Detenido por caso Petrobras: Corrupción carcome Brasil

  La corrupción es un mal extendido por todo Brasil, advierte Paulo Roberto Costa, exdirector de Abastecimiento de Petrobras, y uno de los involucrados en el escándalo que rodea a esta petrolera estatal.

"Lo que pasó en Petrobras pasa en todo Brasil. En las carreteras, las ferrovías, los puertos, aeropuertos, las hidroeléctricas, eso ocurre en todo Brasil. Es solo averiguar", declaró Costa el martes ante una comisión del Congreso que investiga el escándalo destapado este año en la mayor empresa petrolera del país, con desvíos de cerca de 4 000 millones de dólares entre 2004 y 2012.

Costa, arrepentido de haber formado parte de la trama de corrupción en Petrobras, dijo haber dejado su cargo en 2012 después de sentirse "asqueado" por las irregularidades, como la sobrevaloración de convenios y el pago de sobornos a políticos, en las que también -aseguró- estuvieron involucrados "algunas decenas" de parlamentarios.

"Infelizmente, acepté una indicación política para asumir como director de Abastecimiento. Estoy extremadamente arrepentido de haber asumido eso (...). Acepté ese cargo, y ese cargo me dejó donde estoy hoy. Lamentablemente ya sucedió, estoy arrepentido y quisiera no haberlo hecho", se lamentó Costa, que estuvo 35 años en este cargo, y denuncia que siempre se ha necesitado apoyo político para llegar a la cúpula de Petrobras.

Costa, en arresto domiciliario, ha aceptado revelar las irregularidades habidas en Petrobras a cambio de reducir su pena. De hecho, ya ha apuntado contra varias empresas constructoras que formaron un cártel para rotarse los contratos con Petrobras.

De acuerdo con el detenido, para salir favorecidos en las licitaciones, algunas empresas pagaban un sobreprecio (al menos 3 % del precio del contrato) a ejecutivos de al menos nueve importantes empresas brasileñas y exdirectivos de Petrobras, algunos militantes y directivos del gobernante Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), así como de partidos aliados.

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, que vio como el pasado octubre su reelección pendía de un hilo debido a la revelación de la corrupción en Petrobras, que salpicó a varios miembros de su partido, el PT, asegura que su Gobierno ha iniciado una estricta y firme operación contra la corrupción.