina llevaron a juicio a
algunos militares, pero hasta ahora no han juzgado a los capitalistas
de las grandes empresas que ganaron y dirigieron las prioridades de los
militares.
Hay otro tema más que quiero comentar, son las elecciones en
Canadá que se están llevando a cabo hoy, con tres principales
candidatos: uno del Partido Conservador, Stephen Harper; uno del Partido
Liberal, Justin Trudeau; y uno del partido socialdemócrata (Nuevo
Partido Demócrata) Thomas Mulcair.
Hace tres meses el candidato socialdemócrata tenía una gran
ventaja y parecía que por primera vez podrían alcanzar el gobierno.
Pero en la campaña, el socialdemócrata empezó a repetir las fórmulas de
los conservadores, buscando el apoyo del gran capital financiero de
Toronto. Frente a esa capitulación el electorado empezó a mirar otros
candidatos. En ese contexto, el candidato liberal empezó a utilizar una
retórica keynesiana, hablando de políticas anti austeridad, de
estímulos fiscales; y en las últimas encuestas, incluso las que se
están conociendo hoy; pasó que el socialdemócrata cayó a tercer puesto,
el liberal encabeza las encuestas y el conservador queda en segundo
lugar.
Es otro ejemplo que debemos tomar en cuenta. Cuando la
socialdemocracia trata de imitar al capitalismo, el electorado los
castiga y se va con quien trata de ofrecer alternativas.
Finalmente quiero comentar lo que está pasando en Venezuela.
Creo que la clave es la inflación. No conozco ningún proceso
electoral, en que el candidato oficial, gubernamental, gana si hay una
inflación arriba del 50%. Porque hay grandes sectores que no reciben
reajustes con la inflación, es el sector informal que no tiene salario
fijo, no tiene ninguna forma de aprovechar los aumentos de salarios
porque son auto-ocupados, y cuando los precios suben ellos tienen
problema para vender su mercancía. Entonces creo que es muy negativo si
en Venezuela el partido oficial de Nicolás Maduro, no controla la
inflación va a perder las elecciones de diciembre.
Tenemos muchos ejemplos donde la elección frente a la inflación prolongada, perjudica al gobierno de turno.
EChI: Te agrademos mucho este análisis, nos reencontramos el lunes.
JP: Muy bien. Hasta el lunes. Chau.
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