Democracy Now!
Han pasado cuatro meses desde la masacre perpetrada en la Iglesia
Metodista Africana Emanuel de Charleston, Carolina del Sur, en la que
perdieron la vida nueve pacíficos integrantes de su congregación.
Aquellas balas presuntamente disparadas por el partidario de la
supremacía blanca Dylann Storm Roof hirieron de muerte a varias
personas, pero podrían también haber asestado un duro golpe a la
Confederación. Pocos días después de la masacre, la bandera confederada
fue retirada del predio del capitolio estatal de Alabama. La bandera
desapareció además de las góndolas y sitios web de tiendas como
Wal-Mart, Amazon y Etsy. Diez días después, la activista
afroestadounidense Bree Newsome trepó uno de los mástiles ubicados en el
predio del parlamento de Carolina del Sur, retiró la bandera
confederada y fue inmediatamente arrestada. La bandera fue colocada
nuevamente en su lugar y le tomó casi dos semanas más al parlamento
controlado por los republicanos aprobar una ley —que fue luego
promulgada por la gobernadora republicana Nikki Haley— que establece el
retiro de la bandera de batalla de la Confederación de una vez y para
siempre del predio del Parlamento de Carolina del Sur. La bandera
flameaba allí desde 1961, primero sobre la cúpula del Capitolio y luego,
a un costado, en el monumento en conmemoración de la Guerra de
Secesión.
Mientras Dylan Roof permanece en prisión, a la espera de que
comiencen los juicios en su contra por cargos federales y estatales, el
movimiento generado a raíz de la masacre continúa creciendo.
Recientemente, los estudiantes de la Universidad de Mississippi, en
Oxford, se organizaron para exigir el retiro de la bandera estatal de
Mississippi del predio de la universidad. La bandera de ese estado es la
única de las 50 banderas estatales que mantiene el mismo diseño de
estrellas y barras de la bandera confederada. En la esquina superior
izquierda de esta bandera continúa flameando con orgullo ese símbolo de
violencia racista y secesión.
El martes por la noche, el senado estudiantil de la Universidad de Mississippi (ASB)
aprobó una resolución que propone retirar la bandera. La resolución
fue presentada por uno de sus senadores, un estudiante blanco llamado
Allen Coon, presidente de la agrupación Universitarios Demócratas de la
Universidad de Missisippi y fue aprobada en una votación de 33 votos a
favor, 15 en contra y una abstención. Le pregunté a Allen Coon por qué
abrazó la causa de enfrentarse a la bandera del estado de Mississippi.
Me respondió:
“Después de los trágicos hechos que tuvieron lugar en Charleston,
surgió este movimiento nacional que tiene por objetivo abordar el tema
de la iconografía de la Confederación. Nuestra universidad está llena de
símbolos de la Confederación y de la supremacía blanca. Creo que
tenemos que aprovechar esta coyuntura para ocuparnos de esos símbolos.
Por lo que a fines de septiembre me puse en contacto con nuestros
aliados de la Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color
de la universidad y decidimos formar una coalición e instar al senado
estudiantil a adoptar una postura al respecto”.
La resolución contó con el apoyo de la filial de la Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color (NAACP,
por sus siglas en inglés) de la universidad, cuya presidenta, Dominique
Scott, me dijo: “Esto muestra que los estudiantes se están uniendo de
verdad, que queremos que se retire la bandera y que queremos
institucionalizar la inclusión aquí en la universidad”. La Universidad
de Mississippi ocupó un lugar central en el movimiento por los derechos
civiles. En 1962, James Meredith se convirtió en el primer
afroestadounidense que se inscribió en esta universidad como estudiante,
ocho largos años después de que la Corte Suprema de Estados Unidos
dejara formalmente sin efecto todas las leyes de segregación en
instituciones educativas. A pesar de que el presidente John F. Kennedy
desplegó militares para mantener el orden, estudiantes blancos
partidarios de la segregación generaron disturbios cuando Meredith
ingresó al predio de la universidad.
Incluso el nombre de la universidad está impregnado de racismo. La
Universidad de Mississippi recibe comúnmente el nombre de “‘Ole Miss.”
Dominique Scott explicó la historia del sobrenombre:
“Históricamente, el término ‘Ole Miss’ era utilizado por los esclavos
para referirse a las señoras o matriarcas de sus plantaciones. Cuando
la institución estaba decidiendo cuál sería el sobrenombre de la
universidad, alguien citó a una mujer que había dicho que ‘Ole Miss’ era
la forma en que los negros de antes se referirían a la señora de las
plantaciones. Cuando se aprobó por votación el uso de ‘Ole Miss’, el
favorito era en realidad ‘Ole Massa’. El término está definitivamente
impregnado de una historia de supremacía blanca y de opresión racial”.
El racismo se encuentra aún muy presente en la universidad. Según
recordó Dominique Scott, “en 2013, tres personas colocaron alrededor del
cuello de la estatua de James Meredith una horca hecha con la antigua
bandera del estado de Georgia. Profirieron insultos racistas y gritaron
‘poder blanco’ a fin de intimidar a los estudiantes negros de la
universidad y una vez más perpetuar esa cultura de supremacía blanca y
opresión racial”. Durante la marcha realizada en la universidad en apoyo
a la resolución de los estudiantes de retirar la bandera, un grupo de
partidarios de la supremacía blanca llevó a cabo una contramarcha en la
que portaron la bandera de la Confederación y gritaron consignas
racistas.
Las autoridades de la universidad afirman estar orgullosas de la
postura que están adoptando los estudiantes. Sin embargo, como
institución estatal, la universidad afirma estar obligada a izar la
bandera oficial del estado, aunque alienta al gobierno estatal a
cambiarla. Dominique Scott considera que la postura oficial de la
universidad es “cobarde”. Al menos otras tres universidades de
Mississippi han retirado la bandera, además de las ciudades de Greenwood
y Oxford. Está previsto que Jackson, la capital del estado, siga los
mismos pasos. Allen Coon apoya su opinión: “Se trata de una resolución
no vinculante. Por lo tanto, cuando pase a las principales autoridades
de la universidad, estas tienen la oportunidad de escuchar lo que
expresamos o no. Pero hemos recibido indicios de que podrían no
necesariamente retirar la bandera cuando presentemos esta resolución.
Así que tendremos que hacer aún algo más. Y resulta decepcionante ver
que nuestra voz no alcanza, que las acciones que llevamos a cabo no son
suficientes para retirar ese símbolo de opresión de nuestra
universidad”.
La educación es un proceso de ida y vuelta. El rector de la
Universidad de Mississippi debería aprender de sus estudiantes y
retirar la bandera ya.
© 2015 Amy Goodman
Traducción al español del texto en inglés: Fernanda Gerpe. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero
internacional que se emite diariamente en más de 800 emisoras de radio y
televisión en inglés y en más de 450 en español. Es co-autora del
libro "Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos
extraordinarios en Estados Unidos", editado por Le Monde Diplomatique
Cono Sur.
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