El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha denunciado este lunes que la oposición del país con el apoyo de Estados Unidos, tiene como objetivo acabar con la Revolución Bolivariana mediante la guerra económica iniciada en 2014.
"Nosotros estamos en una guerra económica, que nadie se engañe. La burguesía con sus aliados imperiales ha tomado la decisión de destruir la Revolución Bolivariana a través de la guerra económica", ha señalado Maduro en la Academia Militar en Caracas, capital venezolana.
Maduro ha recordado que conforme a un informe del Banco Central de Venezuela (BCV), las violentas protestas antigubernamentales perpetradas por los sectores opositores entre febrero y mayo, más la guerra económica impulsada por la derecha, la economía venezolana ha sufrido daños en 2014.
Por otra parte, Maduro ha responsabilizado a EE.UU. de la caída del precio del petróleo a nivel mundial, un complot con el cual Washington pretende destruir a Venezuela para recolonizarla y acabar con su revolución.
Anteriormente, el excanciller venezolano Rafael Ramírez acusó explícitamente a Washington por el nivel actual del precio del petróleo, al apuntar que "EE.UU. produce petróleo de una manera muy dañina y contaminante".
Finalmente, el jefe de Estado venezolano ha asegurado que pese a las conspiraciones contra Venezuela, la disminución de los precios petroleros supone "una gran oportunidad" para que Venezuela cambie su modelo en 2015 a través de un trabajo serio por parte de los sectores productivos.
"Nosotros estamos en una guerra económica, que nadie se engañe. La burguesía con sus aliados imperiales ha tomado la decisión de destruir la Revolución Bolivariana a través de la guerra económica", ha señalado Maduro en la Academia Militar en Caracas, capital venezolana.
Maduro ha recordado que conforme a un informe del Banco Central de Venezuela (BCV), las violentas protestas antigubernamentales perpetradas por los sectores opositores entre febrero y mayo, más la guerra económica impulsada por la derecha, la economía venezolana ha sufrido daños en 2014.
Por otra parte, Maduro ha responsabilizado a EE.UU. de la caída del precio del petróleo a nivel mundial, un complot con el cual Washington pretende destruir a Venezuela para recolonizarla y acabar con su revolución.
Anteriormente, el excanciller venezolano Rafael Ramírez acusó explícitamente a Washington por el nivel actual del precio del petróleo, al apuntar que "EE.UU. produce petróleo de una manera muy dañina y contaminante".
Finalmente, el jefe de Estado venezolano ha asegurado que pese a las conspiraciones contra Venezuela, la disminución de los precios petroleros supone "una gran oportunidad" para que Venezuela cambie su modelo en 2015 a través de un trabajo serio por parte de los sectores productivos.
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